La nueva estrategia de seguridad nacional de Trump amplía el uso de la disuasión nuclear

"Si bien las estrategias de disuasión nuclear no pueden evitar todos los conflictos, son esenciales para prevenir ataques nucleares, ataques estratégicos no nucleares y agresiones convencionales a gran escala", dice el documento de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional anunciada por el presidente Trump.

Por:
Univision
Trump reveló su nueva estrategia de seguridad nacional este lunes 18 de diciembre.
Trump reveló su nueva estrategia de seguridad nacional este lunes 18 de diciembre.
Imagen Getty Images

El presidente Donald Trump dio señales este lunes de que Estados Unidos quiere ampliar el uso de sus armas nucleares como parte de la nueva estrategia de seguridad nacional.

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Trump habló, entre los asuntos más destacados, de la creciente competencia con Rusia y China que, según dijo, "buscan desafiar la influencia, los valores y la prosperidad de Estados Unidos".

Sin embargo, uno de los temas más críticos por la actual coyuntura en la Península de Corea es la real amenaza que representa el gobierno de Corea del Norte ante sus recurrentes pruebas con bombas atómicas y de misiles balísticos, el último de ellos con el potencial de llegar a territorio continental estadounidense.

En la nueva Estrategia de Seguridad Nacional y bajo el eslogan de 'paz a través de la fortaleza', Trump enfatizó en la consolidación de un presupuesto militar ampliado que para 2018 puede ascender a 700,000 millones de dólares, lo que el propio presidente considera un récord.

"Reconocemos que la debilidad es la ruta más segura al conflicto y que un poder sin rivales es el medio más seguro para la defensa".

El documento de la nueva estrategia de Seguridad Nacional critica la degradación del papel de las armas nucleares en la estrategia de seguridad de los EEUU durante anteriores gobiernos desde el fin de la Guerra Fría, y sugirió que no habían impedido que las potencias nucleares expandieran el número de bombas atómicas y de misiles balísticos.

"Si bien las estrategias de disuasión nuclear no pueden evitar todos los conflictos, son esenciales para prevenir ataques nucleares, ataques estratégicos no nucleares y agresiones convencionales a gran escala", dice el documento de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional.

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Justo el punto de 'ataques estratégicos no nucleares' representa una nueva categoría de amenaza de EEUU con armas nucleares que no estaba presente en anteriores políticas de defensa. Según este enunciado, podría haber cambios en la Revisión de la Postura Nuclear, un documento que se espera en las próximas semanas.

Los expertos temen que EEUU pueda estar ampliando sus justificaciones para un ataque nuclear aún cuando la nación que representa la amenaza no haya usado estas armas o haya usado solamente armamento convencional.

En las últimas semanas ha habido señales contradictorias del gobierno de Trump respecto a cómo hacer frente a las pruebas atómicas y de misiles por parte del gobierno de Kim Jong Un. Mientras el secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo hace unos días que estaban dispuestos a sentarse a dialogar cara a cara con el régimen norcoreano, horas después un comunicado de la Casa Blanca señalaba que no estaban dadas las condiciones.

Hasta ahora la amenaza más directa del gobierno de EEUU vino de la boca del propio presidente Trump, quien indicó que Corea del Norte podría enfrentar "fuego y furia" si seguía con el desarrollo de su programa nuclear con fines bélicos.

<a href="https://correspondent.afp.com/ed-jones">Ed Jones es un fotógrafo francés</a> que desde septiembre de 2016 se mudó a Pyongyang, la capital de Corea del Norte. Su lente ha sido uno de los pocos de occidente que ha podido capturar la realidad de un país que entre gigantes esculturas de su dictador Kim Jung Un y festivos desfiles militares cada vez que se prueba un nuevo misil se revela como todo un misterio para resto del mundo. 
<br>ED JONES/AFP/Getty Images
Si bien sus fotografías habían logrado capturar la vida cotidiana de la gente de la capital, el pasado mes de noviembre, el fotógrafo de la Agencia France-Presse pudo visitar la segunda y tercera ciudad más importante de Corea del Norte e incluso recorrer la frontera con China que es conocida por ser la parte más comercial de Corea del Norte. Lo que se encontró fue una realidad abismalmente diferente a la que había registrado en la capital. ED JONES/AFP/Getty Images
En una Corea del Norte profundamente rural, Ed Jones se topó con vestigios de una pasada industrialización detenida en el tiempo y fotografió la evidencia de fábricas olvidadas, casi en ruinas. 
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La desolada plaza pública de Rason, una población ubicada al noreste del país, que colinda con los países vecinos China y Rusia, parece dar una imagen contundente de la realidad de Corea del Norte por fuera de la publicitada capital. Los vetos económicos y comerciales de Naciones Unidas por el programa nuclear que ha adelantado este país parece dejar su huella más allá de los alardeos del dictador. ED JONES/AFP/Getty Images
Hamhun, la segunda ciudad más importante del país, y que solía ser un enclave comercial es un lugar sin automóviles, en el que se ve cómo entre bicicletas y ciudadanos ataviados con chaquetas de invierno la gente jala sus carros repletos de alimentos de comida.
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En 
<a href="https://www.washingtonpost.com/news/worldviews/wp/2017/12/04/photos-from-north-koreas-east-coast-show-how-tough-life-is-away-from-the-capital/?tid=pm_pop&utm_term=.3d7c47a907a7">sus apuntes hechos para el Washington Post,</a> Ed Jones dejó en evidencia que muchas de las casas que visitó no tenían ventanas, sino plásticos tensados y que los techos los tenían casi caídos. 
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Como si se tratara de un viaje en el tiempo, conforme se fue acercando más a la costa se fue topando con bestias llevando grandes cargamentos, e incuso a pobladores jalando carros con sus propia producción agrícola.
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En esta foto tomada el 19 de noviembre se ve a una madre y su hijo transportando madera en un camino cerca a Kiliju. ED JONES/AFP/Getty Images
Una imagen que volvió a repetirse a lo largo de ese camin. Los pobladores arrastrando su propio fuego. ED JONES/AFP/Getty Images
En un paisaje más bien árido, estos otros pobladores lavan coles en el río cercano a la ciudad de Raksan. ED JONES/AFP/Getty Images
En Chongjin, la tercera ciudad más importante del país, el fotógrafo ocasionalmente se topó con algunos edificios, carros y camiones, pero el paisaje en general siguió siendo dominado por ciudadanos en sus bicicletas o arrastrando carros en caminos sin pavimentar. ED JONES/AFP/Getty Images
Wosan fue quizás la ciudad más industriaizada con la que se topó, que sin embargo mostraba calles en mal estado. Quizás y como lo 
<a href="https://www.cnbc.com/2017/10/17/north-koreas-economy-may-not-survive-another-year-defector-says.html">advirtió el detractor del régimen Ri Jong Ho </a> la realidad de este país esté más cerca a sus advertencias de una población sin luz eléctrica y muchos desempleados que a las descripciones que suele hacer Kim Jung Un. ED JONES/AFP/Getty Images
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Ed Jones es un fotógrafo francés que desde septiembre de 2016 se mudó a Pyongyang, la capital de Corea del Norte. Su lente ha sido uno de los pocos de occidente que ha podido capturar la realidad de un país que entre gigantes esculturas de su dictador Kim Jung Un y festivos desfiles militares cada vez que se prueba un nuevo misil se revela como todo un misterio para resto del mundo.
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