Concepción Hernández falleció este miércoles a las 12:30 de la madrugada. Los médicos explicaron que como consecuencia de la erupción del volcán de Fuego sufrió quemaduras de tercer grado en 50% de su cuerpo, una falla renal aguda y no soportó la hemodiálisis a sus 88 años, cuenta el diario guatemalteco Prensa Libre. El hombre cuya imagen dibujó la tragedia que vive Guatemala desde el domingo es ahora uno de los 99 fallecidos.
Murió Concepción Hernández, el rostro de la tragedia que ha dejado el volcán de Fuego
La imagen del hombre de 88 años es emblemática para mostrar la tragedia que dejó la explosión del volcán en Guatemala. Los médicos que lo trataron aseguraron que la gravedad de las quemaduras que sufrió y su avanzada edad complicaron su situación.
Hernández estaba sentado en un barandal de una carretera en la aldea San Miguel Los Lotes, en Escuintla, viendo a seis cadáveres carbonizados que estaban a pocos pasos de él. Su piel y su ropa estaban tan marrones como el lodazal humeante que se veía a su alrededor. Fue allí cuando el fotoperiodista de Prensa Libre, Enrique Paredes, le tomó la foto.
"Me duele, me duele, ya no aguanto", le dijo conmocionado al corresponsal de ese diario Carlos Paredes, que le preguntaba cómo había logrado sobrevivir. Sus zapatos estaban rotos y sus pies quemados.
La foto recuerda a la de la niña del pueblo colombiano de Armero, Omayra Sánchez, que falleció en 1985 a sus 13 años. Quedó tres días atrapada en el lodo y sobre los restos de sus familiares y de su propia casa, devastada por la lava del volcán Nevado del Ruiz. Mientras ella padecía, las cámaras de televisión de distintos medios grababan sin cesar su sufrimiento.
Los rescatistas intentaron rescatarla, pero el proceso era casi imposible. Para eso tenían que amputarle las piernas y no tenían los equipos quirúrgicos necesarios. La siguiente opción era buscar una bomba que succionara el agua, que subía de nivel con el paso de las horas y la iba sumergiendo lentamente. Pero el único aparato disponible se encontraba en Medellín, al menos a seis horas de distancia de Armero. "Madre, si me escuchas, quiero que reces por mí para que todo salga bien", dijo en una entrevista entre sus últimas palabras.
En el caso de Concepción sí logró ser trasladado a un hospital del Seguro Social, contó a Prensa Libre su hijo, Jorge Hernández. Pero el jefe de cirujanos Geovany López explicó que la gravedad de las quemaduras y la avanzada edad de Concepción aceleraron su muerte.
Notas Relacionadas
Jorge Hernández dijo que el día que el volcán de Fuego erupcionó, su padre y él comentaron entre ellos que pensaban que algo no andaba bien. Y cuando el flujo volcánico comenzó a tomar San Miguel Los Lotes, donde vivían, él solo logró cargar sobre su espalda a su madre Brígida Rabaric, de 78 años, y salvarla. No supo en ese momento lo que había pasado con su papá.
La tragedia del volcán de Fuego no ha terminado. Este martes se vivió una segunda explosión en momentos cuando los rescatistas batallan para hallar nuevas víctimas entre los restos de casas derribadas y lodo. Y el miércoles continuaba activo y las autoridades de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) no descartaban un nuevo descenso de flujos en las próximas horas o días.
San Miguel de los Lotes es hoy un lugar fantasma que ahora se conoce como la zona cero. Ninguna autoridad ha podido determinar cuántas viviendas había en el sector, pero los lugareños aseguran que eran más de 200.
Un censo de 2014 del Consejo Comunitario de Desarrollo indica que vivían unas 8,500 personas. Y según los datos de la Conred hay entre 150 y 200 personas desaparecidas de las comunidades cercanas al lugar en donde ocurrió la tragedia.















