EEUU y China escalan su guerra comercial con aranceles recíprocos de 25% por valor de $16,000 millones

Las aduanas de EEUU empezaron oficialmente a las 00:00 en la costa este a cobrar impuestos a un total de 279 productos chinos; un minuto más tarde Pekín ha respondido con una medida similar contra productos estadounidenses.

Por:
Univision
Los aranceles afectan a 279 productos chinos, incluyendo ciertos tipos de aceites lubricantes, tubos de plástico flexibles y motores de aires acondicionados, entre otros.
Los aranceles afectan a 279 productos chinos, incluyendo ciertos tipos de aceites lubricantes, tubos de plástico flexibles y motores de aires acondicionados, entre otros.
Imagen Stephen B. Morton/AP

Estados Unidos y China escalaron este jueves su guerra comercial al implementar aranceles punitivos recíprocos de un 25% sobre bienes de cada país por valor de 16.000 millones de dólares.

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Las aduanas de EEUU empezaron oficialmente a cobrar estos gravámenes a las 00:00 en la costa este a un total de 279 productos chinos, incluyendo ciertos tipos de aceites lubricantes, tubos de plástico flexibles y motores de aires acondicionados, entre otros.

Un minuto más tarde, China anunció de inmediato "represalias necesarias" a esta nueva batería de aranceles que elevó a 50,000 millones de dólares los bienes chinos gravados por Washington.

Esta tanda se suma a los gravámenes que entraron en vigor el pasado 6 de julio a importaciones chinas valoradas en 34,000 millones de dólares.

El presidente Donald Trump justifica las medidas contra Pekín al que acusa de robo de propiedad intelectual y favorecerse del desequilibrio en la balanza comercial.

Pero de momento, la imposición de aranceles no ha conseguido el principal objetivo de reducir del abultado déficit comercial con China.

Por ahora, el gobierno de Donald Trump aplicará la medida a productos que no son de venta común como maquinaria industrial, dispositivos médicos y equipos electrónicos. China cobrará aranceles sobre los que son de consumo como la soja, el maíz y las frutas.
Video Guerra comercial entre EEUU y China: entran en vigor aranceles hasta por $34,000 millones


El Gobierno estadounidense ha calculado que en la primera mitad del año el desequilibrio en el intercambio comercial bilateral a favor de Pekín aumentó un 8.3 %, después de que en todo 2017 alcanzase el récord de 375,000 millones de dólares.

Los gravámenes entraron en vigor en medio de dos días de conversaciones en Washington entre funcionarios de nivel medio de ambos lados, las primeras negociaciones formales desde que el secretario de Comercio de Estados Unidos se reunió en junio con el asesor económico chino, Liu He, en Pekín.

Washington llevará a cabo audiencias esta semana sobre una lista propuesta de importaciones chinas por un valor de 200,000 millones de dólares que podrían enfrentar aranceles adicionales.

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La Oficina del Representante de Comercio Exterior (USTR), encargada de imponer estas sanciones comerciales, está actualmente analizando la propuesta de Trump de duplicar con creces esta última ronda de aranceles y hará pública su decisión en las próximas semanas.

En Radcliffe, Iowa, hay un mural justo al norte de la cooperativa de agricultores que muestra a un hombre y una mujer frente a una idílica granja, típicas de las ciudades pequeña de EEUU. La realidad actual es que algunas de estas ciudades se están desvaneciendo.
Muchas zonas rurales tuvieron esperanzas en Donald Trump cuando se postuló para presidente. Este había enfocado su campaña en el hombre trabajador, el llamado "ciudadano común", a pesar de que forma parte de la élite de las grandes ciudades de la costeras. Cuando se supo que se impodrían aranceles a países con los que EEUU tiene problemas comerciales comenzaron a preocuparse por las represalias, y estas llegaron rápidamente.
México, el mayor importador de carne de cerdo estadounidense, anunció que impondrá un arancel del 20% sobre el producto, en su mayoría proveniente de Iowa. Muchos tuvieron la sensación de que, consecuencia de la 'guerra comercial', los republicanos que votaron por Trump en el estado le quitarían su respaldo. Pero no ha sido así, hasta ahora.
Muchos de los productores han optado por el pragmatismo. Todd Wiley, por ejemplo, cría cerdos a las afueras de Walker, Iowa. Siente que Trump está sacudiendo las cosas y, aunque reconoce que puede ser poco convencional, cree que hay "un método dentro de su locura". Tomando en cuenta el éxito personal del presidente como empresario, aseguró que nunca renunciaría a apoyarlo, aunque sus políticas potencialmente puedan dañar su negocio.
Para tratar de compensar al sector, Trump anunció a fines de julio que otorgaría 12,000 millones de dólares para ayudar a los agricultores afectados por los nuevos aranceles. La idea, que parece gustarle solo al presidente Trump, ha sido condenada prácticamente por todos los involucrados, incluidos los propios agricultores.
Pero Wiley afirma que no está interesado en ayudas y dice esperar que los problemas se resuelvan mucho antes de que él ya no pueda generar ganancias. Estos empresarios agrícolas perderán dinero si no pueden vender lo que producen y si no ganan suficiente no podrán pagar a sus empleados.
Leon Sheets es otro granjero que aparenta no estar alterado por las circunstancias. Diera la impresión de que no tiene tiempo para preocuparse ahora y que lo hará cuando las cosas se pongan realmente mal. Fue nombrado Granjero de Cerdo del año en 2017, un título que refleja el compromiso de Sheets de educar al público y ser un vocero de los demás productores porcinos.
Sheets ha sido granjero la mayor parte de su vida y asegura que ha visto otras sacudidas en el mercado. Dice que rara vez, o nunca, ha tenido razones para alarmarse y los nuevos aranceles de México no son una excepción. Al igual que su colega Wiley no está interesado en recibir ayudas o asistencia social.
El empresario porcino recordó su experiencia con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) en la década de 1990. Al igual que su colega Todd Wiley, piensa que los acuerdos comerciales necesitaban ser sacudidos. Por el momento está de acuerdo en dejarse afectar por lo que describe como el bien común. Nadie sabe todavía las consecuencias reales de la guerra comercial y Wiley lo explica diciendo: "será una competencia de ver quién parpadea primero".
Más al sur, en Texas, los productores dicen tener menos razones para preocuparse que sus colegas de Iowa. El productor Chuck Real asegura que han visto un efecto mínimo o nulo por los nuevos aranceles mexicanos. De hecho, con la reducción de precios en los cultivos, resultado de otras tarifas de represalia, Real se ha beneficiado al pagar menos por los alimentos para sus cerdos. Real, al igual que Wiley y Sheets, cree que el presidente hizo bien en sacudir las cosas para tratar de lograr un trato más justo para los EEUU. Y como sus colegas, dice que continuará apoyándolo a pesar de estos tiempos inciertos.
Real recibe en su granja a Wayne Sanders, uno de los compradores privados de cerdo que lo visitó con su familia. En la reunión, Real explicó cómo hace 30 años los granjeros de cerdos se encontraban en el centro y sur de Texas pero el desarrollo urbano, que limitó las tierras de producción, hizo difícil mantener grandes operaciones. Los granjeros como Real tuvieron que adaptarse para no cerrar sus negocios.
El cerdo listo para la venta en 
<i>Salt and Time</i>, una carnicería de Austin, Texas. Ben Runkle, uno de sus propietarios, no está de acuerdo con la política arancelaria del presidente Trump, aunque todavía no lo haya sido afectado como comprador privado de carne de cerdo. La carnicería se abastece directamente de granjas que crían cerdos de alta calidad. Runkle asegura que la idea de que los acuerdos comerciales necesitaban una sacudida es errónea y agregó que la razón por la cual las personas piensan que los tratados son injustos es porque no ven los beneficios, porque van a los más pudientes.
Runkle cree que la mayoría de los compradores de carne de cerdo no se verán afectados con las nuevas medidas, a menos que las cosas se vuelvan muy drásticas y los productores deban vender a precios mucho más bajos. Asegura que no apoya al presidente y piensa que la guerra arancelaria perjudicará más a los estadounidenses que a otros. Los 12,000 millones de dólares de ayuda propuestos por Trump son para Runkle un intento deficiente para mantener votantes potenciales.
Muchos productores no quieren la ayuda, los políticos en Washington la cuestionan, y muchos creen es una jugada del presidente para no perder su base electoral. Sin embargo, hasta ahora parece que no lo han abandonado. Le siguen teniendo fe, creen en su audacia y su éxito como hombre de negocios. Tal vez cambiarían de opinión si la guerra arancelaría los llevara a perder sus medios de subsistencia, pero por ahora van a capear esta tormenta, como dicen que hicieron con otras anteriormente.
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En Radcliffe, Iowa, hay un mural justo al norte de la cooperativa de agricultores que muestra a un hombre y una mujer frente a una idílica granja, típicas de las ciudades pequeña de EEUU. La realidad actual es que algunas de estas ciudades se están desvaneciendo.
Imagen Sergio Flores
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