TAMPA, Florida.- Después del paso del huracán Debby, 85 familias en el vecindario de Laurel Meadows, en Sarasota, continúan enfrentando una dura batalla para recuperarse de los devastadores daños ocasionados por las inundaciones.
El agua se llevó todo: Vecinos de Sarasota claman justicia tras las inundaciones
Residentes culpan a una planta de tratamiento de agua cercana por empeorar las inundaciones, y planean una demanda colectiva por los daños sufridos.
Con muebles y escombros apilados en las calles, la comunidad sigue lidiando con las secuelas de la tormenta que golpeó las costas de Florida entre el 3 y el 5 de agosto.
Carlos Muñoz, uno de los residentes afectados, comparte la difícil realidad que él y su esposa enfrentan desde que sus pertenencias fueron arrasadas por las aguas. "Esto es peor que estar en una zona de combate, esto es peor", expresó Muñoz, quien ha pasado días sacando escombros y limpiando su hogar en un esfuerzo por retomar la normalidad.
Como muchas otras familias en el área, Carlos y su esposa han perdido prácticamente todo. La situación es tan grave que han tenido que buscar refugio temporal en la casa de una vecina. "Estamos en casa de una señora", comentó Muñoz a la reportera Ariana Colina cuando se le preguntó cómo están manejando la falta de un lugar seguro para dormir.
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Estudian presentar una demanda colectiva por inundaciones
A pesar de los esfuerzos de los residentes, el proceso de recuperación será largo. Carlos estima que podrían pasar más de dos meses antes de que su vecindario vuelva a la normalidad. "Uno está frustrado, uno tiene rabia pues nada lo causamos nosotros", expresó, reflejando el sentimiento de impotencia y enojo que prevalece en la comunidad.
Muchos residentes creen que las inundaciones fueron exacerbadas por la presencia de una planta de tratamiento de agua cercana, lo que ha generado aún más frustración entre los afectados. En respuesta, la comunidad de Laurel Meadows planea tomar acciones legales.
"La comunidad va a hacer una demanda colectiva por los daños", aseguró Carlos, indicando que no se quedarán de brazos cruzados ante lo que consideran una negligencia que agravó las consecuencias de la tormenta.










