Pescados y mariscos que no salen del mar: bienvenidos a la alimentación del futuro

¿Una langosta falsa con sabor a langosta fresca, pero mucho más barata y sin sufrimiento animal de por medio? Parece demasiado bonito para ser verdad, pero lo cierto es que los mariscos y pescados de laboratorio, elaborados a partir de células reales, pronto podrían estar en nuestro plato.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
El mercado de productos de imitación del pescado es todavía incipiente, pero esto podría cambiar pronto.
El mercado de productos de imitación del pescado es todavía incipiente, pero esto podría cambiar pronto.
Imagen @wildtypefoods

Lejos quedaron los días en los que las hamburguesas a base de plantas eran una novedad exótica. Hace tiempo ya que productos como Beyond Burger o Impossible Burger están en los menús de numerosos restaurantes, y el 70% de los estadounidenses, según algunas estimaciones, ha probado estas y otras alternativas a la carne.

PUBLICIDAD

Lo mismo puede decirse de opciones no animales al queso o la leche: las bebidas vegetales de almendra o avena ya cuentan por el 14% de todas las ventas de leches, según los datos de la consultora Nielsen.

El mercado de productos de imitación del pescado es más incipiente. Según los datos de Good Food Institute, un grupo sin ánimo de lucro que promueve el consumo de proteínas de origen no animal, los productos marinos de origen vegetal en EEUU solo representan, por el momento, el 0,1% de las ventas del total de alimentos marinos.

<b>Al rico insecto. </b>Todo son ventajas cuando se trata de insectos: hay 1.900 especies comestibles conocidas en el mundo; 
<b>contienen proteínas y grasas saludables</b>; la cría emite menos gases de efecto invernadero que la ganadería y podrían convertirse en una fuente de ingresos para los países en vías de desarrollo. El principal escollo es, claro, que no todo el mundo está dispuesto a meterse chapulines en la boca.
Los insectos forman parte de la dieta tradicional de cerca de 2.000 millones de personas en todo el mundo, según la 
<a href="http://www.fao.org/docrep/018/i3253e/i3253e.pdf">Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura</a> (FAO, por sus siglas en inglés). 
<a href="https://www.bittyfoods.com/our-products/">Bitty</a>, una empresa con sede en San Francisco, ya 
<b>comercializa aperitivos a base de grillos</b> como el de la fotografía. Desde principios de este año, la regulación de la Unión Europea (
<a href="https://ec.europa.eu/food/sites/food/files/safety/docs/fs_novel-food_leg_q-n-a-new-regulation-nf.pdf">llamada Novel Foods</a> ) incluye los insectos en su lista de productos aprobados para la venta y consumo.
<b>La hamburguesa imposible. </b>
<a href="https://impossiblefoods.com/" target="_blank">The Impossible Burger</a> es justo lo que su nombre indica. Una hamburguesa que no es una hamburguesa (porque no está hecha a base de plantas, sino de carne) pero que se acerca tanto que resulta difícil distinguirla (o al menos 
<a href="https://psmag.com/news/the-biography-of-a-plant-based-burger" target="_blank">eso aseguran los que lo han probado</a>).
El objetivo es “conseguir que el sistema global de comida sea más sostenible”, según dice el fundador de la empresa, Patrick O´Brown. De momento solo puede degustarse en un puñado de locales de EE UU, pero el plan es que se extienda por muchos más restaurantes. ¿Por qué la carne sabe a carne? Sus creadores pasaron años investigando para recrear los sabores, texturas, aromas y nutrición de la carne picada, pero utilizando únicamente plantas.
<b>Tofu, Seitán, Tempeh y soja texturizada. </b>Mientras esperamos a que la hamburguesa imposible llegue a nuestro restaurante favorito, podemos aprovechar el tofu, el tempeh, la soja texturizada (los tres elaborados con semillas de soja, aunque de texturas distintas) y el seitán (elaborado con gluten de trigo). Cada vez son más populares en la cocina vegetariana y vegana por su gran versatilidad.
<b>El futuro es vegetariano. </b>En el último año, las búsquedas en Google de artículos relacionados con el vegetarianismo han crecido un 90%, según la consultora Baum+Whiteman, especializada en restauración, que señala que 
<a href="http://www.baumwhiteman.com/2018%20forecast(1).pdf">el 83 por ciento de los estadounidenses</a> reconoce que intenta incorporar más alimentos vegetales a su dieta por motivos de salud.
La firma de investigación 
<a href="https://www.reportbuyer.com/product/4959853/top-trends-in-prepared-foods-2017-exploring-trends-in-meat-fish-and-seafood-pasta-noodles-and-rice-prepared-meals-savory-deli-food-soup-and-meat-substitutes.html">Global Data</a>, por su parte, constata que el vegetarianismo ha aumentado 600% en Estados Unidos desde el año 2014. El 6 por ciento de la población se identifica como vegana (esto es, que no consume ningún producto de origen animal).
<b>Flores comestibles. </b>Los geranios, pensamientos o caléndulas no son solo decorativas. Su color y aroma es cada vez más apreciado en la cocina occidental, según 
<a href="https://www.consumerreports.org/food/food-trends-to-know/">Consumer Reports</a>. Aquí tienes una 
<a href="https://www.directoalpaladar.com/ingredientes-y-alimentos/guia-rapida-de-las-flores-comestibles-de-la-a-a-la-z">lista de flores comestibles.</a>
<b>Algas, verduras del mar. </b>Las algas son una
<b> </b>alternativa muy interesante como fuente de proteínas. Además, generan pocos residuos y hay espacio submarino suficiente en el planeta para cultivarlas en grandes cantidades. Se encuentran en el supermercado en forma de ensalada (alga wakame), sushi (alga nori) o deshidratadas (alga kombu).
<b>Hongos hasta en la sopa. </b>Los hongos son un clásico en casi todas las cocinas del mundo, pero la tendencia a utilizarlos para elaborar cafés, jugos, tés e incluso productos de belleza como los de la fotografía es reciente. La cadena de supermercados saludables Whole Foods los ha elegido como 
<a href="http://media.wholefoodsmarket.com/news/whole-foods-market-reveals-top-food-trends-for-2018">una de las 10 tendencias del año</a>. Hablamos de variedades como reishi, chaga o cordyceps, entre otras.
<b>Súper polvos</b>. 
<a href="http://media.wholefoodsmarket.com/news/whole-foods-market-reveals-top-food-trends-for-2018">Los expertos de Whole Foods</a> aseguran que "súper polvos" como extracto de té matcha, cúrcuma, maca o espirulina están pisando fuerte porque son muy fáciles de añadir a batidos, sopas o barritas para un extra de energía o como alternativa al café, por ejemplo.
<b>Alimentos "funcionales". </b>Nos referimos a productos que, además de aportar nutrientes esenciales, conceden beneficios extra para cuidar de la salud y ayudar a prevenir enfermedades. Los más conocidos son los 
<a href="http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S0212-16112007000500005&script=sci_arttext">probióticos y prebióticos</a>. Los primeros son seres vivos (bacterias y levaduras), que permanecen activos en el intestino. Están presentes en yogures frescos, leches fermentadas o el kéfir, por ejemplo.
Los prebióticos se encuentran en las alcachofas, ajo, cebolla, plátanos o endivias, por ejemplo. Su ingesta mejora la eficiencia de nuestras bacterias.
1 / 13
Al rico insecto. Todo son ventajas cuando se trata de insectos: hay 1.900 especies comestibles conocidas en el mundo; contienen proteínas y grasas saludables; la cría emite menos gases de efecto invernadero que la ganadería y podrían convertirse en una fuente de ingresos para los países en vías de desarrollo. El principal escollo es, claro, que no todo el mundo está dispuesto a meterse chapulines en la boca.
Imagen iStock


Hasta junio de 2021, 83 empresas estaban elaborando productos alternativos a los alimentos marinos en todo el mundo, de acuerdo con esta fuente. La mayoría de estas empresas se concentran en la fabricación de productos de origen vegetal. Pero algunas, como una empresa francesa que fabrica salmón ahumado a partir de microalgas, se especializan en proteínas derivadas de la fermentación. Una docena de compañías investigan alimentos marinos cultivados en el laboratorio.

Algunas compañías tienen larga experiencia en el mercado de la carne “falsa”. Es el caso de Impossible Foods, que ha estado desarrollando su proyecto de un pescado que no es pescado. O del gigante de alimentos marinos de California Bumble Bee Foods, asociado con Good Catch, una empresa de alimentos marinos de origen vegetal de Pensilvania que vende algunos productos, como imitaciones de barritas de pescado y de pastelitos de cangrejo, en Whole Foods y en otros establecimientos comerciales.

Nuestro nigiri de salmón cultivado con células. Hemos cultivado este salmón nosotros mismos, en el interior, en medio de la ciudad; no hace falta pescar ni criar peces. El futuro del marisco tiene un sabor increíble.

PUBLICIDAD

Próxima frontera: marisco de laboratorio

La próxima frontera podría ser la carne de pescado y marisco elaborada en un laboratorio. Hablamos de productos comestibles que crecen a partir de células reales, una tecnología que todavía tardará en comercializarse ampliamente y con la que, idealmente, se obtendría un sabor indistinguible del de un pescado fresco (¿una langosta falsa con sabor a langosta fresca? Parece demasiado bonito para ser verdad).

Por el momento, la única compañía que vende proteínas fabricadas en laboratorio es la empresa de San Francisco Eat Just, cuyos nuggets de pollo se aprobaron para la venta en Singapur el año pasado. La carne cultivada, ya sea pollo, vaca u otro animal, es tejido muscular obtenido a partir de células madre de animales.

La FDA dijo el pasado mes de octubre que los productos que contienen células de marisco podrían comenzar a introducirse en el mercado de EEUU en breve, y ya hay candidatos como las californianas BlueNalu y Wildtype que han anunciado sus planes para lanzar sus productos próximamente. De forma que sí: la langosta barata, y sin crueldad animal, podría estar a la vuelta de la esquina.

En alianza con
civicScienceLogo