El presidente Trump toma medidas por una crisis fronteriza que no existe

El presidente presenta una "caravana" de centroamericanos como si fueran hordas de indocumentados que quieren forzar su entrada a EEUU, cuando los expertos y las cifras indican que la frontera está en su nivel más seguro en décadas.

Carlos Chirinos
Por:
Carlos Chirinos.
El presidente dijo que resguardará la frontera con México para evitar el ingreso de la caravana de inmigrantes que se dirige a EEUU.
Video Trump anuncia que enviará militares a la frontera con México

El fin de semana el presidente Donald Trump estuvo con ánimo escandalizador difundiendo mediante su cuenta de Twitter información inexacta que presentaba una escena caótica y amenazante en la forma de "caravanas" de inmigrantes centroamericanos rumbo a la frontera sur de EEUU con México.

El presidente aprovechó el desproporcionado escándalo sobre una amenaza que no era tal que azuzaron él y algunos medios de comunicación (principalmente Fox News) para decir que enviará "militares" a la frontera, en uno de esos anuncios que, más que definición de políticas de un gobernante, suenan a declaraciones altisonantes de quien está en campaña electoral y quiere cortejar a su electorado.

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Pero ni es cierto que haya hordas de centroamericanos dispuestos a saltar las vallas de la frontera (los que realmente lo van a hacer no buscan salir en las noticias ni promocionan sus actividades), ni hay una crisis de seguridad o de tráfico de drogas que justifique un despliegue que todavía no se sabe qué forma tendrá, porque todo lo que ha dicho la Casa Blanca hasta no aclara cómo ni cuando.

“La Caravana fue mayormente desintegrada gracias a las duras leyes migratorias de México y su disposición a usarlas de manera que no se generara una escena en nuestra Frontera. Debido a las acciones de las Administración Trump, los cruces fronterizos están todavía en un INACEPTABLE (nivel) bajo de 46 años. ¡Detengan las drogas!”, tuiteó el presidente Trump el jueves.


Todo el escándalo en torno a la caravana de inmigrantes sirvió de telón de fondo para el espectacular anuncio del envío de militares a la frontera.

Lo sorpresivo para muchos no es que se vayan a destacar soldados de la Guardia Nacional, algo que se ha hecho en los dos gobiernos anteriores, sino que la Casa Blanca argumente la existencia de una crisis que la estadística no muestra. Aunque la entrada de indocumentados por la frontera sur sigue siendo un problema, dista mucho de tener las proporciones que llegó a adquirir en la primera década del siglo XXI.

"La medida de Trump no está basada en la realidad de la inmigración en años recientes", escribía en su editorial del jueves el diario The New York Times haciendo referencia al descenso de las capturas de indocumentados por parte de la Patrulla Fronteriza y calificando la decisión como "impulsiva, malévola y políticamente motivada".

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"Las principales causas son el descenso en el crecimiento de la población, la mejora de las oportunidades económicas en México y el reforzamiento de la seguridad fronteriza estadounidense como resultado de la inversión en miles de guardias, barreras físicas y tecnología", dice el editorial.

La caravana

La "caravana" a la que se refiere Trump (al principio se refirió a "caravanas") es la marcha o "vía crucis" que cada año desde hace una década organiza el grupo Pueblo sin Fronteras, para llamar la atención de la situación de pobreza y vulnerabilidad en la que viven muchos centroamericanos desplazados de sus países a causa de la violencia.

Este año se trató de unas 1,200 personas, en su mayoría de Honduras, muchos de los cuales buscan solicitar refugio en México. De acuerdo con lo que dijeron los organizadores, otros tienen la intención de llegar hasta EEUU para pedir asilo, donde pueden tener familia o relacionados.


En esos casos, Pueblos sin Fronteras les prestaría asistencia en el viaje hasta llegar a los puertos de entrada a territorio estadounidense. No se trata de una ola indetenible que vaya a cruzar la frontera por cualquier punto, porque el objetivo es precisamente entregarse a las autoridades migratorias para presentar sus casos legalmente y obtener protección legal.

Los participantes en el vía crucis eran 1,200. El gobierno mexicano informó que 400 fueron detenidos y serán deportados a sus países de origen. Algunos estimados indican que unas 200,000 personas cruzaron la frontera ilegalmente en 2015, por lo que la caravana que tanto asusta a muchos comentaristas conservadores solo representa un 0,6% de ese total, difícilmente puede considerarse una avalancha o una amenaza a la seguridad nacional.

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De hecho, la entrada de indocumentados ha descendido desde sus picos del año 2000, cuando casi 1,7 millones de personas fueron detenidas por la Patrulla Fronteriza.

La mayor preocupación de quienes trabajan en los puestos de control y de organizaciones de derechos humanos es la creciente llegada de menores de edad sin acompañantes. En 2017 llegaron unos 41,000, lo que representa un descenso frente al 2016, pero es más del doble de los que llegaban a principios de la década. Y eso es algo de lo que, curiosamente, no habla el presidente.

Las drogas

En este tuit el presidente hace referencia específica al problema de las drogas que vienen de México para alimentar el mercado estadounidense y aunque la Casa Blanca ha declarado una emergencia por la crisis del consumo de opioides, ha dejado de reconocer la corresponsabilidad que anteriores gobiernos aceptaban en un problema que no es solo oferta sino también demanda, la que representa el mayor mercado de consumidores de drogas del mundo.


En cuanto a drogas, las incautaciones hechas en el borde entre México y EEUU han descendido en la última década, lo cual indica que se está produciendo un menor tráfico desde el sur del continente por esa vía. Sin embargo, en el caso de la cocaína, los traficantes parecen estar prefiriendo otras rutas, considerando que, de acuerdo con el reporte de la Oficina de Fronteras y Aduanas, más de la mitad de las intercepciones e producen en otros límites fronterizos, particularmente marítimos.

Si ha crecido el tráfico de metanfetaminas y heroína, de la que los carteles mexicanos se han convertido en los mayores proveedores para el mercado estadounidense, lo que refleja cambios en patrones de consumo de los estadounidenses.

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Sin embargo, algunos advierten que una barrera física como la que se imagina el presidente, sumado al envío de tropas a la frontera, no va a cambiar demasiado el contrabando desde el sur, sobre todo porque de acuerdo con los datos oficiales, la mayoría de las incautaciones de estas últimas dos drogas se producen en los puestos de control, donde los narcotraficantes esperan aprovechar el gran número de cruces para burlar los controles.

Desplegados de inmediato. Arizona anunció este lunes que desplegaría a desplegará 225 miembros de la Guardia Nacional en la frontera de Estados Unidos y México este lunes, en los sectores de Tucson y Yuma. En la imagen, los soldados están alineados en el cuartel del Papago Park Military Reservation a la espera del gobernador del estado, Doug Ducey.
"Todo lo posible para asegurar la frontera". Kristen Vannatter, una guardia nacional del estado de West Virginia, en un punto de control para detectar personas que entren ilegalmente a Estados Unidos. La imagen es de El Paso, Texas, el 26 de junio de 2007. El presidente George W. Bush mandó en 2006 unos 6,000 guardias nacionales. "No se trata de militarizar la frontera", dijo entonces un alto cargo de seguridad nacional. "El presidente está tratando de hacer todo lo posible para asegurar la frontera. Es lo que los estadounidenses quieren".
<b>Vigilando la línea. </b>Una miembro de la Guardia Nacional de Texas controla docenas de cámaras de seguridad que operan en la frontera entre El Paso y Ciudad Juárez, en junio de 2007. Fue llamada Operación Jump Start, estuvo en marcha dos años y una de sus misiones fue contruir algunas partes del muro fronterizo.
<b>En territorio estadounidense. </b>Voluntarios de la Guardia Nacional observan la ciudad fronteriza de Tijuana, México, desde territorio estadounidense, cerca de Otay Mesa, California, en julio de 2006. Eran parte de la presencia que desplegó la Guardia Nacional en California durante dos años. Ayudaron a levantar muro fronterizo.
Bajo la orden de Obama. Un miembro de la Guardia Nacional de California vigila la frontera con México en septiembre de 2010, cuando el gobierno de Barack Obama decidió mandar más de un millar de agentes. En varios estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos se vivía una guerra abierta entre cárteles de la droga. Cerca de 260 miembros de la Guardia Nacional de California vigilaron la frontera con México y asistieron a la Patrulla Fronteriza.
Contra los carteles. Un miembro de la Guardia Nacional de California conduce un automóvil hacia un puesto de vigilancia de la frontera con México en septiembre de 2010, a unas millas de San Diego. Los 1,200 miembros de la Guardia Nacional que mandó Obama se justificaron para prevenir la violencia fronteriza y responder al tráfico de drogas.
<b>Despliegue en Texas. </b>Un guardia nacional desplegado en la frontera en 2014 por decisión del gobernador de Texas, Rick Perry, ante el aumento de niños solos y familias indocumentadas que llegaron ese verano a la zona del Río Grande.
<b>Inspeccionando la frontera. </b>Tropas de la Guardia Nacional de Texas controlan el posible cruce de inmigrantes indocumentados cerca del Río Grande, que marca la frontera entre Estados Unidos y México. Las autoridades del estado sureño dijeron entonces que los soldados servían de "ojos extra" para inspeccionar y reportar actividad sospechosa cerca del río.
Emergencias sociales. Margarita Anaya, una soldado de la Guardia Nacional, cuida a un bebé en Laredo, en la frontera de Texas. Fue durante la llamada Operación Lone Star, que durante cinco días de 2016 intentó proveer atención médica gratuita a las comunidades más empobrecidas del sur de Texas, cerca de México.
Ayuda humanitaria. Esa es, sin embargo, una de las misiones primordiales de la Guardia Nacional en Estados Unidos: las emergencias. En la imagen, un soldado rescata a una vecina de su casa inundada por las lluvias torrenciales que el Huracán Harvey dejó en Houston, Texas, a finales de agosto de 2017.
Guardias nacionales de Nevada. Los sargentos Lowell y Bundy hablan en la avenida Tropicana de Las Vegas, Nevada, mientras controlan la seguridad en la ciudad de los casinos el 31 de diciembre de 2017. La Guardia Nacional se sumó a la policía de manera excepcional tras la terrible masacre perpetrada en la ciudad durante un conciero masivo tres meses antes.
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Desplegados de inmediato. Arizona anunció este lunes que desplegaría a desplegará 225 miembros de la Guardia Nacional en la frontera de Estados Unidos y México este lunes, en los sectores de Tucson y Yuma. En la imagen, los soldados están alineados en el cuartel del Papago Park Military Reservation a la espera del gobernador del estado, Doug Ducey.
Imagen Ross D. Franklin/AP
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