De nada sirvieron las intensas gestiones de sus abogados defensores ni los pedidos de clemencia del papa Francisco para detener su ejecución. Ernest Johnson, un hombre condenado a muerte por asesinar a tres trabajadores de un supermercado durante un robo en 1994, fue ejecutado en Missouri la tarde de este martes.
"Siento remordimiento": ejecutan por un triple crimen a un hombre por el que el papa Francisco pidió clemencia
La Corte Suprema denegó una solicitud para retrasar la ejecución en un correccional de Missouri del reo Ernest Johnson, sentenciado a muerte por el asesinato de tres trabajadores de un supermercado durante un robo en 1994. Sus abogados intentaron detener el procedimiento, apelando incluso al papa Francisco.
Johnson, un hombre de raza negra de 61 años, pidió su última comida consistente en dos hamburguesas dobles con queso y tocino, aros de cebolla, una pizza y dos batidos de fresa.
En su última declaración escrita, Johnson dijo estar arrepentido "y tener remordimientos por lo que hice". Dijo que amaba a su familia y a sus amigos y agradeció a los que rezaron por él.
A las 18.11 hora local, nueve minutos después de recibir la inyección letal en la penitenciaria de Bonne Terre, al sur de San Luis, Johnson fue declarado muerto, según el Departamento Correccional de Missouri.

La portavoz del departamento penitenciario, Karen Pojmann, dijo que 59 manifestantes se reunieron en los límites del recinto penitenciario.
En las últimas semanas los abogados de Johnson habían desplegado una campaña con el objetivo de suspender la ejecución con peticiones de personalidades destacadas, incluido el papa Francisco.
Un representante del pontífice instó al gobernador republicano Mike Parson a conceder la clemencia, manifestándole en una carta que el Papa "desea poner ante usted el simple hecho de la humanidad del Sr. Johnson y el carácter sagrado de toda vida humana". Parson anunció el lunes que no intervendría.
Además, sus defensores argumentaron ante la Corte Suprema que Johnson tenía una discapacidad intelectual y que su ejecución era por tanto inconstitucional. Pero el máximo tribunal, en un voto sin fisuras, rechazó las alegaciones.
La de Johnson fue la primera ejecución en Missouri en lo que va de año y la séptima en todo el país.
Fue condenado a pena de muerte por asesinar en febrero de 1994 a Fred Jones, de 58 años, Mary Bratcher (46) y Mabel Scruggs (57) durante un robo en el supermercado de Columbia (Misuri) en el que trabajaban y del que el hoy ejecutado era cliente habitual. Johnson les disparó con un revolver y remató con un martillo y un destornillador.
Cuando las autoridades fueron alertadas de madrugada, encontraron a dos de los trabajadores muertos en un baño y al otro en un congelador. Durante un registro posterior a la vivienda de Johnson, encontraron calzado con restos de sangre que coincidía con las huellas en la escena del crimen y dinero de la caja registradora.
En una confesión años después, Johnson aseguró que actuó bajo los efectos del crack y que mató a los trabajadores porque se negaron a entregarle las llaves de la caja fuerte. También dijo que el dinero robado era para comprar drogas.
Desde que la Corte Suprema restituyó la pena de muerte en 1976, 1,536 personas han sido ejecutadas en Estados Unidos, 91 de ellas en este estado.





























