Dibujan una esvástica nazi en un restaurante mexicano por cerrar en el Día sin Inmigrantes

La Taquería, en Georgia, dejó el jueves una nota en la que comunicaba que seguían el paro nacional. El viernes los dueños encontraron escritos lemas racistas y el símbolo de la alemania fascista.

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Por:
José Ángel Gonzalo.
Lemas racistas y una esvástica en la nota del restaurante que anunciaba el cierre por el Día sin inmigrantes.
Lemas racistas y una esvástica en la nota del restaurante que anunciaba el cierre por el Día sin inmigrantes.
Imagen Fuente: Twitter Savannah Now

Como muchos restaurantes y negocios en todo el país, la taquería mexicana La Parrilla, en Georgia, decidió cerrar sus puertas para solidarizarse durante el paro “Un día sin inmigrantes”, convocado para demostrar la importancia de los extranjeros en la economía y la sociedad del país.

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Al volver a la mañana del viernes, sus dueños encontraron una desagradable sorpresa. La nota con la que habían anunciado a sus clientes su intención de mantenerse cerrados apareció con mensajes racistas y un dibujo que ocupaba casi toda la superficie: una esvástica nazi.

El restaurante, situado en Watkinsville, una pequeña ciudad de menos de 3,000 habitantes aproximadamente 70 millas (110 km) al este de Atlanta, lleva ya abierto una década y nunca había tenido ningún problema de este tipo.

Si has sido víctima del odio, puedes denunciar tu caso aquí.

El jueves, pese a que nadie sabe quién lo organizó, se realizó un paro nacional para mostrar el apoyo a los inmigrantes después de las políticas de la nueva administración en materia migratoria.

El cartel que pusieron en la puerta simplemente que “teniendo en cuenta los acontecimientos recientes y las noticias, hemos decidido estar junto a nuestros empleados y apoyarlos dado que es gracias a ellos y su trabajo que podemos seguir con nuestro negocio. Por lo tanto, hoy estamos cerrados”.

Sin embargo, algunas personas no apreciaron la iniciativa. “Construyan el muro”, “acabas de ganarte el último peso de mi familia” o “entonces, yo no puedo respaldarte” fueron algunas de las frases que aparecieron escritas en mensaje. Y por encima de todas esas frases, una gran esvástica, emblema de la Alemania de Adolf Hitler.

Un gran apoyo... de la comunidad blanca


Sin embargo, los dueños del restaurante no se han amedrentado y, con el apoyo de la comunidad local, han vuelto a abrir sus puertas de La Parrilla.

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“La comunidad nos ha respaldado muy bien, hemos tenido un gran apoyo de la comunidad”, explicó Adrián Haro, uno de los dueños, a Univision Noticias vía telefónica. “El condado, nos ha dado su apoyo”, recalcó.

Es más, no dejan de recibir “regalos y muestras de solidaridad y es de la comunidad americana, que está haciendo todo esto, no tanto la hispana”, remarcó.

Haro, originario de Zacatecas, explicó que secundaron el paro porque “el 98% de nuestros empleados son inmigrantes. Muchos decidieron no venir a trabajar y no pudimos abrir el restaurante. Lo cerramos también por ellos. No tenemos nada contra ello”.

En Watkinsville, donde casi el 88% de la población es blanca y menos del 5% son hispanos, según los datos del Censo de 2010, no son frecuentes los negocios latinos.

Cientos de inmigrantes en ciudades como Chicago, Nueva York, Austin o Washington decidieron no acudir a trabajar este jueves para mostrar su rechazo a las políticas migratorias del gobierno de Trump. La convocatoria del 'Día sin inmigrantes' se viralizó en redes sociales.
Video Comercios cerrados y escuelas vacías a lo largo y ancho de todo el país en el 'Día sin inmigrantes'


Además, en lugar de no notar las consecuencias de un boicot, el resultado parece que es el contrario. “Ayer estuvimos bien ocupados, toda la comunidad ha estado viniendo, trayendo flores, globos…”, añadió el dueño. Según sus cálculos, más del 95% de su clientela son blancos.

Tras lo sucedido, La Parrilla no tiene pensado denunciar los hechos. Haro prefiere pasar página porque “sabemos que fue una o dos personas y por eso no le damos importancia”. Por ello, no van a presentar ninguna denuncia. Como prueba de que es un hecho aislado, el dueño señaló que poseen otros dos restaurantes otros dos en Athens, a unas 10 millas, que no fueron atacados.

“Nuestro plan no es hacer ningún tipo de cargo. Queremos seguir trabajando normal. Todos nuestros empleados están contentos, están de acuerdo con nosotros. Ellos quieren seguir su día normal y trabajar”, aseguró.

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En las pasadas elecciones, Donald Trump se impuso mayoritariamente en el condado de Oconee, donde se encuentra la ciudad de Watkinsville: el republicano consiguió el apoyo de más del 67% de los votantes.

En fotos: Por qué no fui a trabajar en el Día de los Inmigrantes.

Felipa Tomás, de Guatemala, fue una de las primeras en llegar a la alcaldía de Homestead donde se concentraron cientos de personas para pedir a las autoridades que protejan a los indocumentados. Ella, que regularizó su situación hace años con la amnistía migratoria de Ronald Reagan en 1986 llegó con su pasaporte estadounidense en el bolso: "Mis hijos tienen la ciudadanía, pero yo estoy aquí por mis familiares que no tienen papeles y por el resto de la comunidad", afirmó.
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Ramiro Gamiño es un trabajador de la construcción que lleva 32 años en Homestead. Hoy ni él ni sus más de 200 compañeros fueron a trabajar. "Estoy aquí apoyando a los indocumentados porque yo también lo fui", le dice a Univision Noticias. "Nosotros venimos a trabajar a tener una vida mejor ya que en nuestros países es un poco difícil, pero nosotros no venimos ni a robar ni a ser criminales como dice él (Donald Trump). Yo quisiera ver a un gringo piscando tomate, calabaza, en la construcción trabajando de sol a sol".
En la concentración de Homestead a la que siguió una larga marcha por el centro de esta ciudad de más de 63,000 habitantes había muchas familias con niños nacidos en EEUU que tomaban la palabra para abogar por sus papás indocumentados: "Mi nombre es Angelina y yo nací en Florida. Mi mamá es de El Salvador y le digo a Donald Trump que pare de deportar a la gente".
Germán Martínez es un carpintero originario de El Salvador que vive en Homestead desde 1983. Es carpintero. "Me siento orgulloso de que no hay ninguna organización detrás de 'Un Día sin Inmigrantes', sino que es la misma comunidad y el mismo pueblo que ya estamos cansados de tanta malas noticias, de leyes antiinmigrantes todos los días. Es nuestra obligación luchar unidos", afirmó.
Flor Urrea es una mexicana de Morelia (Michoacán) que lleva 36 años en EEUU. "Estoy aquí porque yo también soy inmigrante y lo queremos es venir para agarrar una oportunidad y a hacer cosas buenas en este país. No vinimos a robar ni somos criminales. Lo que queremos es que nos apoyen y hacer una buena vida para nuestros hijos y para nuestras familias", dijo.
Juan Carlos Olmos (el de la izquierda de la imagen, junto a su esposo) es un inmigrante de 25 años de origen mexicano que trabaja en los campos de maíz y frijol de Homestead. "En mi trabajo solo tres que tienen papeles fueron a trabajar, pero los demás no", le contó a Univision Noticias. "La comunidad tiene que estar unida. Esto es lo que significa la democracia, el poder que tenemos. Solamente porque no tenemos papeles no quiere decir que tengamos que estar escondidos. Tenemos que seguir luchando por la justicia, por la libertad y por los sueños".
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Las hermanas Esmeralda Gómez (15) y Ana Saucedo (18) nacieron en Homestead de papás mexicanos. "Mi mamá trabaja en un invernadero y mi papá en jardinería. No fueron a trabajar hoy. Yo estoy aquí para apoyar a mis papás. Ellos no tienen papeles y yo sí y quiero apoyar a mi gente", explica Ana.
El DREAMer Saúl Alemán era uno de los vecinos de Homestead que estaba al frente de la protesta. "Este un día de poder cosechar lo que tanto hemos sembrado desde que hemos llegado a EEUU. Estamos listos y dispuestos a seguir protestando, a poder paralizar la economía hasta que puedan reconocer que los inmigrantes no son un problema. Son los que le dan de comer a la gente que vive en EEUU; el inmigrante es quien da de comer, quien construye los edificios". 
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"Me llamo Brenda y nací aquí pero mis padres no y tengo miedo de que se los lleven", dijo esta niña de Homestead de papás mexicanos.
Lucía Quiej, una inmigrante indocumentada guatemalteca que cría sola a sus cinco hijos después de que su esposo fuera deportado, no faltó a la protesta: "Estoy marchando porque no queremos que la policía se involucre con 'la migra' para que ellos vean que nosotros aportamos y engrandecemos a este país. Nosotros trabajamos en el campo, en los jardines, en la construcción y queremos que Carlos Giménez cambie su manera de pensar", afirmó en referencia a la decisión del alcalde condado de Miami-Dade, al que pertenece Homestead de quitar una política que protegía a los indocumentados.
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Felipa Tomás, de Guatemala, fue una de las primeras en llegar a la alcaldía de Homestead donde se concentraron cientos de personas para pedir a las autoridades que protejan a los indocumentados. Ella, que regularizó su situación hace años con la amnistía migratoria de Ronald Reagan en 1986 llegó con su pasaporte estadounidense en el bolso: "Mis hijos tienen la ciudadanía, pero yo estoy aquí por mis familiares que no tienen papeles y por el resto de la comunidad", afirmó.
Imagen David Maris
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