Amnistía Internacional denuncia que el Gobierno de Venezuela reprime a la población con allanamientos ilegales y violentos a viviendas

La organización denuncia el aumento de los allanamientos y arbitrariedades de las autoridades en los hogares en Venezuela. Si bien estas prácticas ya se habían documentado en el pasado, "parecen haber adquirido unas dimensiones más extendidas que forman parte de una política de represión" del Estado.

Por:
Univision
A la represión en la calle se suma el abuso en los allanamientos a las viviendas, donde entran sin orden judicial y con violencia, denuncia AI.
A la represión en la calle se suma el abuso en los allanamientos a las viviendas, donde entran sin orden judicial y con violencia, denuncia AI.
Imagen Federico Parra/AFP/Getty Images

En medio de una política de represión de la población, el Gobierno venezolano ha extendido su control con el allanamiento ilegal de viviendas y ataques a zonas residenciales por fuerzas de seguridad, alertó este lunes Amnistía Internacional (AI).

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"Se trata de un mecanismo más de represión, un mecanismo que está llevando la represión de las calles a la vida privada y al espacio privado de las personas, generando una situación de terror", señaló Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de AI, en declaraciones a la agencia Efe.


La organización presenta el informe "Noches de terror: Ataques y allanamientos ilegales a viviendas en Venezuela", en el que señala que los allanamientos, la mayoría enmarcados en las masivas protestas de la oposición de abril a julio que dejaron más de 120 muertos, agravan la "violación de derechos humanos" en ese país y violan "los estándares internacionales".

Para la elaboración del informe, un grupo de expertos de la ONG viajó a cuatro ciudades venezolanas -en los estados de Miranda, Carabobo y Lara, además del Distrito Capital (Caracas)- con un elevado número de allanamientos, y también recogieron datos de entidades civiles locales.

"No tenemos registros precisos, pero sabemos que hay reportes y denuncias de por lo menos 47 allanamientos ilegales en 11 estados" sin saber si han desencadenado detenciones, indicó la representante de AI.

Incumplir la ley

El informe destaca que hay "evidencia de que, inmediatamente después de las manifestaciones, los cuerpos de seguridad del Estado se dirigían hacia el interior de los edificios y zonas residenciales".

Pero algunos allanamientos se producían "muchas horas después", y en unos y otros se incumplía la propia legislación venezolana que exige una orden judicial para los registros domiciliarios.

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Entre quienes acogían a manifestantes en sus casas, hubo incluso detenciones arbitrarias "de corto plazo" y violencia.

"Es alarmante que en todas las comunidades entrevistadas fue consistente el relato de uso de violencia como golpes con las armas o patadas a las personas que estaban siendo arrestadas", señala el informe.

Comandos fuertemente armados del gobierno venezolano sacaron a Leopoldo López y Antonio Ledezma de sus respectivos hogares donde cumplían arresto domiciliario. Un comunicado del Tribunal Supremo de Justicia informó la revocación de las medidas por supuestos planes de fuga.
Video A empujones y gritos, militares armados sacan de su casa a líderes opositores en Venezuela


Según el testimonio de algunas de las 120 personas entrevistadas, también hubo uso de armas de fuego y gases lacrimógenos, destrozo de las zonas residenciales y robo de objetos dentro de las propiedades como relojes, computadores o teléfonos móviles.

En ocasiones los allanamientos los llevaban a cabo grupos de civiles armados que "operan en paralelo y, de alguna manera, con el apoyo de las autoridades".

Impunidad

Amnistía Internacional considera "incuestionable" que Venezuela, bajo el Gobierno de Nicolás Maduro, padece una "crisis inconstitucional".


Y está "estrechamente ligada a altos niveles de impunidad", con detenciones arbitrarias, configuración de grupos civiles armados y ahora el allanamiento ilegal a domicilios.

AI concluye que es "imperativo" que el Estado venezolano cese de inmediato los allanamientos y detenga "de forma urgente" la práctica de "uso excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad".

El pasado agosto la ONU también denunció detenciones arbitrarias, el uso "generalizado" de la fuerza excesiva y torturas durante los cuatro meses de protestas que se sucedieron contra el gobierno de Nicolás Maduro.

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AI también solicita que s e "investigue y sancione de manera eficiente e imparcial, y por un tribunal civil, las acciones de grupos civiles armados" y a los funcionarios que llevaron a cabo dichos allanamientos.

Además, pide al Gobierno de Maduro "las garantías necesarias para que las investigaciones sean imparciales y no supongan un riesgo para las víctimas que busquen justicia y reparación integral".

Y también que "garantice los derechos a la inviolabilidad del domicilio, a la vida privada", y libere a quienes han sido detenidos de manera arbitraria en estos meses, declinando asimismo las competencias otorgadas a los tribunales militares.

Anderson Dugarte, de 32 años, recibió un balazo en la cabeza en una protesta el lunes en la ciudad occidental de Mérida. En tanto, Miguel Castillo, de 27 años, murió durante una manifestación en el este de Caracas. Los manifestantes con sus escudos, un símbolo de las protestas, atacan una tanqueta de la guardia Nacional en Caracas.
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Pese a los cientos de heridos y detenidos en las movilizaciones, el miércoles miles de opositores tomaron de nuevo las principales avenidas del país insistiendo en la protesta que mantienen casi a diario, contra lo que consideran una "dictadura" del presidente Nicolás Maduro. Los activistas heridos fueron asistidos por otros manifestantes y paramédicos en la escena.
"Lo digo con el corazón arrugado, nadie debería morir por protestar", dijo el diputado opositor Miguel Pizarro, comentando el último deceso, que ocurrió en un área donde manifestantes opositores se enfrentaron con fuerzas de seguridad. En la imagen, una nube de gas lacrimógeno cubre el enfrentamiento entre manifestantes y la policía. 
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La protesta escaló con algunos manifestantes lanzando frascos llenos de excrementos -conocidos como bombas "puputov"- a las fuerzas de seguridad, que, desde que iniciaron las protestas hace más de un mes, han bloqueado su paso con barreras y una lluvia de gases lacrimógenos. La imágen muestra como, con una honda, los manifestantes disparan los frascos con desechos a la policía.
El Gobierno socialista dice, por su parte, que las acciones de la oposición sólo buscan crear caos para finalmente desbancarlo y ha ordenado que se juzgue en tribunales militares a manifestantes civiles detenidos. Como de costumbre la marcha opositora fue detenida por la Policía Nacional y la Guardia Nacional en la autopista.
El ministro también informó que Castillo fue asesinado con un arma de fuego. Un manifestante recibe un chorro de agua de la la policía.
A través de la televisión estatal, el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, acusó a un "francotirador" de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática por la muerte de Dugarte, sin dar más detalles.
Pese a que autoridades advirtieron en la víspera lo ilegal del acto de protesta, jóvenes con la cara cubierta y cascos, usaban resorteras para arrojar los envases de heces, piedras y bombas molotov en una autopista de la capital.
Los focos de protesta y enfrentamientos en algunos puntos de la capital y otras ciudades del país petrolero, como San Cristóbal o Barquisimeto, se mantuvieron hasta entrada la noche.
Más temprano, diputados opositores denunciaron que un grupo de hombres armados no identificados intentó dispersar una concentración cerca del Palacio de Gobierno disparando al aire, en un hecho que fue televisado. Los escudos decorados se han convertido en uno de los símbolos de la protesta.
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La oposición, que insiste en que mantendrá viva la protesta, ha rechazado la iniciativa del presidente Maduro de convocar una asamblea para introducir cambios a la Constitución -como una forma de resolver la crisis política- y exigen que el conflicto se dirima con la convocatoria a elecciones generales.
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"Estamos en la calle para quedarnos. De aquí no nos vamos hasta que se acabe esto, hasta que se vaya Maduro", dijo Luis Orta, un empresario de 52 años, quien caminaba junto a otros que portaban, como él, escudos de madera, como símbolo de su defensa a la Constitución. Un manifestante muestra un 'rolinera#39; y denuncia que fue disparada por la policía.
Los manifestantes regresan las bombas lacrimógenas a la Guardia Nacional.
Un momento de la refriega entre la policía y los manifestantes.
Un activista opositor herido en el suelo de la autopista.
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Anderson Dugarte, de 32 años, recibió un balazo en la cabeza en una protesta el lunes en la ciudad occidental de Mérida. En tanto, Miguel Castillo, de 27 años, murió durante una manifestación en el este de Caracas. Los manifestantes con sus escudos, un símbolo de las protestas, atacan una tanqueta de la guardia Nacional en Caracas.
Imagen CHRISTIAN VERON/Reuters
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