ORLANDO, Florida.- Lo que comenzó como una llamada de emergencia por un niño inconsciente, terminó revelando una desgarradora y estremecedora historia que ha conmocionado a la comunidad y a las autoridades del estado de Florida. Sebastián, un niño de apenas año y medio, murió tras permanecer más de tres horas dentro de un automóvil cerrado, bajo un calor extremo, mientras su padre bebía en un bar cercano.
Dejó morir a su hijo en el coche mientras bebía: padre es acusado de homicidio en Florida
El padre dejó al niño encerrado en un auto bajo el sol mientras se cortaba el cabello y bebía por horas en un bar de Florida. Sebastián, de solo un año y medio, murió por exposición al calor; la temperatura del coche superó los 110 grados Fahrenheit.
La investigación conjunta entre la policía de Ormond Beach y la Fiscalía Estatal reconstruyó minuto a minuto los últimos momentos del menor. Según los reportes, el padre del menor, Scott Allen Gardner, de 33 años, dejó a Sebastián en su asiento infantil dentro del coche alrededor de las 11:30 a.m., para entrar a cortarse el cabello. Posteriormente, decidió pasar la tarde en el bar "Hanky Panky", donde permaneció desde la medianoche hasta las 2:40 p.m., consumiendo bebidas alcohólicas mientras el niño seguía en el vehículo, con las ventanas cerradas y apenas un pequeño ventilador de baterías tratando inútilmente de mitigar el calor.
Cuando el hombre finalmente regresó a su auto, Sebastián ya no respondía. La llamada al 911 se realizó a las 2:45 p.m., pero para entonces era demasiado tarde. El primer oficial en llegar a la escena encontró al menor en estado de rigor mortis. El hospital confirmó una temperatura corporal de más de 107 grados Fahrenheit, y los peritos forenses estimaron que el interior del vehículo alcanzó temperaturas de hasta 111 grados.
Las autoridades describieron al padre como “indiferente” y “abusivo” no solo con su hijo, sino también con el personal médico y policial que intentó asistir. “Este hombre es un pedazo de basura humana. Espero que cada noche, cuando cierre los ojos, su hijo le pregunte: ‘¿Papá, por qué me hiciste esto?’”, declaró con visible indignación un representante de la Fiscalía.
Notas Relacionadas
Tras la tragedia, el sospechoso regresó al bar a seguir bebiendo
El comportamiento del acusado posterior a la tragedia agravó aún más la indignación pública: tras reportar la muerte de Sebastián, el hombre volvió al bar a seguir bebiendo junto a su madre, permaneciendo allí hasta casi la medianoche. Las cámaras de seguridad y los testimonios de empleados y testigos resultaron clave para reconstruir los hechos y desmontar la versión inicial del acusado, quien alegó un supuesto accidente y describió una historia falsa sobre actividades familiares previas.
La madre del menor, que no vivía con el padre y no tenía la custodia oficial, fue entrevistada por las autoridades. Aparentemente no estaba al tanto de la negligencia que había ocurrido.
Las autoridades han insistido en el peligro que representan los vehículos cerrados en un clima como el de Florida, donde las temperaturas pueden ser letales en minutos. “Un niño no regula el calor como un adulto. No tienen termostato. Esta tragedia nunca debió ocurrir”, afirmó el jefe de la Policía de Ormond Beach, Jesse Godfrey.
El padre de Sebastián enfrenta cargos por homicidio agravado y abuso infantil agravado. La comunidad exige justicia mientras la Fiscalía prepara su caso. Para los investigadores, no hay duda: este no fue un accidente. Fue un acto de negligencia criminal que costó la vida de un inocente.
Te podría interesar:

