El retorno a Nixon: la animadversión de Donald Trump a la prensa rompe con décadas de transparencia

El presidente que más se sometió a las preguntas de los periodistas fue George H. W. Bush. Las ruedas de prensa regulares que inauguró Eisenhower han sido la norma, aunque ahora Trump le ha puesto un toque personal, como todo lo suyo.

María Ramírez
Por:
María Ramírez.
Desde que fue elegido presidente, Donald Trump no ha dado aún una rueda de prensa
Desde que fue elegido presidente, Donald Trump no ha dado aún una rueda de prensa
Imagen TIMOTHY A. CLARY/AFP/Getty Images

La rueda de prensa de este miércoles de Donald Trump es la primera desde el 27 de julio del año pasado. Han pasado 168 días en los que el presidente electo no se ha sometido a las preguntas en una sesión abierta con reporteros, algo inusual en la historia reciente de Estados Unidos.

PUBLICIDAD

La tradición de la transparencia y de la comunicación habitual y pública con la prensa la instauró el presidente Eisenhower gracias, en particular, a su portavoz, James Hagerty, que había sido periodista del New York Times e inauguró la práctica de las ruedas de prensa regulares y cuyo contenido se pudiera publicar libremente.

La transparencia tuvo sus momentos bajos por presidentes secretistas como John F. Kennedy y Richard Nixon pero al menos desde Ronald Reagan la responsabilidad de explicación pública de los presidentes ha sido una obligación más.

¿De quién es la rueda de prensa?

La desconfianza de Trump hacia los medios y las ganas de saltarse sus deberes de transparencia tienen como último precedente más claro a Nixon.

En diciembre de 1970, su director de comunicación, Herbert Klein, explicaba en un artículo en el New York Times cuál era la función de la rueda de prensa (o “ news conference”, como él las llamaba para enfatizar que el protagonista era el presidente y no la prensa).

“El objetivo esencial de una rueda es transmitir información del presidente a la gente. Nunca se planteó como un debate, o un espectáculo, o una arena para que el presidente o los reporteros enseñaran sus habilidades o su animadversión”, escribía Klein. “La conferencia es del presidente. Esto es incontestable”.

Klein también subrayaba que Nixon no necesitaba a los periodistas de intermediarios. Entonces no había tuits, pero sí “muchos otros métodos de comunicación fuera de cámara: mensajes, declaraciones, discursos, comentarios y cartas” que Nixon usaba “constantemente”. Las ruedas de prensa, según Klein, sólo eran “una de las muchas maneras en las que el presidente se comunica con la gente”.

PUBLICIDAD

Unos días después, dos periodistas, Stuart Loory, de Los Angeles Times, y Jules Witcover, del Washington Post, le contestaron en una carta al Times. Los reporteros defendían que las ruedas de prensa eran “el único mecanismo para que el público pida responsabilidades al presidente” entre elecciones. Criticaban en particular la afirmación de que las ruedas de prensa son “del presidente”: “El presidente tiene muchas maneras de informar al público, pero sólo las preguntas pueden sacar las aclaraciones necesarias para una comunicación exitosa”. También recordaban que no se trata de una “confrontación”, sino de la “búsqueda de la verdad, un objetivo al que la prensa y el gobierno están dedicados”.

Nixon y las patadas

Este intercambio sucedía más de un año antes del asalto del Watergate que acabaría llevando a Nixon a dimitir. Pero ya entonces la relación del presidente con la prensa era de desconfianza mutua.

El presidente creía que la prensa quería su fracaso ya desde que se presentó a gobernador de California en 1962. Cuando perdió, dijo que ésa sería su última rueda de prensa y les dijo un centenar de periodistas reunidos en un hotel de Beverly Hills: “Ya no tendréis a Dick Nixon para patearle”.

No fue la última rueda de prensa y ocho años después fue elegido presidente. Pese a su mala relación con la prensa, Nixon nunca utilizó palabras tan duras como Trump en público, no persiguió a periodistas concretos y no animó a sus seguidores a ir contra los reporteros. Su tono ante las cámaras solía ser sólo irónico.

En su intento de contraste con la era del Watergate, Jimmy Carter se volcó en las ruedas de prensa ( dio 52 en solitario en sus cuatro años en la Casa Blanca frente a las 29 de Nixon en sus seis). Ronald Reagan mantuvo las prácticas básicas de comunicación, pero fue menos comunicativo, sobre todo por la cerrazón de su Administración en los últimos años de su segundo mandato.

PUBLICIDAD

Sobre todo desde George H.W. Bush todos los presidentes han aceptado las prácticas de comunicación habituales. Bush padre tiene el récord de ruedas de prensa en solitario, sobre todo considerando que sólo gobernó cuatro años: dio 89 en solitario en un mandato.

La nueva era

El presidente Barack Obama ha dado 64 ruedas de prensa individuales (las conjuntas con otros líderes suelen ser más cortas y con menos posibilidades de preguntas directas al presidente de EEUU). Sus conferencias han sido largas pero a menudo por sus respuestas de hasta 20 minutos cada una.

La relación con la prensa de Obama pasó del idilio de su primera campaña a la desconfianza con la que suelen acabar con los presidentes, pero ha respetado las prácticas de lo básico en la información de sus movimientos (con un pool que no le ha dejado ni en las cenas románticas con Michelle) y en las ruedas de prensa y entrevistas habituales.

Ya antes de que ganara Trump la prensa esperaba una nueva era más secretista que la de Obama.

Hillary Clinton desconfía de la prensa desde las primeras críticas que recibió como primera dama de Arkansas por no querer renunciar a su apellido (al final lo hizo) o no ser “tradicional” por tener un empleo y no tener hijos (antes de tener a Chelsea). Como primera dama, quiso trabajar el plan de reforma sanitaria con el máximo secretismo posible. Aunque su relación con la prensa se fue relajando con los años en la campaña de 2016 también mantuvo las distancias.

Como candidata, Clinton pasó meses sin dar ruedas de prensa y tardó en viajar junto a la prensa. Trump daba ruedas de prensa al principio de la campaña, pero acabó superando el récord de Clinton y hasta ahora nunca ha admitido un pool de prensa que le siga como candidato o como presidente electo de manera consistente.

PUBLICIDAD

Trump ha amenazado a la prensa como nunca antes en la historia de la democracia estadounidense. También cosechó una animadversión editorial nunca vista incluso entre las publicaciones con una línea editorial conservadora. Entre los 100 principales periódicos de Estados Unidos, sólo dos pidieron el voto para él mientras que 57 lo hicieron para su rival. En 2012, por ejemplo, 35 pidieron el voto para Mitt Romney y 41 para Barack Obama.


La mayoría de las prácticas de comunicación son costumbre y el presidente no tiene ninguna obligación legal de cumplirlas. Pero la democracia se basa en la transparencia, algo en lo que hasta ahora Estados Unidos ha sido muy superior respecto a la mayoria.

Como recordaban los periodistas Loory y Witcover en 1971, “el interés profundo” es del “público, no sólo de la prensa”.

Vea también: Así crece el equipo de gobierno de Donald Trump

<b>Scott Pruitt, agencia ambiental EPA. </b>Desde su despacho como fiscal, Pruitt demandó a la EPA en varias ocasiones incluyendo un litigio en contra del Plan de Energía Limpia que es la columna vertebral de la iniciativa ambiental del mandatario Barack Obama.
<b>Linda McMahon, agencia de pequeños negocios.</b> Cofundadora y expresidenta de la empresa de lucha libre 
<b><a href="http://www.wwe.com/">World Wrestling Entertainment</a></b>, McMahon nunca ha desempeñado ningún cargo de elección popular, aunque se lanzó al Senado por Connecticut en 2010 y 2012, perdiendo en ambas ocasiones. Gastó cerca de $100 millones de su propia fortuna en las campañas, el doble que el mismo Trump en su carrera presidencial. De hecho 
<b>McMahon donó 6 millones de dólares a un Super PAC que apoyó la candidatura de Trump.</b> El magnate ha compartido escenario de lucha libre con su esposo, Vince McMahon.
<b>Ryan Zinke, secretario de Interior. </b>Geólogo de la Universidad de Oregon , sirvió en la Marina de EEUU entre 1986 y 2008 y es representante en el Congreso por el estado de Montana.
<b>Rick Perry, Departamento de Energía. </b>Exgobernador de Texas. Aunque sugirió en el pasado que no debería existir el departamento de Energía, fuentes involucradas en el proceso indicaron que él es el seleccionado por el presidente electo Donald Trump para que gestione este departamento.
<b>Rex Tillerson</b>, 
<b>secretario de Estado</b>. Ejecutivo de 64 años nacido en Wichita Falls, Texas, tiene un vasto recorrido de cuatro décadas en Exxon Mobile, el gigante petrolero que preside desde 2006. Se trata de un hombre con estrechos vínculos con el gobierno de Vladimir Putin. No tiene ninguna experiencia en cargos públicos ni formación diplomática.
<b>Andrew Puzder, secretario de Trabajo. </b>Director de CKE Restaurants Holdings Inc., se ha opuesto a elevar hasta los 15 dólares el salario mínimo. Se calcula que el 60% de los latinos cobra menos de esta cifra por hora.
<b>John F. Kelly, Departamento de Seguridad Nacional. </b>El exmarine de 66 años que se convertiría en una suerte de "halcón de seguridad fronteriza" de la adminitración Trump se enfrentó con el presidente Barack Obama en temas como el ingreso de las mujeres a combate. Según el periódico The Washington Post, Kelly tiene planes de cerrar la prisión en Guantánamo, en Cuba.
<b>Ben Carson, Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano.</b> El neurocirujano retirado y antiguo contendiente en las primarias republicanas, ha sido la elección del presidente electo Donald Trump para ocupar el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD, por su sigla en inglés). Carson, de 65 años, será el primer afroestadounidense en entrar a formar parte del futuro gobierno de Trump, que asumirá su cargo el próximo 20 de enero.
<b>James Mattis, secretario de Defensa.</b> "Vamos a nombrar a Mattis como nuestro secretario de defensa, pero no lo anunciaremos hasta el lunes, así que no se lo digan a nadie", dijo Trump con un tono de confidencia ante las cámaras y el público de Cincinnati, Ohio.
<b>Elaine Chao, secretaria de Transporte.</b> Veterana de anteriores gobiernos republicanos, trabajó con George W. Bush y con su padre George H.W. Bush. Ahora le tocará promover el ambicioso plan de infraestructura que Trump prometió durante la campaña y cuyo financiamiento puede enfrentar problemas en el congreso.
<b>Wilbur Ross, secretario de Comercio. </b>Fue un generoso contribuyente a la campaña de Trump e incluso actuó como asesor económico. Su fortuna según Forbes está estimada en $2.900 millones y muchas de sus posturas están en línea con las promesas de campaña de Trump: ruptura de los "malos acuerdos comerciales", más aranceles para los productos chinos, reducción de impuestos y regulaciones para las compañías de energía, y para las corporaciones que hoy pagan una tasa de 35% y en su opinión deberían ser solo 15%.
<b>Tom Price, secretario del departamento de Salud.</b> El presidente electo Donald Trump eligió al representante por Georgia Tom Price, un acérrimo crítico de la reforma sanitaria Obamacare, como el y Servicios Humanos, según reportaron varios medios este lunes en la noche citando funcionarios con conocimiento sobre el equipo de transición.
<b>Betsy DeVos, secretaria de Educación.</b> El presidente electo 
<b><a href="http://www.univision.com/temas/donald-trump">Donald Trump</a></b> nombró a la activista conservadora que ha abogado por un sistema de educación con escuelas chárter, que funcionaría por medio de ayudas. DeVos es una donante del Partido Republicano de Michigan, un estado donde Trump ganó inesperadamente en noviembre.
<br>
<b>Nikki Haley, representante en la ONU.</b> Pasadas las aparentes discrepancias en campaña, el presidente electo 
<b><a href="http://www.univision.com/personas-donald-trump" target="_blank">Donald Trump</a></b> quiere que la gobernadora de Carolina del Sur, 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/politica/quien-es-nikki-haley-la-mujer-que-respondera-al-discurso-de-obama" target="_blank">Nikki Haley</a></b>, sea la representante de Estados Unidos ante Nacionales Unidas.
<b>Jeff Sessions, fiscal</b> 
<b>general de la nación.</b> El senador por Alabama se ha opuesto a la inmigración legal, incluyendo programas para trabajadores provisionales para inmigrantes sin papeles y programas de visas para las ciencias, matemáticas y alta tecnología. En 1986 fue bloqueado de convertirse en juez federal por acusaciones de racismo. Sus colegas dieron testimonio jurado de que usaba la palabra más ofensiva para referirse a la gente negra.
<b>Teniente general retirado Michael Flynn, asesor de seguridad nacional. </b>Fue director de la Agencia de Inteligencia de Defensa en la Casa Blanca de 2012a 2014. Ha catalogado el Islamismo como nada más que una "ideología política", y promocionado que se debe usar la frase "terrorismo islámico radical". En una ocasión publicó un video en su cuenta de Twitter que incluía el mensaje: 
<b><a href="https://twitter.com/GenFlynn/status/703387702998278144" target="_blank">"El miedo de los musulmanes es racional"</a></b>.
<b>Mike Pompeo, director de la CIA.</b> Congresista republicano de Kansas, antiguo oficial del ejército, formó parte del comité del Congreso sobre Bengasi, Libia, donde fue uno de los verdugos de las actuaciones de 
<b><a href="http://www.univision.com/personas-hillary-clinton">Hillary Clinton</a></b> como secretaria de Estado. es uno de los congresistas que más ferozmente se han opuesto a lo que él define como "amnistía para los inmigrantes ilegales".
<b>Stephen Bannon, asesor de estrategia política</b>. Es un personaje inquietante por su historial como presidente ejecutivo del medio digital 
<i>Breitbart News,</i> que ha difundido durante meses ideas contra los judíos, las mujeres y los inmigrantes indocumentados. Ejerció como oficial naval y como banquero en varios países. Se ha declarado admirador de Lenin y ha dicho que 
<i>Breitbart</i> es "una plataforma" para el grupo antisemita Alt-right.
<b>Reince Priebus, jefe de gabinete de la Casa Blanca. </b>Presidente del Comité Nacional Republicano. Tiene 44 años y nunca ha sido elegido para ningún cargo público. Ha construido su carrera en torno a su amistad con el speaker 
<b><a href="http://www.univision.com/personas-paul-ryan">Paul Ryan</a></b> y el gobernador 
<b><a href="http://www.univision.com/personas-scott-walker">Scott Walker</a></b>, los dos republicanos más influyentes del estado en el que se crió, Wisconsin. Priebus ha levantado el Partido Republicano a base de contentar a las distintas familias de la institución.
1 / 19
Scott Pruitt, agencia ambiental EPA. Desde su despacho como fiscal, Pruitt demandó a la EPA en varias ocasiones incluyendo un litigio en contra del Plan de Energía Limpia que es la columna vertebral de la iniciativa ambiental del mandatario Barack Obama.
Imagen EDUARDO MUNOZ ALVAREZ/Getty Images
En alianza con
civicScienceLogo