RALEIGH, Carolina del Norte.- La familia de Jairo Granados le da este viernes 13 de diciembre el último adiós, una semana después de la muerte del joven trabajador hondureño, que dejó un ejemplo inspirador en Carolina del Norte.
Último adiós a Jairo Granados, el joven hondureño que deja un ejemplo inmortal en Carolina del Norte
Jairo Granados manejaba a su trabajo cuando sufrió un accidente, provocado por el hielo negro. Durante dos semanas luchó, como hizo desde que llegó de Honduras hace tres años, inspirando con su ejemplo. El pasado viernes murió y este lo despiden en Carolina del Norte.
Granados, de 19 años, perdió la vida tras dos semanas de lucha en el hospital al que fue trasladado tras sufrir un accidente con hielo negro.
" Era un niño inteligente, amoroso, dedicado a Dios. Con amor para todas las personas. Muchos son testigos de lo que yo puedo estar diciendo en este momento", declaró su tía, Brenda Granados.
Para el joven que llegó de Honduras hace tres años, la mujer solo tiene palabras de admiración.
Dijo que Jairo aprendió a hablar inglés con rapidez y se graduó de la preparatoria con honores.
Se estableció como miembro activo en su iglesia local, donde cantaba en el coro.
Era un joven "cariñoso, que ha dejado un vacío inmenso en mi corazón y en su padre”, dijo la mujer.
El accidente al que Jairo Granados no sobrevivió
Esa mañana, la del 22 de noviembre, la temperatura era congelante y el termómetro marcaba unos 25 grados Fahrenheit en Blowing Rock. En las vías se formó una capa de agua congelada, comunmente llamada “hielo negro”.
Jairo Granados conducía a su trabajo, en una construcción en Carolina del Norte, cuando sufrió un accidente, cerca de las 9:00 de la mañana.
Brenda Granados confirmó a Brian Segovia, de Univision 40, que el auto de Jairo se deslizó sobre el “hielo negro” e impactó una barandilla. Después, el auto avanzó golpeando de frente a un tractocamión.
El carro de Jairo Granados quedó compleramente destrozado. El joven hondureño sufrió heridas graves: Una fractura de cráneo, las dos piernas quebradas, el brazo izquierdo destrozado y un pulmón colapsado.
Tras su fallecimiento, el pasado 6 de diciembre, su familia en Estados Unidos recauda fondos para repatriar el cuerpo a su natal Honduras.
De esa forma, los padres del joven descrito como ejemplar podrán darle el último adiós.








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