En Washington parece haber distintas posiciones sobre qué política se seguirá en Siria y cuál será el futuro de su presidente, Bashar al-Asad. ¿Será parte de la solución militar y política que dicen buscar en la crisis siria? Este domingo quedó claro que depende del portavoz al que se le pregunte.
El gobierno de Trump se contradice sobre qué hacer con el presidente de Siria Bashar al-Asad
Mientras la embajadora en la ONU Nikki Haley habla de la "salida inevitable" del mandatario, el secretario de Estado Rex Tillerson asegura que la prioridad es derrotar a ISIS y luego entrar en negociaciones políticas en las que podría estar al-Asad.
Por una parte la embajadora de EEUU ante la Organización de Naciones Unidas Nikki Haley asegura que sacar del poder a al-
Asad es una prioridad de Washington, y marca un dramático cambio de política de la Casa Blanca de Donald Trump respecto al conflicto sirio despúes del ataque químico contra un pueblo del oeste del país que dejó decenas de muertos y la represalia de EEUU contra una base aérea siria.
Por otra, el jefe de la diplomacia estadounidense Rex Tillerson dice que derrotar a ISIS es lo fundamental y que luego podrán verse soluciones para estabilizar al país, desgarrado por una guerra civil desde 2011.
En una entrevista con la cadena de noticias CNN la mañana del domingo, Haley, explicó que la salida del presidente siro es “inevitable”, algo que apenas la semana pasada había descartado completamente.
“El cambio de régimen es algo que pensamos que va a suceder porque todas las partes van a ver que al-Asad no es el líder que se necesita para Siria”, dijo el domingo Haley
“Si ves sus acciones, si ves la situación, es difícil ver un gobierno pacífico y estable con al-Asad”, aseguró Haley a CNN.
.@nikkihaley on #CNNSOTU w/ @jaketapper on Assad : "regime change is something that we think is going to happen." pic.twitter.com/DW5BSXeIBG
— State of the Union (@CNNSotu) April 8, 2017
"ISIS primero"
Mientras tanto, casi a la misma hora y por otro canal televisivo, el secretario de Estado Rex Tillerson ofrecía una versión que parecía moderar lo expresado por Haley.
“Creo que podemos enfocar nuestra atención directamente a la estabilización de la situación en Siria”, dijo Tillerson en una entrevista con el programa de la cadena CBS grabada la noche del sábado, pero difundida el domingo en el programa Face the Nation
Para Tillerson es imprescindible la derrota del grupo Estado Islámico y que después se podrán dar las conversaciones políticas necesarias, de las que no descartó que pudiera participar el actual gobierno de al-Asad.
“El tema de cómo el liderazgo de al-Asad se mantiene o debe irse es algo sobre lo que trabajaremos con aliados y otros en la coalición, pero con cada una de esas acciones él continúa debilitando su legitimidad”, dijo Tillerson.
En su entrevista con CNN la embajadora Haley explicó las otras prioridades del gobierno de Trump son derrotar al grupo extremista Estado Islámico o ISIS, como también se le conoce; eliminar la influencia de Irán en la zona y buscar una solución política al conflicto.
“Al final del día esta es una situación complicada, no hay respuestas fáciles y la solución política tendrá que producirse”, reconoció la embajadora quien desde el Consejo de Seguridad de la ONU se ha convertido en la portavoz más dura de las políticas estadounidenses en Siria.
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Voces radicales
El miércoles, un día antes del bombardeo estadounidense a una base aérea siria, Haley advirtió que si la ONU no hacía nada luego del ataque químico que dejó unos 80 muertos en un pueblo del norte de la nación árabe, del que responsabilizan al gobierno de Damasco, Washington tomaría medidas.
A muchos en Washington les preocupa el concepto de “cambio de régimen” que usó la embajadora porque les parece una manera eufemística de referirse a una operación militar directa en el terreno, lo que metería a EEUU en el complejo conflicto de Siria y pondría en peligro vidas de soldados estadounidenses.
Precisamente uno de los mensajes de Trump durante su campaña era que Washington debía evitar seguir inmiscuyéndose en guerras extranjeras y abogaba por un replanteamiento de las obligaciones militares que se había impuesto EEUU desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, incluso su función dentro de la OTAN.
También desde uno de los programas de la mañana del domingo, el senador Marco Rubio, miembro del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, se refirió a las diferencias de enfoque entre Haley y Tillerson y aseguró que la estrategia del gobierno está basada en “presunciones que no van a funcionar”.
“No existe eso de ‘Asad si, ISIS no’. Eso de que puedes derrotar a ISIS mientras Asad sigue allí no es cierto. Son dos lados de la misma moneda. Mientras Asad siga en el poder en Siria tendrás una razón para que la gente se radicalice en Siria”














