La morgue de Pima: donde terminan los sueños de muchos migrantes que pasan por el desierto de Arizona

Muchos sueños truncados terminan en la morgue de Pima. Es casi imposible llevar la cuenta, pues son más de 400 cuerpos los que se reciben por año. Y son hallados en condiciones tan desgarradoras como variadas. Esta es la historia de estos Perdidos pero no olvidados.

Héctor Lagunas
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Héctor Lagunas.
La oficina del médico forense del condado Pima, en Tucson, alberga casi 700 restos humanos que fueron encontrados en el desierto y que son almacenados mientras se realizan las tareas de identificación, un proceso que puede tardar semanas, meses o años.
Video Perdidos pero no olvidados: la morgue de Pima, el destino final de cientos de migrantes

TUCSON, Arizona – En las dos primeras entregas de Perdidos pero no olvidados, recorrimos sectores del desierto de Arizona, para vivir en carne propia apenas una muestra del complicado camino al que se enfrentan muchos inmigrantes.

Desgraciadamente, estas dificultades explican cómo es que muchos sueños truncados terminan en la morgue de Pima.

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Y aunque dicen que es cuestión de tiempo el superar la pérdida de un ser querido y resignarse a su ausencia, el proceso de curar el vacío en el alma se vuelve más complejo cuando alguien desaparece sin dejar una sola huella.

La oficina del médico forense del condado Pima en Tucson, Arizona, registra desde el año 2000 las ubicaciones de personas sin vida a través de puntos anaranjados que marca en un mapa. "Son casi 4,000", dice el investigador Gene Hernández.

Morgue de Pima registra el hallazgo de cuerpos con puntos anaranjados en un mapa.
Morgue de Pima registra el hallazgo de cuerpos con puntos anaranjados en un mapa.
Imagen Univision Arizona.


Son muchos los cuerpos hallados, principalmente por brigadas, en colaboración con las autoridades. Y son hallados en condiciones tan desgarradoras como variadas.

La morgue del condado de Pima es donde terminan los sueños de muchos Perdidos pero no olvidados

Es casi imposible llevar la cuenta, pues son más de 400 cuerpos los que se reciben por año, confirmó a Univision Arizona el investigador Gene Hernández.

Aquellos restos a los que todavía falta realizarles los análisis genéticos permanecen dentro de congeladores.

Las temperaturas dentro de los depósitos mortuorios son demasiado bajas, con el objetivo de evitar la descomposición de los cuerpos.

Los cuerpos son etiquetados.
Los cuerpos son etiquetados.
Imagen Univision Arizona.


Los restos se marcan con etiquetas de diferentes colores. Con esto, los médicos forenses pueden saber si la autopsia ha sido completada, o si la identidad de la persona ya fue revelada a sus familiares.

Una vez concluido el examen antropológico, los huesos son almacenados en lugares restringidos.

Restos almacenados en la morgue de Pima.
Restos almacenados en la morgue de Pima.
Imagen Univision Arizona.


En un remolque de la oficina forense se almacenan los restos de unas 680 personas, los cuales son enumerados de acuerdo con la fecha en que fueron recuperados.

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También se guardan las pertenencias, entre las que es común encontrar dinero, linternas, navajas o imágenes religiosas. Estas se vuelven piezas fundamentales para evitar que los migrantes queden en el olvido, pues de alguna manera podrían ayudar a su identificación.

“Acá hasta la ropa, los zapatos, ropa interior, bolsas que tiene documentos, números de teléfono. Linternas, dinero, navajas”, estas son algunas de las pistas que, según Hernández, mantienen viva la esperanza para que los familiares identifiquen a un ser querido.

Pertenencias bajo resguardo de la morgue de Pima.
Pertenencias bajo resguardo de la morgue de Pima.
Imagen Univision Arizona.

La identificación, un proceso que agranda la herida

Una labor fundamental es la que desempeña la Organización Colibrí. De la mano del médico forense, establece comunicación con familiares desesperados por saber de sus seres queridos.

Con un servicio gratuito, Colibrí trabaja en diferentes estados del país y también en otras 14 naciones. De ser necesario, su personal viaja para tener muestras de ADN y compararlas.

Esta organización recibe cada año un promedio de 350 reportes de personas desaparecidas. Desafortunadamente, la probabilidad de que la genética arroje coincidencias es muy baja: del 10% al 15%, cuenta Mirza Martínez, directora del programa Migrantes Desaparecidos.

"La gente realmente no sabe cuáles son los peligros. Solo pueden ver las historias de éxito y de progreso. Es difícil pensar que tiene que costar una vida o tienen que morir de una forma tan terrible", comenta Martínez.

Ningún migrante elige morir en el desierto; todos buscan una mejor vida de la que su país les ofrece. Sin embargo, los riesgos son muchos, seguramente más de los que cada migrante considera antes de emprender el viaje.

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Quienes desconozcan el paradero de algún ser querido que haya cruzado la frontera por Arizona, puede solicitar la ayuda de Colibrí, llamando al 520-724-8644. También puede comunicarse a la oficina del médico forense de Pima, al 520-724-8600.

Perdidos pero no olvidados

Quienes se aventuran a cruzar la frontera por el desierto se enfrentan a animales venenosos, terrenos complicados y temperaturas extremas, poniendo en riesgo su vida e incluso perdiéndola en busca del sueño americano. Dos reporteros de Univision Arizona vivieron de primera mano lo que padecen miles de migrantes.
Video Perdidos pero no olvidados: los riesgos que se corren en el desierto por el sueño americano
Al menos 350 inmigrantes desaparecen cada año en el desierto y de su travesía, sólo quedan pertenencias esparcidas en el suelo árido. Tras cinco horas de recorrido, los reporteros de Univision Arizona regresan con la brigada que los acompañó e investigan qué pasa con los restos que se encuentran en la frontera sur de Arizona.
Video Perdidos pero no olvidados: cuando la lucha por una mejor vida se queda para siempre en el desierto
"Solo aquellos que cargan el morral saben lo que lleva dentro", reza un dicho. Por ello, qué mejor manera de conocer todo lo que viven los migrantes en su camino a Estados Unidos.
Univision Arizona recorrió Quitobaquito, una zona remota a 16 millas del puerto fronterizo Lukeville. El punto es un desafío para quienes llegan a él, por lo que muchos inmigrantes no logran su meta de internarse en Estados Unidos para hacer una nueva vida. Lo que encontramos es escalofriante.
La zona, está a unas 16 millas de distancia del puerto fronterizo de Lukeville, Arizona.
Lo primero al llegar al punto es unirse en oración.
Hay que encomendarse a Dios antes de iniciar la travesía por el desierto.
La oficina del forense del condado Pima confirma que precisamente en el desierto han muerto unos 4,500 migrantes en las últimas dos décadas.
La temperatura en el suelo alcanza los 120 grados Fahrenheit durante el día; en la noche descienden hasta el punto de congelación.
Los rescatistas indican que vestir de colores claros es clave para identificar y rescatar a quien lo necesite.
Quienes se aventuran a cruzar la frontera por el desierto se enfrentan a animales venenosos, terrenos complicados y temperaturas extremas, poniendo en riesgo su vida e incluso perdiéndola en busca del sueño americano.
Al contrario, los migrantes usan colores oscuros por consejo de los traficantes de personas, para evitar ser identificados por la Patrulla Fronteriza.
Pero eso puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Prueba de ello, las cruces halladas en el camino, muestra de batallas no ganadas.
La morgue de Tucson recibe cada semana cuerpos o restos de migrantes que perdieron la vida en la frontera, allí permanecen hasta ser identificados, este proceso puede tomar semanas o años.
<b><a href="https://www.univision.com/local/arizona-ktvw/quitobaquito-frontera-arizona-migrantes" target="_blank">“Perdidos pero no olvidados”</a></b> es una serie especial en la que dos reporteros de Univision Arizona se ponen en los zapatos de los migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos por el desierto y documentar tan sólo algunos de los peligros a los que se enfrentan.
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"Solo aquellos que cargan el morral saben lo que lleva dentro", reza un dicho. Por ello, qué mejor manera de conocer todo lo que viven los migrantes en su camino a Estados Unidos.
Imagen Univision Arizona.