Trump no puede ser enjuiciado por ordenar el violento desalojo de manifestantes frente a la Casa Blanca, determina una jueza

La jueza federal Dabney L. Friedrich dijo que no hay pruebas suficientes de que el expresidente y sus funcionarios planificaron en junio de 2020 reprimir una manifestación para permitirle a Trump tomarse la polémica foto frente a una iglesia mostrando la biblia.

Por:
Univision y AFP
El presidente Trump amenazó con militarizar el país y ordenó lanzar gases lacrimógenos contra manifestantes para poder salir a tomarse una foto frente a la Iglesia Episcopal St. John, cerca de la Casa Blanca.
Video Protestas por la muerte de George Floyd se extienden y el presidente lanza amenazas contra manifestantes

Una jueza federal desestimó este lunes la mayor parte de las demandas presentadas en un caso contra el expresidente Donald Trump después de que en junio de 2020 fuerzas de seguridad desalojaran por la fuerza a manifestantes pacíficos frente a la Casa Blanca que protestaban por la muerte del afroestadounidense George Floyd a manos de la policía de Minneapolis.

La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y otros grupos de derechos civiles estadounidenses acusaron al entonces presidente y a altos funcionarios de violar los derechos constitucionales de los activistas de Black Lives Matter y de manifestantes individuales.

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La jueza Dabney L. Friedrich, de Washington, desestimó la mayoría de las demandas presentadas contra Trump, explicando en un dictamen de 51 páginas que las acusaciones de que el expresidente y varios de sus altos funcionarios habían conspirado para abrirse camino y hacerse una foto eran demasiado especulativas.

"Estas acusaciones, tomadas como verdaderas, no muestran suficientes 'eventos, conversaciones o documentos que indiquen un acuerdo o reunión de mentes' entre los demandados para violar los derechos (de los demandantes) basados en (su) pertenencia a una clase protegida", escribió.

También desestimó el intento de los demandantes para obtener una orden judicial que exija al gobierno que cambie sus prácticas de uso de la fuerza contra los manifestantes.

Friedrich, designada como jueza por Trump en 2017, también dictaminó que los acusados federales, como el entonces fiscal general William P. Barr y el entonces jefe de la Policía de Parques Nacionales, Gregory T. Monahan, son inmunes a las demandas civiles y no pueden ser demandados por daños y perjuicios, y que Black Lives Matter como grupo no podía demostrar que había sido perjudicado directamente por las acciones contra los manifestantes.

La jueza sí autorizó que siguieran adelante los litigios que cuestionaban las restricciones federales a las protestas en la plaza Lafayette, justo enfrente de la Casa Blanca, así como contra los organismos policiales locales que apoyaban la operación.

El caso

El 1 de junio, manifestantes indignados por el asesinato del afroestadounidense George Floyd a manos de un policía de Minnesota, se reunieron en la plaza Lafayette, que se acabó convirtiendo en el foco de las protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Washington.

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La iglesia episcopal de St. John, situada frente a Lafayette Park, había sido pintada con grafitis y dañada en un incendio durante las manifestaciones de la noche anterior.

Las fuerzas del orden obligaron a los manifestantes a retroceder con gas pimienta y bombas de humo antes de que Trump se dirigiera a la iglesia para hacerse una polémica foto.

Trump posó con una Biblia en el exterior del edificio, apenas unos minutos después de prometer el envío de miles de soldados fuertemente armados para detener las manifestaciones.

El acto intempestivo de Trump en la iglesia St. John causó entonces una reacción airada de la reverenda Mariann Budde, la obispa del episcopado de Washington, quien en una entrevista telefónica con el diario The Washington Post dijo sentirse "indignada".

"Soy la obispa de la Diócesis Episcopal de Washington y no se me dio ni siquiera una llamada de cortesía, para que limpiaran (la zona) con gas lacrimógeno para poder usar una de nuestras iglesias", se quejó Budde.

La protesta cerca de la Casa Blanca se tornó violenta hacia la noche. Los manifestantes demandan justicia por la muerte del afroestadounidense George Floyd después de ser retenido por los oficiales de policía de Minneapolis.
La policía de Washington D.C. arrojó gases lacrimógenos contra los manifestantes que emplearon métodos violentos para protestar por la reciente muerte de George Floyd en Minneapolis.
Los manifestantes violentos destrozaron ventanas de edificios prominentes, volcaron automóviles y provocaron incendios a pocas cuadras de la Casa Blanca.
Fue el sexto día de disturbios en todo el país desde la muerte del afroestadounidense George Floyd la semana pasada en Minneapolis. A pesar de que en algunas ciudades se impuso el toque de queda, las protestas continuaron.
La Casa Blanca apagó casi todas sus luces exteriores, mientras los manifestantes se agolpaban. El presidente Trump y su familia fueron trasladados a un búnker subterráneo.
Durante los disturbios ocurridos la noche anterior en las inmediaciones de la Casa Blanca, unos setenta agentes del Servicio Secreto y de la Policía Metropolitana resultaron heridos.
Los manifestantes encendieron hogueras en las zonas adyacentes a la Casa Blanca, incendiaron algunos comercios y atacaron con piedras y cocteles molotov a los agentes policiales.
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Los gentes de policía en Washington D.C. avanzan sobre los manifestantes después de que incendiaran tres autos durante una manifestación por la muerte de George Floyd.
Desde temprano, las barricadas de metal que guardan la distancia entre los transeúntes y la Casa Blanca estaban casi a la mitad de Lafayette Square, pero eso no disuadió a los manifestantes.
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"Sin justicia no hay paz", era uno de los gritos más insistentes que se mezclaba con el "no puedo respirar", en alusión al pedido de Floyd, quien falleció el lunes pasado por la noche después de ser detenido de forma violenta bajo sospecha de haber intentado usar un billete falso de 20 dólares en un supermercado.
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Un manifestante ve un automóvil quemarse durante una protesta por la muerte de George Floyd, cerca de la Casa Blanca en Washington.
En el parque Lafayette, cerca de la Casa Blanca, se congregaron los manifestantes. La policía les lanzó bombas lacrimógenas para dispersarlos.
Un doctor de la Cruz Roja atiende a uno de los manifestantes afectados por la inhalación de gases lacrimógenos.
Hacia la noche arrecieron las acciones de grupos de manifestantes que apelaron a métodos violentos.
En algunos momentos del domingo, antes de que estallaran los focos de violencia, los manifestantes cantaron, se desahogaron y gritaron su indignación.
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La protesta cerca de la Casa Blanca se tornó violenta hacia la noche. Los manifestantes demandan justicia por la muerte del afroestadounidense George Floyd después de ser retenido por los oficiales de policía de Minneapolis.
Imagen Evan Vucci/AP
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