Donald Trump advierte que solo firmará una reforma migratoria que incluya “todas sus prioridades”

En declaraciones a la cadena Fox de Noticias, el mandatario insiste en que no apoya ningún otro proyecto de ley que o incluya la totalidad de su lista de principios migratorios enviada al Congreso en enero.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
En su segunda visita a Long Island desde que ocupa la presidencia, Donald Trump volvió a llamar animales a los pandilleros e integrantes de la Mara Salvatrucha y agregó que hay huecos legales que les permiten permanecer en el área. Decenas de manifestantes dijeron que el mandatario solo busca poner en la misma categoría a indocumentados y a miembros de la organización criminal.
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El presidente Donald Trump advirtió el jueves a los republicanos del Congreso que sólo firmará una ley de reforma migratoria si ésta incluye “todas sus prioridades”, entre ellas la construcción del muro en la frontera con México y eliminar leyes y acuerdos judiciales que impiden la deportación inmediata de miles de inmigrantes.

Durante una entrevista al canal Fox News, el mandatario rechazó un plan que llevan a cabo una veintena de republicanos moderados, quienes pretender forzar un voto en la Cámara de Representantes para legalizar a miles de dreamers protegidos de la deportación por la Acción Diferida de 2013 (DACA).

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“A menos que incluya un muro, quiero decir un muro, un muro real, y a menos que incluya una seguridad fronteriza muy fuerte, no habrá aprobación de mi parte”, puntualizó.

Trump también dijo que cualquier legislación sobre el tema migratorio debe poner fin a un programa de lotería de visas y restringir las visas para familiares de inmigrantes legales, exigencias que ya presentó al Congreso en enero, durante el debate del presupuesto para lo que restaba del año fiscal 2018.

La rebelión republicana

El 9 de mayo un grupo de congresistas republicanos anunció que estaba empleando una herramienta legislativa conocida como petición de descargo para presionar al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (Wisconsin) con el fin de que lleve al pleno un proyecto de ley que le dé una solución legal permanente a los miles de dreamers protegidos por DACA.

El grupo, integrado lor los congresistas Carlos Curbelo (Florida), Jeff Denham (California) y Will Hurd (Texas), han dicho que la solicitud “obligaría a una votación de la Cámara de Representantes” del proyecto de ley bipartidista H.R. 744 presentado en marzo.

También permitiría, durante el debate, discutir enmiendas que incluyen soluciones ya ventiladas en el pleno, entre ellos un proyecto de los congresistas Bob Goodlatte (Virginia) y Raul Labrador, y otro de las representantes Lucille Roybal-Allard (California) e Ileana Ros -Lehtinen (Florida).

El plan Goodlatte-Labrador, que no cuenta con respaldo demócrata y es rechazado por una gran parte de los republicanos de ambas cámaras, es el único que incluye la totalidad de las exigencias de Trump.

Lo que quiere Trump

A comienzos de abril Univision Noticias reportó que la Casa Blanca estaba redactando un plan migratorio para ser enviado al Congreso, pero se trata de un proyecto menos generoso que el ventilado a finales de enero, cuando Trump ofreció la ciudadanía a unos 1.8 millones de dreamers a cambio de $25,000 millones para la seguridad fronteriza.

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Trump incluyó en su lista de prioridades la construcción del muro a todo lo largo de la frontera con México, aumentar las redadas y acelerar las deportaciones, tres de sus principales promesas migratorias hechas a sus electores durante la campara.

A la fecha la Casa Blanca no ha mostrado ningún borrador de la reforma que pretende enviar al Congreso.

El plan está siendo elaborado por el grupo asesor del presidente en asuntos migratorios, liderado por Stephen Miller, un conocido por sus posturas contra la inmigración y uno de los ideólogos del veto migratorio a países de mayoría musulmana.

A golpe de memos y decretos

Desde que llegó a la Casa Blanca el 20 de enero de 2017, Trump ha ido cambiando la ley de inmigración a golpe de memorandos y acciones ejecutivas porque no cuenta con el respaldo del Congreso para aprobar su reforma migratoria.

Entre los decretos, resalta uno sobre la construcción del muro y otro sobe las jurisdicciones (ciudades) santuario, medidas en las que estableció que la inmigración indocumentada constituye una amenaza a la seguridad pública y nacional de Estados Unidos.

También estableció nuevas prioridades de deportación, colocando a los 11 millones de indocumentados bajo la lupa de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).

También eliminó los TPS de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Haití, estableciendo entre 12 y 18 meses para la salida de más de 300,000 indocumentados, la mayoría de ellos con más de 20 años viviendo en Estados Unidos.

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Simultáneamente, la Casa Blanca publicó el 13 de abril en el Registro Federal el memorando que puso fin a la política del ‘Catch and Release’ y el martes el director interino de ICE, Thomas Homan, solicitó al Congreso ampliar el presupuesto de la agencia para el 2019 a efecto de aumentar la capacidad de detención, aumentar las redadas, acelerar las deportaciones y priorizar la detención y expulsión de familias con orden final de deportación.

Los migrantes centroamericanos continúan en el estado sureño de Oaxaca. Luego que el presidente Donald Trump presionara al gobierno de México, muchos viajentes se comprometieron a continuar su viaje manteniendo la esperanza de llegar al norte.
Un grupo de los 1,100 inmigrantes, la mayoría hondureños, marchó por las calles de Matías Romero la noche del martes 3 de abril, cerca del lugar donde acampan desde el fin de semana.
Funcionarios mexicanos de migración han registrado nombres y emitido permisos a algunos migrantes que les dan 20 días para abandonar México. Este es un período mucho más corto que el que les tomó llegar a la frontera con Estados Unidos en años anteriores, según afirmaron los organizadores.
El grupo de viajantes se separará en algún punto del recorrido. Algunos intentan legalizar su situación migratoria para quedarse en México, otros aspiran llegar hasta la frontera norte para solicitar asilo en EEUU
El presidente Donald Trump ha criticado la caravana. Invocando razones de seguridad y mientras no exista un muro, el 4 de abril firmó un memo con el que ordena a los Departamentos de Defensa y Seguridad Nacional coordinar entre sí el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur con México.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, se comunicó con la secretaría de Seguridad Interior de EEUU para pedir explicaciones del despliegue militar. El Senado mexicano exhortó al gobierno de Peña Nieto a suspender la cooperación bilateral en materia de migración y lucha contra la delincuencia organizada.
El presidente Donald Trump siguió por tercer día consecutivo lanzando mensajes contra la marcha de centroamericanos que recorre México y volvió a advertir que NAFTA "está en juego", a la vez que exigió al Congreso actuar para aprobar leyes migratorias más estrictas.
El hondureño Christian Rosale, de 22 años, había abandonado la caravana pero regresó a ella el lunes por la noche, temiendo su inminente arresto y deportación. Declaró a la agencia Reuters que el viaje le ha resultado "Demasiado gasto para venirme y (ahora es) dinero perdido".
"Sea como sea, voy a conseguir el dinero y me voy. Me voy a comprar un boleto de autobús a Tijuana y me voy yo solo. No quiero ser detenido. Ya no voy a seguir en la caravana", agregó el viajante hondureño Christian Rosale.
"Vamos a movernos para decirle a Trump que no le tenemos miedo y que estamos en nuestro derecho", dijo María Elena Colindres, una opositora hondureña que busca asilo luego de una serie de violentas protestas a fines del año pasado por los resultados de la elección presidencial.
Donald Trump exigió que la caravana "sea parada antes de que llegue aquí" a Estados Unidos. Como en otras ocasiones, puso sobre la mesa el tratado NAFTA con México, al afirmar que está en juego, pero también añadió a su amenaza la ayuda exterior que Washington otorga a "Honduras y a otros países que permiten que esto suceda". Sin embargo, no especificó a qué tipo de ayudas se refería.
Grupos mexicanos de apoyo a los inmigrantes se han organizado para inmigrantes proporcionar comida y agua a los viajantes en su recorrido.
Esta marcha, que se celebra anualmente, está organizada por la asociación Pueblo Sin Fronteras y, al contrario de lo que dice el presidente, no tiene intención de entrar de manera ilegal en territorio estadounidense.
Parte del grupo planea parar en la capital mexicana para ir al Senado, donde pedirán que se proporcione mayor presupuesto a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y se atiendan así los casos de los migrantes que puedan obtener asilo en el país.
La Secretaría de Gobernación y la de Relaciones Exteriores publicaron un comunicado en el que recuerda al presidente estadounidense que la marcha de migrantes se celebra desde 2010 y que solo busca "llamar la atención sobre el fenómeno migratorio y la importancia del respeto a los derechos de los migrantes centroamericanos".
Bajo el lema: "Todos somos americanos de nacimiento", la caravana pretende visibilizar el sufrimiento de los viajantes en su paso por México luego de huir de la de violencia y corrupción de sus países.
Bajo el lema: "Todos somos americanos de nacimiento", la caravana pretende visibilizar el sufrimiento de los viajantes en su paso por México luego de huir de la de violencia y corrupción de sus países.
Honduran migrants Christian Soriano and Rafael Hernandez are pictured during a break from traveling in the caravan, on the journey to the U.S., at a sports field in Matias Romero, Oaxaca, Mexico April 4, 2018. REUTERS/Henry Romero
Donald Trump comenzó a criticar la caravana vía Twitter una semana después que comenzó al sen Chiapas. Ha exigido a México que la pare y ha pedido al Congreso de Estados Unidos que 
<b>apruebe leyes más estrictas para</b>, según él, controlar el flujo de indocumentados.
"El número de mujeres y niños (en la caravana) ha subido. Es lógico, ya que es una caravana de refugio, pero también hay una gran cantidad de hondureños", aseguró a Reuters Irineo Mujica, activista y miembro del grupo Pueblo Sin Fronteras.
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Los migrantes centroamericanos continúan en el estado sureño de Oaxaca. Luego que el presidente Donald Trump presionara al gobierno de México, muchos viajentes se comprometieron a continuar su viaje manteniendo la esperanza de llegar al norte.
Imagen VICTORIA RAZO/Getty Images
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