La hora a la que comes es crucial para tu salud

El funcionamiento óptimo del cuerpo se produce cuando respetamos los ritmos circadianos, y no solo con el sueño: también a la hora de comer. Nuevas investigaciones sugieren que el momento en que comemos es tan importante como lo que comemos.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
Cada órgano del cuerpo tiene su propio "reloj" que gobierna su ciclo diario de actividad.
Cada órgano del cuerpo tiene su propio "reloj" que gobierna su ciclo diario de actividad.
Imagen Unsplash

Cuando alineamos nuestras horas de comida (no solo de sueño) con nuestro reloj interno, todo va mucho mejor. Este es el punto de partida de un nuevo libro titulado The Circadian Code, de Satchin Panda, un profesor del Salk Institute experto en la materia.

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Hasta hace poco, nos hemos fijado más en cómo el ritmo circadiano afecta cómo dormimos, y hemos ignorado otras maneras en las que rige nuestra vida. Pero resulta que prácticamente cada hormona, cada enzima está programada para tener su propia “hora punta”. El conjunto de estos mecanismos conforma el ritmo circadiano y por eso la hora en la que comes puede ser crucial.

“Hemos habitado este planeta durante miles de años y, si bien es cierto que muchas cosas han cambiado, siempre ha habido una constante: el sol se levanta por la mañana y se pone por la noche, todos los días”, señala Panda en declaraciones al The New York Times. “Estamos diseñados para tener ritmos de 24 horas en nuestra fisiología y metabolismo. Estos ritmos existen porque al igual que nuestro cerebro necesita irse a dormir cada noche para repararse y rejuvenecerse, cada órgano necesita tener tiempo de descanso para repararse y reiniciarse también”.

En el mundo de hoy, sin embargo, cada vez más conectado y más ajeno a los ritmos naturales (¿existe alguna aldea donde Internet o Netflix se apaguen por la noche?), es difícil respetar los horarios con los que se vivía antaño. Pero no sin consecuencias. La más obvia es el insomnio que padece entre un 15 y un 20% de la población. Pero las consecuencias de desatender estos ritmos naturales van más allá, como veremos a continuación.


El cuerpo humano tiene un “reloj maestro” en el hipotálamo (la zona del cerebro que controla el sistema nervioso autónomo y el endocrino) que es el que regula los ciclos de sueño en respuesta a la luz solar. Sin embargo, este no es el único reloj: cada órgano tiene su propio reloj que gobierna su ciclo diario de actividad. El páncreas, por ejemplo, incrementa la producción de insulina por el día (lo que controla el nivel de azúcar en la sangre) y después lo ralentiza de noche. Algunos estudios demuestran que el cuerpo controla el azúcar mucho mejor por la mañana que por la tarde; por otro lado, quemamos más calorías y digerimos la comida de forma más eficiente en la mañana.

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Un reloj en Pekín y otro en Nueva York

Al acercarse la noche, el cerebro comienza a segregar melatonina, la hormona que nos prepara para el sueño. Cuando cenas tarde, o te tomas un snack justo antes de irte a dormir, envías a estos relojes del cuerpo la señal de que es todavía de día. Los investigadores establecen una analogía con los husos horarios: es como si el “reloj del sueño” estuviera ajustado a la hora de Pekín y el digestivo a la de Nueva York, por así decir. El lío que se forma cuando esto ocurre queda patente en los estudios con personas que trabajan en turnos de noche: entre otras cosas pueden sufrir peor desempeño en el control del azúcar, mayor presión arterial, aumento de peso y menor sensibilidad a la insulina, cambios que se relacionan con la diabetes.

“Más y más investigaciones sugieren que cuándo comemos es tan importante como lo que comemos”, dice a Univision Noticias el doctor Sean Hashmi, especialista en Nefrología y Obesidad en Woodland Hills (California). “Nuestros procesos metabólicos operan de acuerdo con los ritmos circadianos. No solo afectan nuestro peso, también a los niveles de colesterol o control del azúcar en la sangre”, señala.

Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo. A veces los dichos populares van cargados de razón, y esta es una de ellas. Así lo indican los estudios elaborados por Panda, que argumenta que la salud metabólica mejoraría si planeásemos nuestras comidas en una ventana de 8 a 10 horas: el primer bocado en la mañana y el último temprano en la tarde. Además, más y más estudios indican que es buena idea ingerir la cantidad más grande de calorías al inicio del día para activar nuestro metabolismo y prevenir la obesidad.

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La mayoría de la gente no hace nada de esto. Las investigaciones indican que, como media, comemos a lo largo de periodos de 15 o más horas cada día. Comenzamos con café o té y terminamos con un vaso de vino o un snack tardío, algo que entra en conflicto con nuestro ritmo biológico.


El Dr. Alejandro Chediak habla sobre la importancia de no mirar tabletas, celulares o televisores antes de ir a la cama.
Video ¿Usar dispositivos antes de dormir afecta el sueño?


Todo esto también repercute en el ejercicio. Hashmi indica que hay investigaciones que sugieren que hacer ejercicio por la tarde, cuando el cuerpo se ha calentado, encaja mejor con el ritmo circadiano, y por lo tanto hay menos posibilidades de lastimarse, a la vez que el rendimiento deportivo es mejor.

El mayor agraviado, de todos modos, es el sueño. En calidad y cantidad. “Las alertas de nuestros celulares, el sonido del mensaje, todo esto lo nota la corteza cerebral. Lo pagamos con la fragmentación del sueño y estar menos alerta durante el día, lo que a su vez se asocia con una menor habilidad para funcionar a altos niveles cognitivos, mal humor… puede interferir también con el sistema inmunológico”, dice Michael Marino, director médico de Geisinger Sleep Labs, a Univisión Noticias.

Cuando no dormir engorda

Entramos entonces en un círculo vicioso. Cuando no duermes bien, señala Marino, es más probable que te inclines por las calorías extra de comidas altas en grasas y en azúcares para cubrir el coste energético de permanecer despierto”. Además, la falta de sueño tiene un impacto en las hormonas del hambre (la grelina) y la saciedad (leptina). También ocasiona un subidón en los niveles de cortisol, enviando a nuestro cuerpo la señal de conservar energía para proporcionar el combustible necesario para cubrir las horas despiertos.

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En suma: si quieres hacerle un favor a tu cuerpo, escúchale cuando te dice que cierres la nevera, apagues el celular y duermas.

<a href="https://www.hsph.harvard.edu/news/press-releases/five-healthy-lifestyle-habits/">El nuevo estudio</a>, elaborado por científicos de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, observó durante 34 años los hábitos de 123.000 estadounidenses. La investigación buscaba comprender las diferencias en la 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/baja-la-esperanza-de-vida-en-estados-unidos-por-primera-vez-en-23-anos">longevidad</a> en función de su estilo de vida.
La investigación concluyó que en promedio las mujeres que mantenían hábitos saludables ganaban 14 años adicionales de vida y los hombres 12 en comparación con aquellas personas que no los sostenían.
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El estudio, publicado en el diario 
<a href="http://circ.ahajournals.org/">Circulation</a>, sugiere que 
<b>solamente un 8% de la población sigue estos cinco hábitos saludables.</b> “Cuando nos embarcamos en este estudio pensé que, por supuesto, la gente que adoptase estas costumbres viviría más. Pero lo sorprendente ha sido ver hasta qué punto es grande su efecto", dijo Meir Stampfer, coautor de la investigación.
<b>Evitar el <a href="https://www.univision.com/noticias/obesidad/la-lucha-contra-la-gordura-por-que-la-obesidad-en-eeuu-esta-empeorando">sobrepeso</a></b>. Este es uno de los cinco factores clave al que apuntan los científicos. Lo ideal, señalan en el estudio, es tener un índice de masa corporal o IMC (la relación entre la estatura y el peso) de entre 18.5 y 25. Puedes conocer el tuyo 
<a href="http://www.calculoimc.com/">utilizando esta calculadora</a>.
No es el primer estudio que relaciona comer menos con una mayor 
<a href="https://www.univision.com/noticias/adultos-mayores/murio-la-mujer-que-batio-el-record-de-longevidad-de-la-edad-moderna">longevidad</a>. 
<a href="http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-confirmado-limitar-consumo-calorias-detiene-envejecimiento-biologico-201709141428_noticia.html">Investigaciones anteriores</a> sugieren que 
<b>recortar la ingesta de calorías un 15% durante dos años </b>puede ralentizar el proceso metabólico que conduce el envejecimiento y protegernos de enfermedades relacionadas con la edad como el Alzheimer, el cáncer o la diabetes.
El 80% de las personas que viven en EEUU son 'obesos ocultos'. Esto significa que el tamaño de su barriga podría ser un riesgo para su salud. 
<b>Descubre si es tu caso de forma sencilla</b>: mide la circunferencia de la cintura con ayuda de una cinta métrica y compárala con la altura. La medida de la cintura debe ser la mitad o menos de la altura. En caso de que este número sea superior, puede existir un riesgo para la salud.
<b>No pasarse con el alcohol</b>. Los científicos de Harvard hablan de no más de una 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/una-copita-de-vino-al-dia-puede-ser-demasiado">copa de vino</a> o pequeña jarra de cerveza al día para las mujeres, o dos para los hombres. Cada vaso extra de alcohol puede acortar tu vida 30 minutos, de acuerdo con 
<a href="http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(18)30134-X/fulltext">investigaciones anteriores</a> que señalan que tomar alcohol es tan nocivo como fumar.
El
<b> </b>alcohol conduce a un daño genético permanente, según 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/una-copita-de-vino-al-dia-puede-ser-demasiado">estudios</a> que indican que aumenta el riesgo de desarrollar siete tipos de cáncer: mama, intestino, hígado, boca, garganta, esófago y laringe.
<b>Hacer deporte.</b> El estudio de Harvard recomienda hacer al menos 30 minutos de 
<a href="https://www.univision.com/noticias/reto-28/ejercicios-reto-28">ejercicio</a> moderado al día, pues reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y mejora el estado de ánimo, entre otros beneficios.
Por cada hora de 
<i>running</i> se añaden siete a la expectativa de vida, 
<a href="https://www.todobien.club/para-vivir-mas-sal-a-correr-una-hora-de-running-puede-1796019644" target="_blank">de acuerdo con un contundente estudio</a> publicado hace unos meses. 
<b>Da igual si se corre a un ritmo bajo o de forma esporádica; </b>las horas que pasemos trotando se sumarán multiplicadas por siete a la esperanza de vida. 
<b>Incluso cinco minutos diarios de carrera se asocian con más años de vida. </b>El riesgo de muerte prematura disminuye un 40% en los corredores habituales.
Unos 50 millones de estadounidenses tienen como propósito de año nuevo mejorar su forma física (la otra gran promesa que solemos hacernos a nosotros mismos al final de año es perder peso). Sin embargo, 
<a href="https://www.researchgate.net/profile/John_Norcross/publication/11443909_Auld_lang_Syne_Success_predictors_change_processes_and_self-reported_outcomes_of_New_Year%27s_resolvers_and_nonresolvers/links/0fcfd50aaacf2d164e000000.pdf">menos del 10% consiguen</a> llevar este propósito adelante pasados unos meses.
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/reto-28">Cuidar la alimentación</a>. </b>La dieta tiene que ser rica en frutas, verduras, granos integrales y baja en carnes rojas, grasas saturadas y azúcar, señalan los investigadores. Tanto si estás en tu peso como si no, evitar las
<a href="https://www.univision.com/noticias/nutricion/obesidad-cancer-y-desnutricion-el-peligro-de-consumir-alimentos-ultraprocesados-fotos"> comidas procesadas </a>es una apuesta segura. Otros alimentos que harías bien en sacar de tu nevera son aderezos para las ensaladas, jugos industriales o refrescos.
Este es, según la Harvard T.H. Chan School of Public Health, 
<a href="https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/healthy-eating-plate/translations/spanish/">el modelo de plato</a> con el que podemos guiarnos a la hora de tener una alimentación equilibrada y saludable.
<b>No fumar. </b>Un fumador de 40 o 50 años que ha tenido el hábito durante décadas es hasta tres veces más susceptible de morir joven que alguien que nunca haya fumado. Fumar es un 
<a href="1.%09https:/www.univision.com/noticias/tabaquismo/fumar-no-solo-afecta-tu-salud-fisica-tambien-tiene-efectos-sobre-la-mental">alto factor de riesgo</a> para varios tipos de cáncer y está asociado a numerosos problemas de salud.
<b>Tampoco 'vapear'</b>. Los jóvenes que inhalan el vapor de los cigarrillos electrónicos tienen 
<b>hasta tres veces más cantidad de toxinas potencialmente cancerígenas en el cuerpo</b> que los que no lo han hecho. Lo muestra 
<a href="1.%09https:/www.univision.com/noticias/tabaco/no-es-vapor-de-agua-inocuo-investigadores-dicen-que-cigarros-electronicos-tienen-sustancias-potencialmente-cancerigenas">una investigación</a> que pone contra las cuerdas uno de los argumentos más utilizados por la industria y que señala que los 
<a href="https://www.univision.com/noticias/tabaco/no-es-vapor-de-agua-inocuo-investigadores-dicen-que-cigarros-electronicos-tienen-sustancias-potencialmente-cancerigenas">cigarrillos electrónicos</a> son más saludables que el tabaco y que, por tanto, pueden servir como sustituto para dejar de fumar completamente.
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El nuevo estudio, elaborado por científicos de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, observó durante 34 años los hábitos de 123.000 estadounidenses. La investigación buscaba comprender las diferencias en la longevidad en función de su estilo de vida.
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