El mandatario Donald Trump está mostrando durante la recta final de su campaña electoral una intensa hostilidad hacia varios actores, una estrategia con la que busca afianzar esa imagen de luchador incansable contra un sistema político que señala de estar volcado injustamente en su contra.
El ataque final de Trump: el presidente redobla sus insultos contra adversarios y colaboradores al cierre de la campaña
Tan solo esta semana, el presidente ha descalificado a Anthony Fauci, director del Instituto Nacional para las Enfermedades Infecciosas y Alérgicas; a Lesley Stahl, periodista del programa televisivo 60 Minutes, y a la moderadora del último debate presidencial, Kristen Welker.

Tan solo esta semana ha descalificado públicamente a Anthony Fauci, director del Instituto Nacional para las Enfermedades Infecciosas y Alérgicas (NIAID por sus siglas en inglés), a Lesley Stahl, periodista del programa televisivo 60 Minutes, y a la moderadora del último debate presidencial, Kristen Welker.
Además, el presidente presionó públicamente a su fiscal general, William Barr, para que abra una investigación antes del 3 de noviembre a su rival demócrata Joe Biden en relación a las labores profesionales de su hijo, Hunter Biden. Trump no especificó cuáles delitos considera él que los Biden habrían cometido.
Notas Relacionadas
El diario Politico reportó que algunos aliados intentan convencer a Biden de criticar los conflictos de interés que rodean a los hijos del mandatario cuando Trump mencione a Hunter Biden en el último debate que ambos sostendrán el próximo jueves en Nashville. Hasta ahora Biden ha rehusado hacerlo por considerar que su mensaje central debe enfocarse en criticar la respuesta de Trump al coronavirus.
Estrategia audaz
La estrategia de radicalizar los ataques a sus adversarios, científicos y periodistas es audaz, porque implica jugársela a fondo con la meta de revertir la ventaja que las encuestas nacionales y en estados clave conceden a Biden, y justo cuando el demócrata tiene la supremacía en gasto publicitario.
Pero si la estrategia de interrumpir constantemente a Biden durante el debate que ambos sostuvieron el 29 de septiembre le perjudicó, como consideran analistas, al mostrarlo desconcentrado y disruptivo, ¿obtendrá Trump mejores resultados al insultar públicamente a rivales y a subalternos a escasos días de los comicios?
Desde que lanzó su candidatura presidencial en junio de 2015, Trump se ha decantado por un mensaje radical dirigido principalmente a su base electoral antes que esforzarse en persuadir a indecisos, que es donde tradicionalmente se considera que se logran los votos para imponerse en las elecciones.
A continuación un resumen de los comentarios más polémicos de esta semana:










