Autismo: síntomas que no son tan evidentes como crees. La historia de esta hispana lo demuestra

1 de cada 36 niños en EEUU tienen autismo, una condición cuya prevalencia está en aumento y sobre la que muchos hispanos tienen una idea equivocada, lo que muchas veces se convierte en una barrera para detectarlo. De ello da fe Adriana Crostley quien, a partir de su propia experiencia y la de otros padres, ha aprendido cómo el diagnóstico, lejos de ser una sentencia, es una herramienta para ayudar a la persona a alcanzar su máximo potencial. Esta es su historia.

María Isabel Capiello
Por:
María Isabel Capiello.
Jude Nyame Yie Kofie tiene la habilidad de escuchar cualquier canción y averiguar cómo tocarla inmediatamente después. Con tan solo 11 años, este pequeño que padece autismo y algunos otros problemas de salud, ha logrado convertirse en una estrella de YouTube. Sigue las últimas noticias en Univision.
Video Genio musical: un niño con autismo se vuelve famoso en YouTube por tocar el piano sin haber estudiado música

Cuando hace 14 años Adriana Crostley notó que su hijo tenía un retraso en el lenguaje lo atribuyó al hecho de ser varón e hijo único. “Uno siempre escucha de casos como el del primo o el hijo del vecino que no hablaron sino hasta más adelante y estuvieron bien, eso hizo que nos tardáramos más en investigar lo que estaba pasando”, recuerda sobre aquella época en la que ya muchas señales del autismo estaban presentes, aunque no supiera reconocerlas.

Su hijo entablaba contacto visual y se reía, cosas que -según creía en aquella época- eran excluyentes con un diagnóstico de autismo. Hoy tiene la certeza de que no es así. “ La gente dice que si el niño se ríe o te mira a los ojos no es autismo. Mi hijo hacía todas esas cosas, pero eso no implica que no tuviera autismo”, exclama en conversación con Univision Noticias.

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En el momento no pudo verlo, pero el hecho de que el pequeño siempre tirara las cosas al piso de forma repetitiva, alineara los juguetes, no volteara cuando lo llamaban por su nombre o el que se enfocara en una parte del carrito en vez de simplemente rodarlo, eran todas pistas de que su hijo tenía otra forma de procesar la información y de ver el mundo.

Josh también era sensible con la textura de alguna ropa y “quisquilloso” al comer: le desagradaba al extremo cualquier comida licuada. Nada de eso por sí solo es un indicador infalible del autismo, pero en conjunto, sí sugieren que hay que investigar más.

“Nos han llegado adolescentes tildados de rebeldes y resulta que lo que tienen es autismo”

La presentación del autismo varía de persona a persona, tanto en grado, como en rasgos. Dentro de esa palabra sobre la que recae un gran estigma, caben muchos tipos de personas. “Como dicen: ‘Si conoces a un niño con autismo, solamente conoces a un niño con autismo. No se puede generalizar. Algunos pueden ser buenos hablando, pero carecen de habilidades sociales; pueden no tener intereses restringidos, pero sí con el habla. Cada niño es diferente, por eso hablamos de espectro”, comenta Crostley.

En los grupos de apoyos para padres hispanos que lidera como directora estatal de educación y divulgación de la Autism Society de Texas (Sociedad de Autismo de Texas), ha constatado en carne propia la diversidad de ese espectro, una que muchas veces complica la obtención del diagnóstico.

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Nos ha llegado adultos que nos dicen ‘creo que puedo tener autismo’ o adolescentes que son tildados de combativos o rebeldes y que cuando los evalúan resulta que tienen autismo. En nuestra cultura latina a veces no nos damos cuenta de los síntomas porque quizá son muy leves o hay muchos mitos en torno a lo que es y no es esta condición”.

Actualmente, según el Manual DSM-5 de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, para la obtención del diagnóstico del trastorno del espectro autista (TEA, por sus siglas en español o ASD por sus siglas en inglés), la persona debe presentar déficits persistentes en áreas de comunicación social e interacciones; y patrones restringidos y repetitivos de intereses o comportamientos. Algo que puede de manifestarse en infinidad de formas y grados.

1 de cada 36 niños en EEUU forman parte del espectro autista, una prevalencia mayor a la que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades reportaron apenas cinco años atrás cuando esta se ubicaba en 1 de cada 44. Y los diagnósticos han aumentado considerablemente entre los grupos minoritarios como los hispanos, lo que -se cree- responde a mejoras en el acceso a la detección temprana.

“No entendía que el autismo no era una sentencia, sino simplemente una diferencia”


Para Adriana la confirmación llegó tras una serie de evaluaciones cuando su hijo cumplió los dos años. Josh tenía un autismo no verbal de moderado a severo, y al diagnóstico más adelante se le sumaron otros como déficit de atención e hiperactividad y discapacidad intelectual, uno que toma con reservas pues -le consta- no define la verdadera inteligencia de su niño, quien “tiene una memoria increíble y una gran capacidad de enfocarse en detalles”.

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“Cuando nos dieron la noticia fue desconsolador porque yo en ese momento no entendía que el autismo no es una sentencia, sino simplemente una diferencia de cómo funciona el cerebro. Creí que lo iba a ver diferente, pero con el tiempo me he dado cuenta de que en realidad seguía siendo el mismo niño”, cuenta.

Es un mensaje que hoy comparte con otros padres: “ Tu hijo es el mismo niño que era antes del diagnóstico. Esto no lo cambia. Todavía puede aprender y salir adelante. El diagnóstico es bueno porque le ayudará a recibir el apoyo que necesita”.

El saber que Josh era autista le permitió comprender que, cuando lloraba, no lo hacía deliberadamente para portarse mal, sino que estaba reaccionando al medioambiente. También abrió la posibilidad de que el niño recibiera la intervención temprana, que se considera fundamental para ayudar a muchos autistas en su desarrollo.

“Tu hijo es el mismo niño que era antes del diagnóstico de autismo. Esto no lo cambia. Todavía puede aprender y salir adelante".

El tiempo le ha enseñado a confiar en sus instintos pues -recalca- el mayor experto sobre el niño somos sus padres: “Nadie conoce a nuestros hijos mejor que nosotros, aunque es importante hablar con el equipo de profesionales para que te den la información”.

Le consta que el destino de ningún niño autista está escrito en piedra y que nadie puede determinar con certeza cómo evolucionará. “Los papás se preocupan mucho, se deprimen, pero con los apoyos que hay son personas que pueden tener una vida plena y alcanzar sus sueños. He visto casos de pequeños de 3 años con altas deficiencias y que a los 6 ni siquiera necesitan estar en educación especial. Cada persona avanza a su paso”.

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Aunque no habla, Josh se comunica con ella y su esposo no sólo a través de un iPad, sino también mediante gestos y comportamientos. “Él puede hacer y entender más de lo que pensamos. Hay que asumir que ellos son competentes y tratarlos de esa manera, dándoles una oportunidad de tener voz y voto en su vida”.

Josh tiene una memoria increíble y una gran capacidad de enfocarse en detalles. "Él puede hacer y entender más de lo que pensamos. Hay que asumir que ellos son competentes y tratarlos de esa manera", cuenta su madre.
Josh tiene una memoria increíble y una gran capacidad de enfocarse en detalles. "Él puede hacer y entender más de lo que pensamos. Hay que asumir que ellos son competentes y tratarlos de esa manera", cuenta su madre.
Imagen cortesía Adriana Crostley.


En carne propia, Adriana ha comprobado cómo todas esas ideas de que las personas con autismo no sienten empatía o no son sociales son completamente falsas. “ Uno debe fijarse en la manera en que ellos conectan, pero claro que tienen empatía, simplemente lo muestran de una manera diferente. Mi hijo tiene su propia forma de dar las gracias: te mira a los ojos y te toca los cachetes. Todo comportamiento es comunicación”.

Ahora que Josh es adolescente, le permiten escoger en qué terapias o programas participa. Hace atletismo en las Olimpiadas Especiales y está en clases de piano.

En estos 16 años Crostley ha entendido que “las personas autistas tienen mucho que dar, son muy especiales y cuando uno cambia en lugar de querer cambiarlos a ellos, cuando los aceptamos como son y simplemente nos enfocamos a mejorar su vida en vez de querer normalizarlos, vamos nosotros también a ser más felices”.

A otros padres con hijos dentro del espectro o que sospechan que pueda estarlo, les recomienda no aislarse y buscar ayuda. La Autism Texas Society (Sociedad de Autismo de Texas) tiene información en español en su página web y, entre otras cosas, ofrece grupos de apoyo virtuales para padres, cuidadores y profesionales hispanos.

<b>Alejandro nació de 25 semanas. </b>Solo pesaba una libra, 13 onzas y media, 17 pulgadas y desde los primeros días mostró los signos del Sturge-Weber, un síndrome vascular que afecta el cerebro. Durante cuatro meses vivió en las salas de cuidados intensivos pediátricos del Jersey Shore Medical Center, en Neptune, NJ, y en el Children's Hospital of Philadelphia (CHOP). El 31 de julio, Ale cumplirá cinco años y decidimos crear una 
<a href="https://www.gofundme.com/ale-s5thbirthdaywish/donate">campaña pro fondos</a> para darle "tres regalos" que le permitirán tener una mejor calidad de vida.
<b>Cinco años después. </b>Luego de su diagnóstico con un raro síndrome vascular que causa convulsiones, glaucoma y una mancha color vino que ocupa la mitad de su rostro, otros males complican aún más el desarrollo motor y cognitivo de Alejandro: 
<a href="http://yourcpf.org/"><u>parálisis cerebral</u></a>, 
<a href="https://www.aaaai.org/conditions-and-treatments/asthma"><u>asma y problemas respiratorios crónicos</u></a>, hipotiroidismo, entre otros. Sin embargo, él es un niño feliz que adora estar con su familia y que siempre sonríe en la mañana al saber que debe ir a la escuela.
<b>En la escuela. </b>Ale se levanta cada mañana a las 6:00 o 7:00 am para ir a su colegio en un autobús escolar. Nada más divertido para él que sentir la vibración cada vez que la unidad circula por una vía en mal estado. En su prescolar pasa desde las 9:00 am hasta las 2:30 pm. Además de sus actividades educativas, Ale tiene un estricto programa de terapias física, ocupacional y de lenguaje. Su maestro, Yuseke Namiki, siempre está innovando con tecnologías nuevas y desarrollando sus capacidades de manera muy divertida.
<b>Bici-terapia. </b>Una de las actividades que Ale disfruta más en la escuela es montar bicicleta. Su enfermera Anna ha hecho de este pasatiempo una misión vital y cada día hace que él practique por 20 minutos o más. Si no fuera por su dedicación, no hubiera sido posible que Ale, como lo hace hoy, sea capaz de mover la bicicleta por si solo en cortas distancias. La bicicleta es parte de la terapia física que ayuda a fortalecer sus piernas y mejorar la coordinación de movimientos.
<b>Aprender a comunicarse. </b>En casa y en la escuela Alejandro usa un Ipad para jugar y comunicarse. Su centro de lenguaje ha sido afectado por una cirugía y lesiones cerebrales y él no puede hablar. Su maestro creó un botón o switch de movimiento con el que activa las funciones en la computadora moviendo su brazo. Es aún muy temprano para que él pueda utilizar esta combinación de tecnologías plenamente, pero cada día él avanza poquito a poquito. Con la ayuda de sus terapistas ocupacional y de visión, ha aprendido a tocar la pantalla con sus manos para jugar y activar funciones. Y cada día "habla y canta" con su abuela a través de Facetime.
Uno de los juguetes que su maestro y Bob Paradiso, de 
<a href="https://bobparadiso.com/"><u>Access Redefined LLC</u></a>, lograron adaptar para que Ale aprendar a desplazarse es un Hot Wheels Wild Thing de Mattel (
<a href="https://www.youtube.com/watch?v=gmfKAPnQ5f8&feature=youtu.be"><u>ver el video</u></a>). Moviendo su brazo para activar el sensor de movimiento que usa como brazalete, Ale puede mover el auto poco a poco por sí solo. Jugar a diario con este vehículo no sólo le daría cierta independencia para moverse, "sino que le ayudaría a desarrollar habilidades motoras finas, dominar la activación constante de un interruptor y hacerlo de más más rápida (algo fundamental para comunicarse), así como aprender los conceptos de "parar y avanzar" o direcciones como "izquierda y derecha", según su terapista física Diana Kudelko.
<b>Una silla a la medida. </b>En casa y la escuela, Ale requiere usar muchos equipos especiales como una silla de actividades Rifton, una silla de ruedas, un asiento de baño, un 
<i>stander</i> y un caminador, pero a él no le gusta usarlos por mucho tiempo. Con la ayuda del equipo de 
<a href="http://www.adaptivedesign.org/"><u>Adaptive Design Association</u></a>, una fundación que crea equipos para discapacitados con materiales reciclables, un grupo de estudiantes de terapia física de Columbia University y su profesora Lisa Yoon diseñaron una silla para que Ale juegue en el piso. El asiento, hecho de cartón corrugado, tiene un respaldar con cierta inclinación y una bandeja para que Ale mantenga su cabeza en alto y use sus manos para jugar, así como un soporte para las piernas para que él no se mueva hacia adelante.
<b>Paradito. </b>Las limitaciones motoras de Ale debido a la parálisis cerebral y a la combinación de hipertonia e hipotonia que afecta su cuerpo hacen que para él sea muy difícil mantenerse parado, caminar y sentarse. Uno de los equipos fundamentales para ayudarlo a fortalecer sus músculos es el 
<i>stander, </i>un aparato en el que debe permanecer por lo menos dos horas diarias. Alejandro recibe terapias física, ocupacional y de lenguaje tres veces por semana en su escuela, pero también en casa.
<b>Terapias en casa. </b>Cada día trabaja con una maestra especial itinerante (SEIT, en inglés) para reforzar destrezas que aprende en el preescolar. Dos veces por semana recibe una hora de terapia de visión, que ha ayudado a ampliar su campo visual y enfocar mejor, a pesar de que su visión es muy pobre y su cerebro no procesa las imágenes claramente. Una de las mayores ventajas de Ale es que siempre está contento y adora a sus terapistas.
<b>Ejercicios divertidos. </b>La terapista física Lisa Yoon ha trabajado con él desde hace casi dos años. No hay un día en que Ale no quiera trabajar con ella y dé el 100% de sí para, por ejemplo, aprender a sentarse y sostenerse con sus piernas y brazos como si fuera a gatear (algo normal para otros niños, pero muy difícil para él). También, cada miércoles lo visita su terapista de lenguaje y alimentación, Darcy Abrams. Por su bajo tono muscular, Ale no puede ingerir alimentos por la boca. Con terapia intensiva disfrazada con música y caricias, él está aprendiendo a masticar y tragar sin riesgo.
<b>Un columpio en casa. </b>Este es uno de los juegos que más ayudan a los niños a desarrollar sus capacidades motoras como el equilibro y la coordinación. Tener uno en casa ha sido una de las mejores ideas para entretenerlo y practicar como él a diario, especialmente durante el invierno o cuando llueve. Ale ama moverse muy rápido y dar vueltas en el columpio, así como mantenerse parado –o intentando mover sus piernas– mientras abuela le canta. No son muchos los juguetes que él puede usar y suelen ser muy costosos.
<b>Pez en el agua. </b>En el agua tibia, Alejando pareciera liberarse de todos los impedimentos que tiene y mueve sus piernas y brazos como nunca. Con la ayuda de un chaleco salvavidas especial o con un flotador que mantiene su cabeza fuera del agua, él es feliz como un pez nadando para mejorar tono muscular, coordinación y resistencia. Dos veces a la semana, durante la primavera y el verano, Alejandro participa en un programa intensivo de 
<a href="https://www.kidtherapy.org/services/aqua-therapy-2/"><u>terapia acuática</u></a> que combina terapia física y ocupacional en el NYU Rusk Institute of Rehabilitation Medicine de Nueva York.
<b>Terapia con caballos. </b>Cada domingo, Ale va al Forrest Hills Riding Center, de la organización benéfica 
<a href="http://gallopnyc.org/"><u>Gallop NYC</u></a>, para recibir 30 minutos de hipoterapia o terapia equina asistida. "El movimiento rítmico y tridimensional del caballo hacia el paciente se asemeja al movimiento de la pelvis al caminar. El patrón de caminar del caballo imita el caminar de una persona y, a través del patrón repetitivo, el cerebro y el cuerpo desarrollan este patrón", explica la terapista física pediátrica Dianne García. Además de la respuesta inmediata de su cuerpo al galopar y del progreso en seguir las instrucciones de la terapista, Ale ha desarrollado un vínculo muy especial con Bush, el pony que cabalga con frecuencia.
<b>La graduación de Ale. </b>Ale se graduó de preescolar a principios de junio. En septiembre, 
<a href="https://www.gofundme.com/ale-s5thbirthdaywish">Alejandro deberá ingresar a una nueva escuela</a>, pero cuál institución será, aún es incierto. Trabajadores sociales, neuropsicólogos, terapistas y maestros especiales confirmaron que él necesita una instrucción muy especializada en un salón de clases con menos de seis niños. No hay escuela pública en Nueva York que ofrezca las condiciones adecuadas para él y tampoco hay muchas escuelas privadas. Confiamos que a dónde vaya sepan cómo su sonrisa es el signo indeleble de su resiliencia.
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Alejandro nació de 25 semanas. Solo pesaba una libra, 13 onzas y media, 17 pulgadas y desde los primeros días mostró los signos del Sturge-Weber, un síndrome vascular que afecta el cerebro. Durante cuatro meses vivió en las salas de cuidados intensivos pediátricos del Jersey Shore Medical Center, en Neptune, NJ, y en el Children's Hospital of Philadelphia (CHOP). El 31 de julio, Ale cumplirá cinco años y decidimos crear una campaña pro fondos para darle "tres regalos" que le permitirán tener una mejor calidad de vida.
Imagen Carolina Ledezma
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