Despiden a un policía que le disparó a un chihuahua supuestamente "agresivo" que solo le ladraba

El dueño del pequeño perro llamado Reese's grabó el incidente ocurrido en un condado de Arkansas. El tiro le destrozó la mandibula y partes de la lengua. En una campaña en línea se piden firmas para avalar una acusación contra el exoficial por maltrato animal.

Por:
Univision
Reese's, perrito chihuahua tiroteado.
Reese's, perrito chihuahua tiroteado.
Imagen Doug Canady Facebook

Un policía de un condado de Arkansas fue despedido después de que le disparó a un perro chihuahua en la cabeza el pasado viernes, en un incidente que los oficiales calificaron de "descorazonador".

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El sheriff del Condado de Faulkner, Tim Ryals, dijo en una declaración que el agente Keenan Wallace había sido despedido después de que se determinara que había "numerosas oportunidades para reducir la intensidad del incidente".

El incidente fue grabado por Doug Canady, el dueño del perro llamado Reese's, y muestra el momento en que Wallace llega a la casa de Canady y abre fuego contra el perro.

Canady contó al diario local Arkansas Democrat-Gazette que la policía recibió la llamada de una mujer que estaba en la calle frente a su casa, que les reportó la presencia de un perro "agresivo" y apuntó un arma hacia su propiedad. Canady le dijo a la mujer que guardara el arma, ella accedió, pero amenazó con llamar a las autoridades, dijo.

Canady comenzó a grabar con su celular el video, que fue publicado en su página de Facebook el viernes y ha sido compartido más de 40,000 veces.


Cuando Wallace llegó a la propiedad, le pidió a Canady que saliera a la calle, pero él se negó a a hacerlo.

En la grabación se ve a dos perros ladrando y corriendo cerca de los pies del agente.

"Vale, voy a ir a verte", le dijo Wallace a Canady, que llevaba su arma en la mano derecha. "Si el perro se pone agresivo, voy a disparar".

Luego se puede ver a Reese's caminando hacia Wallace, mientras ladra. Segundos después, el agente aprieta el gatillo de su arma.

"¿Fuiste tú... estás bromeando?", le reclama Canady con incredulidad, usando numerosos improperios. Y continúa: "Acabo de grabarte disparando a ese perro, delante de mí, poniéndome en peligro".

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"No, no lo hice", responde Wallace. "El disparo le dio al perro, a lo que apunté".

Reese's sobrevivió al tiroteo, pero necesitó cirugía porque el impacto de la bala le rompió la mandíbula; además, le pusieron un tubo de alimentación para comer.

El dueño de la mascota abrió en la página GoFundMe una campaña de recolección de fondos que se necesitan para pagar los gastos médicos que requiere el perrito.

En otro post de Facebook, Wallace informó que Reese's fue operado y no podían hacer mucho con la mandíbula, pero limpiaron la herida y le quitaron un hueso suelto. “Van a remitir los resultados a otros especialistas. Están preocupados por algunos daños en la lengua”, dijo.

En una entrevista con Fox 16, Canady dijo que el incidente fue "cruel". También alegó que Wallace le apuntó con una pistola paralizante después del incidente. "¿Cuán inestable hay que ser para dispararle a un perrito?", se preguntó.

El sheriff Ryals dijo que aunque parece que no se violaron las leyes, el caso será enviado al fiscal para su revisión.

Sin embargo, en la página Care2 se abrió una petición solicitando firmas para exigir que el incidente sea investigado a fondo con el fin de presentar cargos de crueldad animal contra Wallace. Hasta este miércoles se habían sumado a la petición más de 12,400 firmas, en una campaña que se propone recabar 13,000 apoyos.

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Nelson Benítez, de 69 años de edad, fue sorprendido por una mujer cuando iba en su automóvil mientras protagonizaba el caso de maltrato animal. En un video quedó captado el momento en el que la testigo le pide que se detenga. Los hechos se registraron en una reserva forestal del noroeste de Chicago.
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Richard Couto, fundador de la organización, dijo que los animales son arrojados a ollas de agua hirviendo, mientras aún están vivos.
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Según ARM, se cortan las gargantas de los animales y se recoge la sangre en macetas para hacer rituales.
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Según ARM, en las cuatro granjas, cuando las aves van a ser sacrificadas, los carniceros les tuercen el cuello sin matar al animal adecuadamente. Se dejan caer en ollas de agua hirviendo, mientras aún están conscientes y vivas.
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Según ARM, Los trabajadores arrancan las plumas y los pelajes, a mano, mientras los animales están vivos y conscientes.
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Richard Couto, fundador de la organización, dijo que los animales son arrojados a ollas de agua hirviendo, mientras aún están vivos.
Imagen Animal Recovery Mission
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