TAMPA, Florida.- La historia de Luis Marcano Silva ha despertado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y comunidades migrantes en Estados Unidos. El joven venezolano de 26 años que vivía en la Bahía de Tampa fue deportado a El Salvador en febrero de 2025, pese a encontrarse bajo una solicitud de asilo.
Lo deportaron por una corona tatuada: familia de Luis Marcano denuncia su encarcelamiento en El Salvador por error migratorio
El venezolano Luis Marcano fue deportado pese a estar bajo solicitud de asilo y no tener antecedentes penales. La familia denuncia que fue confundido por un tatuaje y exigen una revisión justa del caso.
Según su esposa, Ángela, la decisión de las autoridades migratorias se basó en un tatuaje que lleva en el pecho: una corona rosada y azul claro que dice "one life".
"A mí mi vida me la destruyeron por completo y eso no va a haber nada que lo vaya a reparar", afirmó Ángela en entrevista. La joven, quien llegó con Luis y sus dos hijas desde Chile en 2023, asegura que su esposo fue detenido tras asistir a una cita regular con ICE el 5 de febrero. Allí, le informaron que estaba supuestamente vinculado con la agrupación criminal llamada Tren de Aragua, razón por la cual quedaría detenido y posteriormente fue deportado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador.
Luis nunca tuvo antecedentes penales ni enfrentó cargos en Estados Unidos. La familia sostiene que fue una confusión basada exclusivamente en la presencia del tatuaje. Desde el 15 de marzo, fecha en la que Luis llamó a su esposa para decirle que sería enviado a Venezuela desde El Salvador, no han tenido noticias sobre su paradero. "Sé valiente y cuida a mi hijo, que no me arriesgue", le dijo él durante la última llamada.
"Prácticamente le arrebataron todo por nada", lamenta Ángela. "Yo lo que quiero pedir es que se haga justicia, que revisen los casos, que lo regresen. Fue algo injusto".
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En este contexto, la Corte Suprema de Estados Unidos ordenó este sábado la suspensión temporal de las deportaciones de ciudadanos venezolanos retenidos en el centro de detención Bluebonnet, en el norte de Texas. La medida frena la aplicación de una ley de tiempos de guerra del siglo XVIII, conocida como la Alien Enemies Act de 1798, utilizada por la administración Trump para justificar estas expulsiones.
En una orden breve, el máximo tribunal del país instruyó al gobierno a no proceder con las deportaciones "hasta nuevo aviso". Los jueces Clarence Thomas y Samuel Alito votaron en contra de la decisión.
La intervención judicial se produjo tras una apelación de emergencia presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), que denunció que el gobierno había comenzado a reactivar las deportaciones sin permitir a los detenidos presentar su defensa ante un juez.
“La Corte había dejado claro que las deportaciones solo podían continuar si los migrantes tenían la oportunidad de argumentar su caso en los tribunales y contaban con un plazo razonable para impugnar su remoción”, señaló la ACLU en su petición.
El uso de la Alien Enemies Act ha generado controversia, pues fue originalmente diseñada para tiempos de guerra formal y ha sido raramente invocada en la historia moderna. Organizaciones defensoras de los derechos humanos consideran que su aplicación en este contexto constituye una violación de garantías constitucionales.
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