¿Por qué tantas organizaciones quieren frenar la ley antiaborto que Texas está por implementar?

Una coalición de organizaciones demandó la ley antiaborto de Texas para evitar que entre en vigencia en mes y medio, el 1 de septiembre. De implementarse, permitiría casi a cualquiera denunciar a personas por realizar o motivar a otros a hacerse un aborto. Los activistas creen que este nuevo intento por acabar con Roe Vs. Wade tiene un nuevo componente: el miedo. Aseguran que sus consecuencias pueden ir más allá de un intento por acabar con el aborto en un estado.

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Por:
Patricia Clarembaux.
Las leyes que prohíben el aborto sin excepciones en países de la región como República Dominicana y El Salvador tienen consecuencias mortales para las vulnerables de la sociedad: "Penalizar el aborto no los para. Aquí en República Dominicana la que tiene recursos lo interrumpe perfectamente, sin poner en riesgo su vida", asegura la ginecobstetra dominicana Liliam Fondeur. Su colega salvadoreña, la doctora Victoria Ramírez, advierte sobre exactamente lo mismo: "Este un problema de la mujer pobre de El Salvador porque no tiene acceso a buscar otros recursos. La diferencia económica es lo que define si tiene derecho o no a la vida".
Video Dos doctoras explican por qué prohibir el acceso a abortos seguros pone en peligro la vida de las más pobres

El 1 de septiembre se espera que entre en vigor en Texas la ley SB8, considerada una de las más restrictivas al derecho al aborto en el país, al punto de anularlo casi por completo. A diferencia de otras que han sido redactadas desde Ohio hasta Alabama, esta suma un elemento: el del miedo, pues abre el camino a que cualquiera pueda demandar a quienes estén cerca de una mujer embarazada con intenciones de abortar, desde el médico que ejecuta el procedimiento hasta el amigo que le aconseja.

"La legislatura de Texas abandonó la farsa de que su campaña de años para cerrar las clínicas de aborto tuvo que ver con la seguridad del paciente y simplemente prohibió el aborto por completo", se lee en las primeras líneas de un artículo publicado en el diario The Washington Pos t por Julia Kaye, abogada del proyecto de salud reproductiva de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), y Marc Hearron, consejero senior del Centro de Derechos Reproductivos.

Los legisladores dieron luz verde al proyecto que limita el aborto en el estado. Ahora se espera que el gobernador Greg Abbott lo firme para convertirlo en ley. El aborto sería ilegal luego de las seis semanas o al detectarse un latido fetal sin importar si se trató de una violación o incesto, y solo se permitiría si la vida de la madre está en peligro por cuestiones médicas. Conoce todas las implicaciones.
Video Congreso de Texas aprueba la propuesta que prohíbe el aborto desde las seis semanas de embarazo

Una coalición de más de 20 organizaciones y particulares —entre ellos clínicas de aborto, médicos, personal de salud, fondos, entre otros— están buscando frenar en seco esta ley, que ya fue firmada por el gobernador del estado, Greg Abbott, y solo está esperando que corran los días en el calendario para aumentar más los límites. Te explicamos por qué es considerada una medida de las más "extremistas" que se hayan visto en el país:

"Las mujeres de Alabama resisten" se lee en la pared de la habitación de Julia Walker, en Montgomery, Alabama. "Los legisladores de mi estado y la gobernadora Kay Ivey aprobaron recientemente una de las peores restricciones al aborto y por eso quiero destacar la hipocresía de decir que se trata de un estado 
<i>prolife,</i> 'que está a favor de la vida', cuando tiene una de las peores cifras de mortalidad infantil y ni siquiera ha expandido el Medicaid".
Travis Jackson es escolta en la clínica de Montgomery. Es veterano y tiene años trabajando como voluntario, en defensa de que las mujeres puedan decidir si desean llevar a término o no un embarazo. Dice que ha visto cómo los manifestantes 
<a href="https://www.facebook.com/RealAmericaWithJorgeRamos/videos/660338521150736/" target="_blank">"les gritan obscenidades a las mujeres".</a> Poco a poco se han ido volviendo más violentos y ahora nos preocupa que las pacientes sean perseguidas cuando se dirigen a sus vehículos. 
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La entrada de la única clínica que practica abortos en la capital de Alabama: Reproductive Health Services. Afuera, dos manifestantes que aseguran haber manejado más de tres horas para acudir al centro de salud a protestar.
Ella es Mia Raven, fundadora de la 'Power House' un centro comunitario justo al lado de la clínica donde ella también trabaja: se encarga de todo lo que no es médico, de la parte administrativa. "Estas prohibiciones confunden a la gente. Las personas creen que ya no podrán acceder al cuidado que necesitan. 
<b>No vas a detener los abortos al prohibirlos, lo único que esta ley conseguirá es restringir el acceso a los abortos seguros y las mujeres se van a morir. La gente cree que exagero cuando lo digo, pero no: las embarazadas harán lo que tengan que hacer si están desesperadas".</b>
En la clínica de Montgomery solo se practican abortos los días viernes. Una patrulla de policía se estaciona afuera, a modo de prevenir incidentes violentos.
Helmi Helkin, líder del grupo de escoltas en la West Alabama Clinic, la única clínica en Tuscaloosa y una de las tres existentes en el estado.
La doctora Yashica Robinson, una ginecóloga con 14 años de experiencia que también ejerce como obstetra asistiendo un promedio de 20 partos al mes en otro hospital. Ella ha alzado su voz para explicar “cuán necesarios” son los servicios que provee destacando el mismo argumento de organizaciones de derechos humanos, abogados y demás expertos en salud reproductiva: 
<b>“las prohibiciones al aborto no impiden que ocurran. lo único que hacen es volverlos menos seguros.</b> Si alguien necesita uno, por la razón que sea, lo buscará, incluso fuera del sistema de salud”.
En el estado de Alabama hay un período de espera de 48 horas para quien necesite acceder al procedimiento”, explica la enfermera Lashonda Clemons-Pinchon. La ley exige a las enfermeras como ella ofrecer una sesión de consejería a quienes asistan a una primera cita en la clínica: les da a conocer sus opciones y les entrega un folleto con recursos de ayuda (como cupones de comida, por ejemplo) en caso de que decidan continuar con el embarazo. “No estoy lidiando con personas que no pueden decidir por sí mismas. Esta es probablemente una de las decisiones más complicadas que les tocará tomar en sus vidas, de modo que 
<b>cuando llegan al consultorio, ya tienen claro lo que necesitan hacer”.</b>
La Cámara de Representantes del estado de Alabama, sede de múltiples protestas desde que la legislación se aprobó.
El reverendo William Barber II, otra de las voces que se han alzado para condenar la restrictiva prohibición aprobada en el estado, que aún no está vigente, gracias a las demandas que la ACLU y Planned Parenthood le han interpuesto en corte.
"Un aborto me salvó la vida", dice esta joven que viajó desde Tenessee hasta Montgomery para protestar en contra de la legislación. Asegura que cuando se sometió al procedimiento lo hizo en medio de una relación abusiva que finalmente pudo abandonar.
"Estoy peleando por mi cuerpo y mis derechos", dice la pancarta de esta otra manifestante.
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"Las mujeres de Alabama resisten" se lee en la pared de la habitación de Julia Walker, en Montgomery, Alabama. "Los legisladores de mi estado y la gobernadora Kay Ivey aprobaron recientemente una de las peores restricciones al aborto y por eso quiero destacar la hipocresía de decir que se trata de un estado prolife, 'que está a favor de la vida', cuando tiene una de las peores cifras de mortalidad infantil y ni siquiera ha expandido el Medicaid".
Imagen Ana María Rodríguez
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