Cuando se mezclan la mano dura y la fe: Trump busca calmar a su base electoral con un discurso de "ley y orden"

Donald Trump decide responder a la crisis con un mensaje que le gana aplausos de un sector la que le gusta su propuesta de "ley y orden" y las críticas de otro grupo que espera propuestas concretas para erradicar la discriminación racial en EEUU.

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Por:
Luis Alonso Lugo.
En medio de la oleada de protestas, el presidente Donald Trump acudió el lunes a la Iglesia Episcopal St. John's donde se fotografió con una biblia en la mano. Esta fue la reacción de algunos líderes religiosos. Más información aquí.
Video “Se burla del Cristianismo”: líderes religiosos reaccionan a la visita de Trump a una emblemática iglesia

El mandatario Donald Trump profundiza su mensaje de mano dura al presentarse como el presidente de la "ley y el orden" para aniquilar por la fuerza las protestas que sacuden a Estados Unidos desde que hace una semana muriera George Floyd a manos de un oficial de policía de Minneapolis.

Su polémico discurso de este martes por la tarde planteó un marcado contraste con el llamado por la paz que horas antes hiciera Terrence Floyd a los manifestantes que protestaban la muerte de su hermano George durante una detención realizada por un delito menor.

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Sigue aquí los últimos acontemientos relacionados a las protestas contra la brutalidad policial

La alocución -durante la que se refirió a la posibilidad de militarizar las calles- le ganó aplausos de un sector que lo ve como implacable ante revoltosos a los que señalan por supuestamente inflitrarse en protestas políticas para causar muerte y destrucción.

Y también le generó agudas críticas de su rival demócrata en la elección de noviembre, el exvicepresidente Joe Biden, y de otro grupo de la población que esperaba escuchar de su líder propuestas concretas para combatir la brutalidad policial y la discriminación que durante décadas padecen las minorías.

Mensaje a la base

Las dos lecturas del mismo discurso ponen de manifiesto una vez más la profunda polarización que divide a los estadounidenses. Y también las limitaciones en la estategia de Trump, electo legítimamente pero sin contar con el voto popular, de priorizar usualmente a su base por encima de la población en general.

Trump calificó los actos perpetrados en días recientes de "terrorismo" y describió a sus autores como "rufianes" y "anarquistas profesionales, mafiosos violentos, pirómanos, saqueadores, criminales, revoltosos".

Luego escribió este martes en Twitter que Nueva York había sido sometida la noche anterior por "saqueadores, bandidos, izquierdistas radicales y otras formas de escoria humana".


"Si una ciudad o un estado rehúsa adoptar las acciones que son necesarias para defender la vida y la propiedad de sus residentes, entonces enviaré a las fuerzas armadas estadounidenses y rápidamente resolveré el problema para ellos", advirtió el jefe de estado.

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Gobernadores demócratas en Kansas, Nueva York y Virginia se han negado públicamente a poner a los militares en las calles.

Aunque las leyes estadounidenses limitan el uso de las fuerzas armadas en labores de control del orden público dentro del territorio nacional, los presidentes pueden destinar efectivos militares a labores policiales haciendo uso de la llamada Ley de Insurrección, vigente desde 1807.

George H. Bush apeló a esa ley de manera limitada para controlar los desórdenes raciales que sacudieron Los Ángeles en 1992, pero la escala de lo sugerido por Trump implicaría una intervención federal sin precedentes en la historia reciente de la nación.

La agencia AP señaló que la referencia de Trump evocó recuerdos del programa de gobierno pro "ley y orden" que como candidato impulsó Richard Nixon tras los desórdenes posteriores al asesinato de Martin Luther King, cuando el país parecía deshacerse entre la violencia política y las protestas contra la guerra de Vietnam.

Las críticas

Joe Biden acusó este martes a Trump de responder a la crisis para obtener puntos politicos y no para buscarle una solución a las causas de las protestas, que han dejado al menos nueve fallecidos, 5,600 detenidos y pérdidas materiales millonarias.

Biden criticó al presidente Donald Trump por ordenar a las autoridades que expulsaran a los manifestantes pacíficos fuera de la Casa Blanca "para organizar una sesión de fotos", y dijo el martes en Filadelfia que el comandante en jefe "está más interesado en el poder que en principio".
Video "En la batalla por el alma de esta nación:" Biden dice que es el momento para que el país acabe con el racismo sistemático


"Cuando manifestantes pacíficos son dispersados por la orden de un presidente a las puertas de la casa del pueblo, la Casa Blanca, usando gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento, para posar ante las cámaras en una iglesia noble, se nos puede perdonar por creer que el presidente está más interesado en el poder que en los principios", dijo Biden.

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En esta ocasión, las críticas no se limitaron al partido de oposición. Sacerdotes de diversas religiones cuestionaron a Trump por posar _justo después de su discurso_ con una biblia en la mano en un iglesia contigua a la Casa Blanca que había sido dañada durante las protestas la noche del domingo.

La obispa episcopal de Washington, Mariann Budde, dijo a CNN que "el presidente usó la biblia, el texto más sagrado de la tradición judeocristiana, y una de las iglesias de mi diócesis, sin permiso, como fondo para un mensaje contrario a las eneseñanzas de Jesús".

James Martin, un sacerdote jesuíta escribió en Twitter que "esto es repugnante. La biblia no es utilería. Una iglesia no es oportunidad para una foto. La religión no es un arma política. Dios no es tu juguete.


Pero también hubo quienes aprobaron el gesto presidencial.

Robert Jeffress, un pastor de Dallas y aliado de Trump, dijo a The Atlantic que "fue completamente apropiado que el presidente se parara frente a esa iglesia. Al sostener la biblia, nos mostró que enseña que sí, Dios odia el racismo, es despreciable, pero Dios también odia la anarquía”.

En 2016, Trump ganó el 81% del voto evangélico blanco y las encuestas a boca de urna determinaron que los católicos blancos lo prefirieron por encima de Hillary Clinton en proporción de 60% a 37%, informó la BBC.

El gesto del presidente lo conecta con millones de sus seguidores que se identifican como religiosos y patriotas, quienes ven en Trump a un político dispuesto a ignorar las imposiciones de la corrección política que consideran que ha minimizado la importancia de la fe en la vida estadounidense.

En París, Francia, un grupo de manifestantes protestó frente a embajada de EEUU el 1 de junio. Instaron al gobierno francés a tomarse más en serio la violencia policial y mostraron carteles con frases como “El racismo nos asfixia" y “todos somos George Floyd”. 
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Una protesta por la muerte de Floyd frente a la Puerta de Brandenburgo, en Berlín, Alemania, el 31 de mayo. Josep Borrell, el máximo representante diplomático de la Unión Europea dijo que la muerte de Floyd fue un abuso de poder y que el bloque de 27 naciones está “conmocionado y consternado” por lo ocurrido.
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El lunes 1 de junio miles salieron a manifestar en Ámsterdam, Países Bajos, para denunciar la brutalidad policial local y la muerte de Floyd. Borrell dijo que los europeos “respaldamos el derecho a la protesta pacífica, y también condenamos la violencia y el racismo de cualquier tipo.
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Un grupo de jóvenes en una manifestación por la muerte de George Floyd en Barcelona, España, el 1 de junio. “Todas las vidas importan, las vidas de los afroestadounidenses también importan”, agregó el representante diplomático de la Unión Europea en sus declaraciones del martes.
En Londres, Reino Unido, cientos de manifestantes bloquearon varias calles cercanas a la embajada estadounidense el 31 de mayo.
Un grupo de manifestantes confrontan a la policía en Sidney, Australia, el 2 de junio. La vocera sobre asuntos indígenas del parlamento australiano dijo en referencia a la muerte de Floyd que “nos guste o no, no hace falta mucho para que el racismo salga de las entrañas de este país”. Según la funcionaria desde 1991, más de 430 aborígenes murieron tras ser detenidos por la policía en Australia.
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En América Latina también hubo manifestaciones por la muerte de Floyd. En Ciudad de México, un grupo de activistas colocó un altar con ofrendas en honor al afroestadounidense frente a la embajada de EEUU el 30de mayo.
En Río de Janeiro, Brasil, un grupo de jóvenes con carteles del movimiento ‘black lives matter’ protestó la muerte de Floyd, e incluyeron mensajes en contra de las agresiones de la policía contra las personas de color en los barrios pobres de la ciudad. 31 de mayo.
“Justicia para George Floyd”, el mensaje que mostró en su camiseta durante un partido Achraf Hakimi, un jugador de origen marroquí de la liga principal futbol de Alemania. 31 de mayo.
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"No puedo respirar", el mensaje de la protesta de un grupo de jóvenes del partido comunista griego frente a la embajada estadounidense en Atenas, el 1 de junio.
Varios miles de manifestantes marcharon el 31 de mayo en el centro de Montreal, Canadá. En la fotografía el momento en que la multitud se se arrodilló durante un minuto de silencio.
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Un grupo de manifestantes arrodillados en una protesta por la muerte de Floyd en Burdeos, Francia, el 1 de junio.
“No puedo respirar”, uno de los carteles vistos en una manifestación por la muerte de George Floyd en Wellington, Nueva Zelanda. 1 de junio.
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Un grupo de manifestantes por la muerte de George Floyd frente a la embajada de EEUU en Berlín, Alemania, el 30 de mayo.
“No puedo respirar”, uno de los carteles vistos en una manifestación por la muerte de George Floyd en Wellington, Nueva Zelanda. 1 de junio.
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En París, Francia, un grupo de manifestantes protestó frente a embajada de EEUU el 1 de junio. Instaron al gobierno francés a tomarse más en serio la violencia policial y mostraron carteles con frases como “El racismo nos asfixia" y “todos somos George Floyd”.
Imagen BERTRAND GUAY/AFP via Getty Images
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