Un presidente interino apoyado por EEUU y Maduro en Miraflores con el apoyo militar: así está Venezuela

Tras una jornada de manifestaciones opositoras masivas, Juan Guaidó se juramentó como nuevo presidente interino y recibió el apoyo de gran parte de la comunidad internacional. ¿Y ahora qué?

Pedro Pablo Peñaloza
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Pedro Pablo Peñaloza.
Cientos de miles de manifestantes habían acudido al llamado del Parlamento para protestar contra Nicolás Maduro. La Guardia Nacional intentó impedir algunas de las marchas dispersándolas con gases lacrimógenos, pero fue imposible detenerlas. Maduro dio un plazo de 72 horas para que diplomáticos estadounidenses en Venezuela se fueran del país.
Video Nueva etapa en Venezuela: Juan Guaidó se juramenta presidente interino y EEUU lo reconoce

CARACAS, Venezuela.- Cuando bajo el sol de mediodía de este miércoles 23 de enero, frente a miles de personas que marcharon eufóricas por las calles de Caracas, Juan Guaidó levantó la mano derecha y juró el cargo de Presidente interino de Venezuela, un puñado de hombres y mujeres que estaban frente a la tarima se abrazaron y lloraron de emoción. Sin embargo, la historia de la crisis venezolana está muy lejos aún de tener un final y menos feliz.

Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, dijo que iba a “asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como Presidente encargado de Venezuela”. Este movimiento eleva el conflicto político en el país, que a partir de ahora tiene al líder de la Asamblea Nacional como Presidente interino reconocido por Estados Unidos, Canadá y varios gobiernos de América Latina; y a Nicolás Maduro todavía en Miraflores con el respaldo del alto mando de la Fuerza Armada.

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Así cubrimos la jornada de este miércoles en vivo

¿Cómo llegó Venezuela a esta situación inaudita? Todo comenzó el 20 de mayo de 2018, cuando Maduro se declaró ganador de un proceso electoral calificado como fraudulento por el Poder Legislativo venezolano y las democracias occidentales. A pesar de esa condena, el dirigente de la revolución chavista inició este 10 de enero un nuevo mandato de seis años que es considerado ilegítimo por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea (UE) y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Luego de declarar a Maduro “usurpador” de la Presidencia de la República, Guaidó dijo estar dispuesto a asumir un gobierno interino para convocar nuevas elecciones si contaba con el apoyo del pueblo, la comunidad internacional y la Fuerza Armada. Se atrevió a dar ese paso a pesar de que los militares todavía se mantienen fieles al heredero del difunto comandante Hugo Chávez.

Para despejar dudas y acallar rumores, el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, ratificó por enésima vez su lealtad a Maduro. “El desespero y la intolerancia atentan contra la paz de la nación. Los soldados de la patria no aceptamos a un Presidente impuesto a la sombra de oscuros intereses ni autoproclamado al margen de la ley. La Fuerza Armada defiende nuestra Constitución y es garante de la soberanía nacional”, publicó en Twitter.


Apuntalado por el Ejército bolivariano, Maduro respondió a Guaidó desde el palacio de Miraflores, donde la tarde de este miércoles recibió una marcha de cientos de sus simpatizantes, dijo que está siendo objeto de un “intento de golpe de Estado” y ordenó romper las relaciones diplomáticas con Washington.

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Esta nueva escalada de la crispación política ya tiene víctimas fatales. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) contabilizó hasta la noche de este miércoles 13 muertes en el marco de las protestas que se han registrado en las últimas horas contra Maduro en distintas regiones del país, mientras que la ONG Foro Penal informó sobre la existencia de más de 70 detenidos.

Al frente

“Más que un juramento, lo de Guaidó es una ofensiva política”, resume Colette Capriles, profesora de filosofía política. “Lo que se está viendo es que Maduro se atrinchera junto con la Fuerza Armada. El anuncio este miércoles de la ruptura de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, que debería ser seguida por otras rupturas, si se continúa en esa lógica, trae consecuencias de gobernabilidad serias en muy corto plazo”, apunta la analista.

Colette Capriles observa que Maduro “está apostando a la falta de capacidad ejecutoria de Guaidó y los miembros del Parlamento, pero hay acciones internacionales que de llevarse a cabo afectarían muy seriamente su gobierno, como el escalamiento de las sanciones petroleras”. Sobre el régimen chavista y los miembros de su cúpula ya pesan una serie de castigos impuestos por la Casa Blanca desde 2017.

Juan Guaidó, un político de 35 años que llegó a la presidencia del parlamento se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela. Llegó en motocicleta a una manifestación convocadas por la oposición, una de las muchas organizadas en todo el país suramericano.
Desde la proclamación de Nicolás Maduro para un nuevo mandato, considerado inconstitucional por la Asamblea Nacional, Guaidó propuso es liderar un proceso de transición que ha tenido apoyo en buena parte de la comunidad internacional.
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Guaidó es escoltado a la tarima de la concentración en Caracas el 23 de enero. Pertenece al partido Voluntad Popular, fundado por Leopoldo lópez, uno de los presos políticos más importantes en Venezuela.
"Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como el presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación", dijo ante una multitud en la capital venezolana.
"Hoy doy el paso con ustedes, entendiendo que estamos en una dictadura", aseguró con un libro de la Constitución con la imagen de Bolívar.
El político aseguró que se prepara para entregar la ley de amnistía y para aceptar una ayuda humanitaria internacional que mitigue la crisis.
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Juan Guaidó, un político de 35 años que llegó a la presidencia del parlamento se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela. Llegó en motocicleta a una manifestación convocadas por la oposición, una de las muchas organizadas en todo el país suramericano.
Imagen Federico Parra/Getty Images

“Quedaría por ver si el resultante aumento de la penuria puede ser metabolizado por la población a través del discurso de la ‘guerra económica’ y el ‘bloqueo’ del ‘imperio’, o si termina por precipitar el debilitamiento del gobierno. De modo que la cuestión es: ¿qué puede hacer Guaidó para aumentar la presión sobre el gobierno de Maduro a corto plazo? ¿Qué puede hacer para protegerse de una eventual detención?”, expone la académica.

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En medio de la incertidumbre, Capriles resalta que “el reconocimiento de Guaidó por parte de la comunidad internacional tendría que venir acompañado de peticiones concretas a Maduro. Estados Unidos ya dijo que debía apartarse del poder, pero tampoco queda claro bajo qué condiciones”.

Herida regional

La consultora política Carmen Beatriz Fernández señala que esta crisis “debe analizarse en clave regional”. Destaca que el “éxodo forzado” de venezolanos, que Naciones Unidas ha calculado en 2.3 millones desde 2015, se ha convertido en un problema hemisférico que atenta contra los sistemas sanitarios de los países vecinos y genera brotes de xenofobia como el que en este momento se experimenta en Ecuador, como reacción al asesinato en plena vía pública de una joven embarazada a manos de un venezolano.

Fernández subraya que los gobiernos de América Latina, encabezados por Estados Unidos, deben estar conscientes de que lo que ocurra en Caracas impactará en Nicaragua, Cuba –que someterá a referendo su nueva Constitución el 24 de febrero- y México, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador aprieta el acelerador a sus reformas. “Todo esto ha venido imprimiendo velocidad a los acontecimientos”, afirma.

La directora de la firma DataStrategia estima que Guaidó se juramentó “porque así eleva el costo político ante una eventual detención”, y cree que el espaldarazo de Estados Unidos al “Presidente interino” podría traducirse en un aumento de las presiones económicas y petroleras contra el régimen de Maduro.

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En línea con lo expresado por Fernández, el economista Francisco Rodríguez, jefe de Torino Capital, explicó en un tuit: “Después de su reconocimiento por Donald Trump, el gobierno de Guaidó es el único representante válido de Venezuela en Estados Unidos. Por ende, el gobierno de Nicolás Maduro pierde la posesión de activos en Estados Unidos, así como la capacidad de facturar ventas de petróleo en ese país”.

Roberta Perez es de Cotiza, uno de los sectores populares de Caracas donde se iniciaron las manifestaciones antigubernamentales esta semana después de que un 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/crisis-en-venezuela/detienen-en-venezuela-a-27-militares-alzados-contra-el-gobierno-de-nicolas-maduro">grupo de 27 militares se sublevara contra Nicolás Maduro.</a></b> "Dejé de comer para que mis hijos no se mueran de hambre" aseguró la mujer. Como a muchos de los manifestantes que salieron este miércoles a las calles, la situación económica fue lo que le llevo a protestar.
Mayra Garcia y Joselyn Fuentes también son de Cotiza. Las mujeres aseguran que fueron votantes del chavismo, pero ahora apoyan a Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional que este miércoles juró como presidente encargado de Venezuela, al desconocer a Maduro. "Esto no se aguanta, no nos queremos ir del país, pero esta es la ultima oportunidad", le dijeron a Univision Noticias.
Julia Rodriguez, llegó al centro de Caracas de Petare, un barrio al este de Caracas. "Queremos libertad y que mis familiares regresen al mi país", pidió en medio de la protesta.
"No aguantamos mas, necesitamos vivir sin pensar qué vamos a comer el día de mañana", dijo por su parte Nela Garcia, una mujer del barrio de Cotiza. Algunos de los manifestantes lamentaban que ni con cinco salarios mínimos puede vivir una familia de 4 personas.
Algunos manifestantes criticaron el sistema de distribución de alimentos del gobierno de Maduro llamado Clap, con el que solo pueden comer una vez al día. En el caso de Robert Suarez, que también es del barrio de Cotiza, dice que apenas consigue dinero para alimentar a su familia. "Ya mi moto no sirve y no puedo llevar comida a mi casa", asegura.
Alexander Cuellar es de Bello Campo y se vio reflejado en el discurso del líder opositor Juan Guaidó. "Libertad y canal humanitario, no aguantamos mas", expresó. El recién juramentado presidente interino aseguró en su discurso que se está preparando "una gran marcha" para recibir la ayuda humanitaria
<b> </b>la primera semana de febrero.
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Delia Rodriguez es de la ciudad de Maracay, a unas 90 millas de Caracas y salió a protestar con la esperanza de un futuro mejor. "Quiero envejecer feliz", expresó durante la protesta. 
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"No quiero que me regalen nada, me lo quiero comprar yo con mi dinero", dijo por su parte Luis Casas, otro manifestante que llegó de Cotiza.
“Protesto por muchas razones. Por la salud, por mi hija. Soy profesional y no ejerzo mi profesión”, afirmó Mayra Rodriguez, del barrio de Petare.
Por su parte Rogelio Sifontes, de Cotiza, salió con un casco con la bandera venezolana con un deseo en mente: "Quiero estar tranquilo y vivir en paz", dijo en la manifestación.
"Como todo venezolano, estoy reclamando mis derechos para que empiece a funcionar la economía", afirmó por su parte Juan Pablo Ramirez, de Cotiza. Luego de que Guaidó se juramentó como presidente encargado, numerosos países, entre ellos EEUU, lo reconocieron como legítimo.
En medio de la manifestación, Horacio Rodriguez, quien vive en la indigencia, era una muestra viva de lo que es la hiperinflación en el país. "Con estos billetes algo me voy a comer", aseguró con las manos llenas de bolívares. La manifestación de la oposición coincidió con la celebración de los 61 años de la caída de la dictadura militar y fue la primera movilización multitudinaria, tras la ola de intensas protestas antigubernamentales que en 2017 dejaron cientos de muertos y heridos.
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Roberta Perez es de Cotiza, uno de los sectores populares de Caracas donde se iniciaron las manifestaciones antigubernamentales esta semana después de que un grupo de 27 militares se sublevara contra Nicolás Maduro. "Dejé de comer para que mis hijos no se mueran de hambre" aseguró la mujer. Como a muchos de los manifestantes que salieron este miércoles a las calles, la situación económica fue lo que le llevo a protestar.
Imagen Alfredo Lasry
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