Tras la tragedia de Charlottesville, la madre que perdió a su hija sigue su lucha contra el supremacismo

Su hija Heather Heyer falleció el 12 de agosto del año pasado cuando un supuesto simpatizante nazi embistió con su auto a un grupo de manifestantes que rechazaban la presencia de supremacistas blancos en la ciudad. Tras su muerte, ella asumió la labor de denunciar los movimientos racistas.

Por:
Univision
Susan Bro mira un dibujo de su hija Heather Heyer, quien murió atropellada en Charlottesville.
Susan Bro mira un dibujo de su hija Heather Heyer, quien murió atropellada en Charlottesville.
Imagen Steve Helber/AP.

Hace un año, Susan Bro tuvo la dolorosa tarea de hablar en el funeral de su hija Heather Heyer, la activista que unos días antes, el 12 de agosto, murió atropellada por un supuesto simpatizante nazi que estrelló su auto contra un grupo de personas que protestaban la presencia de grupos supremacistas y ultranacionalistas blancos en Charlottesville, Virginia.

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Ese día, con un aplomo poco común en un padre que ha visto a su hijo encontrar la muerte de manera tan insensata y violenta, Bro recordó a Heather y dejó una advertencia

“Trataron de matar a mi hija para silenciarla, pero ¿adivinen qué? La acaban de magnificar”, dijo Bro a los asistentes al funeral y les explicó que uno de los mensajes favoritos de su hija en redes sociales era: "Si no estás indignado, no estás prestando atención".

"Ella prestó atención e hizo que muchos de nosotros prestáramos atención (...) Quiero que esto se extienda, no quiero que esto muera, esto es solo el comienzo del legado de Heather", dijo hablando de su desaparecida hija, una asistente legal de 32 años muy apasionada por los temas de justicia social y muy crítica de la discriminación contra los afro estadounidenses que veía a diario en la pequeña ciudad de Virginia.

Un año después, Bro se encarga que otros presten atención y ese legado no muera al frente de la fundación que lleva el nombre de su hija, una organización dedicada a dar asistencia educativa a personas que quieran cursar carreras relacionadas con desarrollo social y la transformación no violente del país, como abogados, trabajadores sociales, o maestros.

La madre de Heather Heyer, la joven que murió en el atropello ocurrido en las protestas de Charlottesville, dedicó unas contundentes palabras en el funeral de su hija y aseguró que el mensaje de Heather ahora es más fuerte.
Video "Trataron de matar a mi hija para silenciarla, pero la han magnificado": Madre de la fallecida en Charlottesville


Bro trabaja todos los días en los mismos espacios donde su fallecida hija se desempeñaba como asistente legal, en una oficina del centro de la ciudad, no muy lejos de donde murió Heather, en una calle que ahora lleva su nombre.

“No solo voy a hablar y hablar fuerte y frecuentemente. Me voy a asegurar que otras personas hablen”, dijo Bro en una entrevista esta semana con la radio pública nacional NPR.

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“Ellos le quitaron el testigo de la mano. Bueno, yo lo recogí y no solo voy a correr con ese testigo sino que le voy pasando pequeños testigos a cuanta gente pueda”

La fundación reportó ingresos por 117,000 dólares en 2017, producto de donaciones hechas tras los eventos en Charlottesville y hasta ahora ha entregado tres becas por su cuenta y otras cinco en conjunto con otra fundación.


Mientras atiende la fundación, Bro dedica tiempo a asistir a las audiencias en la corte al hombre acusado de atropellar a Heyer y causar heridas a decenas de otros manifestantes el trágico día.

“Una parte de mí desea que todo fuera un mal sueño. Que el país no está tan dividido, que las vidas negras realmente han sido tratadas como si importaran. Que Heather está aquí”.

Susan Bro grabó un testimonio para StoryCorps, una organización sin fines de lucro que se dedica a recolectar y grabar historias personales de gente común para crear un registro oral de la vida en EEUU que se archiva en la Biblioteca del Congreso en Washington DC.

En su pieza habla con el jefe de su hija Alfred Wilson, cofundador de la fundación Heather Heyer, sobre cómo ha llevado el dolor de pérdida en el año que ha pasado.

“Para mí, el duelo es como estar en un océano poco profundo, con el agua hasta las rodillas. Cada tanto, una ola me baña. Y entonces me permito llorar y estar realmente triste mientras esa ola está allí, pero sé que se irá. Y eso es lo que me ayuda”, dice Bro.

El vehículo embistió contra la multitud -intencionalmente, según los testigos- que se oponían a una marcha de la derecha radical estadounidense, integrada por supremacistas blancos, y varios viandantes salieron despedidos, con un balance de una mujer muerta y una veintena de heridos.
Algunos sectores del Ku Klux Klan (KKK) y la derecha alternativa o Alt Right, expresaron su apoyo al presidente Trump durante la campaña electoral. El mandatario fue criticado por su respuesta, considerada tibia por algunos legisladores.
El Fiscal general Jeff Sessions rechazó estos "hechos de intolerancia racial y odio", que consideró traicionan valores fundamentales de Estados Unidos y aseguró que el peso de la justicia caerá contra los responsables de la violencia.
Trum fue criticado por condenar 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/incidentes-de-odio/donald-trump-condena-la-violencia-de-todos-los-lados-y-evita-senalar-directamente-a-los-grupos-supremacistas"> la "violencia de todos los lados"</a></b> y evitar rechazar directamente a los grupos de la ultra-derecha. Incluso miembros de su Partido republicano consideraron que su respuesta fue insuficiente y debería condenar a los supremacistas.
El veterano senador Orrin Hatch de Utah, twiteó "Debemos llamar al diablo por su nombre. Mi hermano no dio su vida luchando contra Hitler por sus ideas nazis para que sean aceptadas aquí en casa".
A última hora de la noche del sábado las autoridades estadounidenses acusaron formalmente de asesinato en segundo grado a James Alex Fields Jr., de 20 años y natural de Ohio, como presunto autor del atropello.
El senador republicano Ted Cruz, que fue rival de Donald Trump en las primarias del partido las pasadas elecciones, llamó a investigar el hecho como un "acto de terrorismo doméstico".
Las autoridades habían preparado un dispositivo de seguridad ante la posible llegada de entre 2,000 y 6,000 personas para participar en las protestas.
Centenares de personas llegaron a Charlottesville para participar o protestar contra la marcha "Unir a la derecha", ya un día antes estallando los primeros enfrenamientos cuando un grupo de supremacistas atravesó el campus de la universidad de Virginia portando antorchas.
Los manifestantes anti-racistas llevaban banderas del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) y cantabn consignas contra el racismo :"No Nazis, no KKK, no fascist USA", según recoge AFP.
Entre los supremacistas se veían banderas Confederadas, consideradas símbolo de racismo por muchos estadounidenses, mientras que otros levantaban sus brazos haciendo el saludo nazi.
"Marchábamos por la calle cuando un automóvil, una berlina negra o gris, se nos lanzó encima, golpeó a todo el mundo. Luego retrocedió y nos volvió a embestir", relató a AFP un testigo.
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El vehículo embistió contra la multitud -intencionalmente, según los testigos- que se oponían a una marcha de la derecha radical estadounidense, integrada por supremacistas blancos, y varios viandantes salieron despedidos, con un balance de una mujer muerta y una veintena de heridos.
Imagen AP Photo
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