DALLAS, Texas. Un rebaño limpia áreas verdes sin gasolina ni máquinas ruidosas en la ciudad. Y lo hace, literalmente, bocado a bocado: En vez de tractores, Dallas ahora tiene cabras.
Sin gasolina ni ruido: Dallas recurre a un rebaño de 280 cabras para enfrentar el cambio climático
Dallas reemplazó podadoras por cabras para limpiar áreas verdes sin gasolina ni ruido. El proyecto busca combatir plantas invasoras, reducir el calor urbano y unir a la comunidad en torno al cuidado del medioambiente.
Sí, cabras. Y no están de paseo.

“Comen rápido y sin discriminar”: así trabajan las cabras que cuidan los árboles de Dallas
Un grupo de 280 cabras ha trabajado durante días en el cinturón verde de Bachmann, al norte de la ciudad, donde limpian hasta 1.5 acres de terreno al día.
Su objetivo: comerse una hierba invasora que pone en peligro los árboles locales.
Y, de paso, ayudar a la ciudad a enfrentar el cambio climático.

Más limpio, más seguro: Cabras trabajan en Dallas por el medio ambiente
“Lo que hacen ellas es más seguro y está más limpio”, explicó Carlos Ortiz Jr., supervisor forestal del proyecto.
“No estamos con máquinas de gas, no estamos con diferentes cosas que afectan la atmósfera”.
Además de evitar ruido y emisiones, las cabras tienen otro superpoder: comen rápido y sin discriminar.
Sobre todo el aligustre, una planta invasora que crece sin control y afecta la salud de los árboles.
“Crece bien grande, bien rápido… y puede matar los árboles”, cuenta Ortiz.
Mientras las temperaturas suben, estas plantas invasoras ganan terreno.
Un estudio de la revista Global Change Biology advierte que podrían expandirse un 36 % para el 2050.
Eso pondría en riesgo nuestros ecosistemas, la calidad del agua e incluso aumentaría los incendios forestales.
En áreas como Love Field, donde el calor se acumula más por el concreto y la falta de sombra, esta limpieza es clave.

Un reto ambiental que no se ve, pero se siente en el norte de Texas
“Cuando logremos establecer más árboles resistentes al clima, eso va a ayudar mucho con el efecto de isla de calor”, dijo Brett Johnson, gerente de conservación de la ciudad.
“Cualquier cosa que hagamos para la restauración ecológica aquí va a ayudar”.
Aunque el trabajo pesado lo hacen las cabras, los vecinos no se quedan atrás.
“Esto motiva a las demás personas”, dijo Efraín Vázquez, residente del área de Bachmann. “Mantenemos una ciudad y un parque bonito para caminar, para las familias”.
El plan es que la restauración continúe, y que cada vez más voluntarios se sumen. “Nos encantaría que vinieran aquí a ayudar”, dijo Johnson.
María Crispín, otra vecina, lo resume así: “ La unión hace la fuerza. Entre más manos trabajen juntas, se hace mejor trabajo”.
Un regreso a lo natural en Dallas: Frente al cambio climático, Dallas apuesta por una solución sencilla y poderosa.
Confiar en la naturaleza para sanar la naturaleza. Y todo empieza con un rebaño que mastica sin descanso.






