LOS ÁNGELES, California. - Liliana Carrillo es la única sospechosa de asesinar a sus tres hijos de entre seis meses y 3 años, una tragedia que de acuerdo con su familia pudo ser evitada porque la mujer “ no era un monstruo y amaba a sus hijos” y tanto ella, como su familia y su ex pareja habían solicitado ayuda de las autoridades.
“Ella no era un monstruo”: Familiares de Liliana Carrillo, presunta asesina de sus tres hijos, la defienden
Liliana Carrillo habría “perdido contacto con la realidad”, tenía “pensamientos suicidas” y tanto ella, su familia y el padre de los niños habían pedido ayuda a las autoridades, pero “el sistema les falló”, dijeron a Univision34 familiares de la única sospechosa de asesinar a sus tres hijos de 2 y 3 años y una bebé de seis meses de nacida en la ciudad de Reseda en California.
“ El sistema nos falló necesitábamos ayuda, mi hermana necesitaba ayuda, Dentón necesitaba ayuda y no la hubo”, dijo a Univision34, Javier Carrillo, hermana de Liliana Carrillo, visiblemente afectado por la tragedia en el altar improvisado en frente al edificio de apartamentos en Reseda, California en donde los restos de los niños fueron encontrados.
Liliana Carrillo: única sospechosa
Liliana Carrillo fue señalada por la policía de Los Ángeles como la única sospechosa de asesinar a sus propios hijos, Joanna Denton Carrillo de 3 años, Terry Denton Carrillo de 2 años y Sierra Denton Carrillo de 6 meses y 23 días. El crimen fue catalogado como “horrendo” por el detective de LAPD Chris Walters el 10 de marzo, día en que los cuerpos de los menores fueron encontrados por su abuela materna.
“ Ella amaba a sus hijos intensamente, ella los cuidaba todo el tiempo, ella no era un monstruo con ellos”, afirmó entre lágrimas Ana Carrillo, hermana de la presunta asesina, reiterando que tanto la acusada, su expareja y las familias de ambos habían buscado ayuda de las autoridades, pero el apoyo no llegó.
Según el testimonio de la familia Carrillo, Liliana “había perdido contacto con la realidad”, “tenía pensamientos suicidas” y "aseguraba que era la causante de la pandemia de coronavirus". Los cambios en su conducta se notaron tras dar a luz a su primera hija en 2018, luego los síntomas se intensificaron tras el nacimiento de su segundo bebé en 2019 y para el 2020 tras el nacimiento de su tercera niña, la situación era insostenible.
Erik Denton, expareja de Liliana, también había solicitado al Departamento de Niños y Servicios Familiares del Condado de Los Ángeles, alegando la inestabilidad mental de Carrillo, la custodia de sus hijos en una corte de Tulare. Además, Dentón pidió la intervención de la policía de Los Ángeles para que la mujer le entregara a los pequeños como lo había ordenado una corte, sin embargo no recibió el apoyo que buscó.
Por su parte, Univision34 con base a las declaraciones de la familia Carrillo, pidió una respuesta al Departamento de Niños y Servicios Familiares del Condado de Los Ángeles del cual recibimos el siguiente declaración:
“ La ley estatal protege la confidencialidad de los registros de todos los niños y familias que puedan haber llamado la atención de los servicios de protección infantil y se prohíbe confirmar o comentar si un niño o familia ha estado involucrada con el departamento".
En otro párrafo del mensaje de se lee:
"Continuamos colaborando hacia una visión compartida de garantizar que cada niño pueda crecer en un hogar seguro, estable y lleno de amor".
El caso de los hermanitos Denton- Carrillo no es único, en el condado de Los Ángeles se han cometido múltiples asesinatos de menores a manos de sus propios progenitores y custodios, como los casos de Gabriel Fernández, Noah Cuatro, Kimberly Chávez López, los hermanitos Turpín, entre muchos otros que obligaron al equipo de investigación de Univision34 a realizar una serie especial para entender como las autoridades locales atienden estas denuncias y por qué tantos niños sufren las peores torturas e incluso mueren por las manos de las personas que supuestamente debían protegerlos.
¿Una tragedia que se pudo evitar?
Liliana Carrillo, de 30 años, está presa como única sospechosa en la muerte a puñaladas de sus tres hijos menores de 5 años cada uno, en el vecindario Reseda, del valle de San Fernando, informó la Policía de Los Ángeles (LAPD).
Los tres niños fueron encontrados muertos en la cuadra 8000 de Reseda Boulevard, cerca de Strathern Street, alrededor de las 9:30 am del sábado 10 de abril, según la oficial Rosario Cervantes de la Sección de Relaciones con los Medios del Departamento de Policía de Los Ángeles.
"Hoy, aproximadamente a las 9:30 am, oficiales de patrulla de West Valley acudieron a la cuadra 8000 de Reseda Blvd tras recibir una llamada de radio que denunciaba una posible muerte en uno de los apartamentos. Los agentes ingresaron a un apartamento y descubrieron a tres niños en la escena", se lee en un tuit de LAPD.
Los socorristas del Departamento de Bomberos de Los Ángeles que atendieron la emergencia declararon muertos a los tres pequeños en la escena y dijeron que "todos los niños parecen tener menos de 5 años".
Horas después de que se informara del hallazgo de las pequeñas víctimas, las autoridades anunciaron el arresto de Carrillo alrededor de las 2:30 pm del mismo sábado. La hispana fue detenida en Ponderosa, una ciudad del condado de Tulare, en el centro de California.
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Foto cortesía : Familia Roger