Madre de Gabriel Fernández presenta petición de nueva sentencia

La madre de Gabriel Fernández, quien fue acusada por la muerte de su hijo cuando tenía solo 8 años, presentó este jueves una petición para un nuevo juicio que le permita obtener una nueva sentencia.

Por:
Univision
La fiscalía del condado de Los Ángeles dio a conocer los detalles de la tortura a la que fue sometido el niño Gabriel Fernández de ocho años de edad supuestamente por Isauro Aguirre el pasado 22 de mayo del 2013. Este ha sido catalogado como uno de los peores casos de abuso infantil del condado.
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LOS ÁNGELES, California - La madre de Gabriel Fernández, quien fue acusada por la muerte de su hijo cuando tenía solo 8 años, presentó este jueves una petición para un nuevo juicio que le permita obtener una nueva sentencia.

Pearl Fernández, de 37 años, de Palmdale, se había declarado culpable por homicidio de primer grado por la muerte de Gabrielito quien fue torturado, encerrado en un armario rutinariamente, abusado física y emocionalmente hasta su muerte en el 2013. La mujer fue sentenciada en junio del 2018 a cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional.

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De acuerdo con los documentos presentados en la petición esta semana, Pearl Fernández alega que ahora no podría ser declarada culpable de homicidio de primer grado o segundo grado debido a cambios recientes en la ley estatal.

La audiencia para presentar la petición oficial está programada para el 1 de junio en la Corte Superior de Los Ángeles.

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Una historia de abusos

Gabriel Fernández murió el 24 de mayo de 2013 tras constantes agresiones y abusos de su madre y el novio de esta. Y a pesar de que el menor estaba bajo los cuidados del Departamento de Niños y Familia y un grupo de trabajadores sociales estaban al tanto de la situación, no pudieron evitar el fatal desenlace.

La madre del niño, Pearl Fernández, de 32 años en ese entonces, y su exnovio, Isauro Aguirre, fueron enjuiciados y la fiscalía pidió la pena capital para ambos tras presentar las evidencias en el juicio que indicaron meses de palizas y torturas. Tras la sentencia en el 2018, Pearl fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de recibir libertad condicional e Isaura fue condenado a la pena de muerte.

Los problemas de drogadicción Pearl Fernández permitieron que sus abuelos lograran la custodia de Gabriel a los pocos meses de nacido. Siete años después y luego de una breve estadía en un centro de rehabilitación Fernández recuperó a su hijo, aparentemente con la intención de obtener beneficios de la asistencia pública y del IRS.

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La fiscalía detalló en el juicio de su madre y novio que Gabriel vivió un infierno que duró ocho meses, desde el día que Pearl Fernández reclamó y obtuvo la custodia de su hijo en septiembre de 2012. 13 días antes de su muerte había sido retirado de la escuela y desde entonces, hasta que llegó al hospital, Gabrielito sufrió jornadas intensas de tortura.

Cada centímetro de Gabriel estaba magullado e hinchado. Su piel era de color negro y azul. Recuerdo que al tocarlo estaba frío”, declaró en el juicio Emily Rebar, una de las enfermeras que atendió al niño antes de morir. Otra enfermera aseguró que el pequeño tenía lesiones en el cuello y en la ingle causadas por una pistola de aire. Gabrielito fue forzado a dormir dentro de un gabinete ubicado en la recámara de los acusados, con un calcetín dentro de la boca y una venda sobre los ojos.

La fiscalía pidió que se analizaran varias manchas de sangre en las paredes de vivienda donde vivía el pequeño y todas coincidieron con el ADN de Gabriel. Testimonios de familiares también ayudaron en la conclusión de que la madre y su pareja abusaron severamente del pequeño durante los meses previos a su muerte.

Los fiscales entablaron una denuncia contra los trabajadores sociales con el Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles que estaban involucrados en el caso, argumentando que no tomaron las medidas adecuadas para proteger al niño y falsificaron documentos relacionados con su caso.

La fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, Jackie Lacey había indicado que los trabajadores sociales "minimizaron la importancia de las heridas físicas, mentales y emocionales que sufrió Gabriel" y aseguró que los funcionarios "permitieron que un chico vulnerable permaneciera en casa y continuara siendo abusado".

Un informe de la autopsia del menor mostró hematomas, fracturas y cortes en todo el cuerpo, incluida la ingle y perdigones incrustados en su cuerpo.

Gabrielito falleció después ser agredido y abusado por los responsables de su custodia. Pearl Sinthia Fernández, de 35 años de edad y madre del pequeño, 
<a href="https://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/muertes/crimen-de-gabrielito-pena-de-muerte-para-el-padastro-y-cadena-perpetua-para-la-madre-del-nino-de-8-anos">fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.</a> Isauro Aguirre, un exguardia de seguridad de 37 años y novio de la madre, fue sentenciado a muerte por el juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles.
Los problemas de drogadicción Pearl Sinthia Fernández permitieron que sus abuelos lograran la custodia de Gabriel a los pocos meses de nacido. Siete años después y luego de una breve estadía en un centro de rehabilitación Fernández recuperó a su hijo, aparentemente con la intención de obtener beneficios de la asistencia pública y del IRS. En la fotografía, Fernández en su presentación a la corte cuatro días después de la muerte de Gabrielito, el 28 de mayo de 2013.
La fiscalía detalló en el juicio que Gabriel vivió un infierno que duró ocho meses, desde el día que Pearl Fernández reclamó y obtuvo la custodia de su hijo en septiembre de 2012. 
<a href="https://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/juicios/los-13-dias-de-tortura-que-llevaron-a-la-muerte-a-gabrielito-en-los-angeles">13 días antes de su muerte había sido retirado de la escuela y desde entonces, hasta que llegó al hospital</a>, Gabrielito sufrió jornadas intensas de tortura. En la fotografía, el pequeño antes de ser retirado de clases, con su rostro visiblemente maltratado.
“Cada centímetro de Gabriel estaba magullado e hinchado. Su piel era de color negro y azul. Recuerdo que al tocarlo estaba frío”, declaró en el juicio Emily Rebar, una de las enfermeras que atendió al niño antes de morir. Otra enfermera aseguró que 
<a href="https://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/juicios/gabrielito-no-tenia-piel-en-el-cuello-y-un-balin-estaba-en-su-ingle-el-testimonio-de-una-enfermera-en-la-corte">el pequeño tenía lesiones en el cuello y en la ingle causadas por una pistola de aire</a>. Gabrielito fue forzado a dormir dentro de un gabinete ubicado en la recámara de los acusados, con un calcetín dentro de la boca y una venda sobre los ojos. La imagen corresponde a una de las evidencias presentadas en la corte para explicar las distintas lesiones encontradas en el cuerpo del niño.
La fiscalía pidió que se analizaran 
<a href="https://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/juicios/juicio-por-la-muerte-de-gabrielito-tenia-arena-para-gato-en-el-estomago-y-habia-cientos-de-manchas-de-sangre-en-la-casa">varias manchas de sangre en las paredes de vivienda donde vivía el pequeño</a> y todas coincidieron con el ADN de Gabriel. Testimonios de familiares también ayudaron en la conclusión de que la madre y su pareja abusaron severamente del pequeño durante los meses previos a su muerte.
Jonathan Hatami, fiscal de distrito del caso, explicó que Isauro Aguirre “le dio un puñetazo y le siguió dando puñetazos” hasta que el pequeño perdió el conocimiento y tuvo que ser hospitalizado. Los médicos indicaron que el niño tenía muerte cerebral. Dos días después, el 24 de mayo, murió. En la imagen Isauro Aguirre en su presentación a la corte el 28 de mayo de 2013.
Dos días antes de la muerte del pequeño, Aguirre lo habría golpeado tantas veces que hasta perdió la cuenta, según señala la acusación. Posteriormente confesó a los investigadores que le dio 10 golpes en la cabeza y al menos 20 en el cuerpo. La fiscalía agregó que Aguirre estrelló la cabeza del menor contra una pared con tanta fuerza que le habría fracturado el cráneo.
Cuatro trabajadores del Departamento de Servicios a los Niños y la Familia del condado de Los Ángeles tenían la responsabilidad legal de proteger a Gabriel cuando el caso fue abierto en octubre de 2012. Stefanie Rodríguez y Patricia Clement, y sus supervisores: Kevin Bom y Gregory Merritt, 
<a href="https://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/abuso-infantil/acusan-a-trabajadores-sociales-de-negligencia-por-la-muerte-de-nino-torturado">enfrentan cargos por abuso infantil y falsificación de documentos públicos</a>. En la fotografía los familiares de Gabriel durante una rueda de prensa en abril de 2016.
Rodríguez y Clement falsifiacaron los reportes en los que debieron documentar que Gabriel tenía evidencias físicas de abuso. En la fotografía, una tarjeta que hizo el pequeño para un día de las madres.
En un aparente argumento de defensa, Isauro Aguirre y Pearl Fernández, quienes enfrentaron juicios separados, habrían declarado a las autoridades que al niño “le gustaba golpearse a sí mismo, que era gay y que quería matarse”. La investigación determinó que el niño también 
<a href="https://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/juicios/juicio-por-la-muerte-de-gabrielito-tenia-arena-para-gato-en-el-estomago-y-habia-cientos-de-manchas-de-sangre-en-la-casa">había sido obligado a comer heces de gato.</a>
Isauro Aguirre y Pearl Sinthia Fernández durante la audiencia de sentencia el jueves 7 de junio de 2018 en Palmdale, California. Fernández, quien se declaró culpable de asesinato de su hijo en febrero, fue condenada a cadena perpetua. Aguirre fue hallado culpable de homicidio en primer grado el pasado 15 de noviembre y sentenciado a muerte.
Luego de leer la sentencia, el juez George Lomeli calificó el crimen como "horrendo, inhumano y peor que el demonio". "Espero que piense sobre el dolor que causó a este niño y que te torture", añadió. La fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Jackie Lacey, aseguró que "este caso demostró cómo el mal no solamente puede infligir un daño duradero a quienes amaron a Gabriel, sino también a nuestra sociedad".
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Gabrielito falleció después ser agredido y abusado por los responsables de su custodia. Pearl Sinthia Fernández, de 35 años de edad y madre del pequeño, fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Isauro Aguirre, un exguardia de seguridad de 37 años y novio de la madre, fue sentenciado a muerte por el juez de la Corte Superior del condado de Los Ángeles.
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