Desde este miércoles 18 de octubre las autoridades chequearán las redes sociales de los inmigrantes

Los datos que comience a recolectar el DHS podrán ser compartidos por todas las dependencias de ese organismo, incluyendo ICE, el servicio de inmigración (USCIS) y la Patrulla Fronteriza (CBP).

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Jorge Cancino, periodista de Univision Noticias, explicó que no está claro si Inmigración va a pedir permiso o no para ingresar a redes sociales de las personas. La medida fue anunciada para que entre en vigor el 18 de octubre. Vea más de esta noticia.
Video Inmigración podrá elaborar perfiles de inmigrantes basándose en información de redes sociales

Este miércoles 18 de octubre el gobierno aumentará la recolección de datos de ciudadanos extranjeros cuando ingresan a Estados Unidos y los recibe un agente federal de inmigración. Las medidas fueron anunciadas por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) el pasado 18 de septiembre en el Registro Federal (diario oficial estadounidense).

La nueva política, a pesar que el DHS insiste en que solo se trata de una "modernización" de un reglamento vigente desde 1974, le permitirá al gobierno federal colectar y usar la información publicada en las redes sociales para decidir el futuro de un caso migratorio, algo que tiene inquietos a organizaciones proinmigrantes y de derechos civiles.

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"Y también impactará a quienes entran a Estados Unidos por cualquier puerto de entrada", advierte José Guerrero, un abogado de inmigración que ejerce en Miami, Florida. "Por ejemplo, una persona entra bajo el programa Waiver, sin visa, y el agente le pregunta a qué viene. Y si luego revisa su red social y usted publicó que se viene a vivir para siempre a California, le van a negar la entrada porque el Waiver solo permite estadías hasta por un máximo de 90 díasº, explicó.

Otros abogados consultados por Univision Noticias dijeron que las nuevas medidas le facilitarán al gobierno conocer más datos, incluso de ciudadanos y residentes legales permanentes. Y con ellos tomar decisiones que tendrán impacto de por vida, como por ejemplo otorgar la residencia legal permanente a un familiar o negarlo. Y en muchos casos esas decisiones son inapelables.

A continuación una lista de preguntas y respuestas sobre las nuevas medidas para el registro de entrada de extranjeros a EEUU.

1. ¿Qué dicen las nuevas medidas?

El nuevo reglamento anuncia que las distintas agencias del DHS (la Oficina de Inmigración y Aduanas –ICE-, la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo –CBP- y la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración –USCIS-) podrán extender el sistema de registros para poder recopilar datos de cualquier inmigrante en Estados Unidos. Eso incluye a extranjeros que entraron de forma legal, residentes legales permanentes y ciudadanos estadounidenses naturalizados.

2. ¿Qué tipo de información nueva colectará el DHS?

El anuncio dice que el DHS (y sus agencias) recolectarán información a partir de los perfiles de redes sociales y resultados de búsqueda en internet. No especifica si para recopilar datos el gobierno pedirá autorización a los dueños de las cuentas, lo hará a través de las compañías tecnológicas que administran las redes sociales o directamente a través de alguna herramienta que se lo permita.

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3. ¿Qué quiere el DHS y qué datos reclama para elaborar perfiles?

El gobierno quiere aumentar su capacidad para recolectar y almacenar datos “de conformidad con los acuerdos de intercambio de información”, e incluir “identificadores de medios sociales y alias, información identificable asociada y resultados de búsqueda” en los archivos del inmigrante en poder del DHS.

4. ¿Es legal que el gobierno quiera esta información?

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dijo a Univision Noticias que, en su capacidad de aplicación de la ley y el proceso migratorio, “ha supervisado y sigue supervisando medios de comunicación públicamente disponibles para proteger a la patria”, en referencia a las redes sociales. Agrega que se trata de un esfuerzo “para ser transparente” y para “cumplir con las regulaciones existentes”.

5. ¿Tiene el gobierno nuevas herramientas para la búsqueda y almacenamiento de datos?

En su respuesta, el DHS precisa que “debido a las actualizaciones en el sistema electrónico de inmigración, decidió actualizar su correspondiente sistema de registros de la Ley de Privacidad”, y que por ese motivo “publicó el aviso el 18 de septiembre, para cumplir con requisitos legales”.

6. ¿Todos se verán afectados por los cambios a la política de almacenamiento de datos?

Sí. De acuerdo con la propuesta, podrían verse afectados todos aquellos que solicitan beneficios migratorios otorgados por la USCIS, pero también residentes legales y ciudadanos estadounidenses naturalizados. El DHS dice además que la vigilancia servirá para impedir que las personas obtengan fraudulentamente beneficios de inmigración y negar las solicitudes de individuos que plantean amenazas a la seguridad nacional o la seguridad pública.

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7. ¿Dónde será guardada la información que recolecte el DHS?

La propuesta asegura que será guardada en una red electrónica clasificada.

8. ¿Quiénes tendrán acceso a esta información?

El gobierno dice que la información que sea almacenada será compartida por todas las agencias bajo el mando del DHS (ICE, CBP, USCIS). Y que el denominado Sistema Nacional de Rastreo de Archivos puede ser compartido con otros componentes del DHS "que necesitan conocer la información para llevar a cabo sus funciones de seguridad nacional, policía, inmigración, inteligencia u otras funciones de seguridad nacional", advierte.

9. ¿Quiénes son las personas sujetas a ser vigiladas bajo las nuevas reglas?

  • Ciudadanos estadounidenses naturalizados.
  • Residentes legales permanentes.
  • Cualquier individuo que solicite un beneficio migratorio bajo la Ley de Inmigración (INA) a nombre de otra persona.
  • Las personas que actúan como guardianes legales o representantes designados en procedimientos de inmigración que involucran a una persona que tiene una discapacidad física o de desarrollo o impedimento mental (según lo autorizado por el INA).
  • Personas que reciben beneficios bajo la Ley de Inmigración (INA).
  • Personas que están sujetas a las disposiciones de aplicación de la Ley de Inmigración (INA).
  • Personas que están sujetas a la INA o se encuentran bajo investigación por posibles amenazas a la seguridad pública.
  • Personas que fueron investigadas por el DHS en el pasado.
  • Personas sospechosas de haber violado disposiciones civiles relacionadas con tratados de inmigración, estatutos, reglamentos, órdenes ejecutivas o proclamaciones presidenciales administradas por el DHS.
  • Testigos e informantes que tienen conocimiento de tales violaciones.
  • Familiares y asociados de cualquiera de las personas mencionadas anteriormente sujetos a la Ley de Inmigración (INA).
  • Personas que han renunciado a la ciudadanía estadounidense.
  • Médicos autorizados para certificar exámenes clínicos para beneficios de inmigración.
  • Funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, y que certifican la cooperación de un solicitante de beneficios en la investigación o el enjuiciamiento de una actividad delictiva.
  • Gestores o preparadores que ayudan a un individuo que busca un beneficio de inmigración.
  • Intérpretes que ayudan a una persona que busca un beneficio de inmigración.
  • Abogados representantes legales reconocidos por la USCIS o acreditados por la BIA.
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10. ¿Qué dice la ACLU?

La Unión Americana de Derechos Civiles (ACLU) ha advertido que “hoy en día, la privacidad se enfrenta a las progresivas amenazas de un creciente aparato de vigilancia que a menudo se justifica en nombre de la seguridad nacional”.

La ACLU agrega que “numerosos organismos gubernamentales –incluyendo la Agencia de Seguridad Nacional, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y las agencias estatales y locales de aplicación de la ley– se inmiscuyen en las comunicaciones privadas de ciudadanos inocentes, acumulan vastas bases de datos de personas a quienes llamamos y luego las clasifican como "actividades sospechosas" basadas en "estándares vagos”.

Según esta organización, “la recolección del gobierno de esta información sensible es, en sí misma, una invasión de la privacidad. Pero el uso de estos datos también está lleno de abuso. Los datos inocuos se introducen en listas de observación abultadas con graves consecuencias: por ejemplo, individuos inocentes se han visto incapaces de abordar aviones, tienen prohibido desempeñar ciertos trabajos, les han cerrado sus cuentas bancarias y repetidamente son interrogados por las autoridades".

La ACLU dice además que, una vez la información está en manos del gobierno, “se puede compartir ampliamente y conservar durante años, y las reglas sobre el acceso y el uso se pueden cambiar enteramente en secreto sin que el público nunca se entere”.

“Nuestra Constitución y sistema democrático exigen que el gobierno sea transparente y responsable ante la gente, no al revés. La historia ha demostrado que las herramientas de vigilancia secretas y poderosas serán utilizadas casi seguro de forma abusiva con fines políticos y se usarán desproporcionadamente en contra de minorías desfavorecidas”, subraya.

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El grupo de derechos civiles teme que la puesta en vigor de este tipo de medidas active un estado de vigilancia que “viole nuestros derechos a la privacidad, la libertad de expresión, el debido proceso y la libre asociación”, y también contribuya con la “estigmatización de activistas y comunidades minoritarias que son objeto de una vigilancia desproporcionada” por parte del gobierno.

Aunque no era un ciudadano, el hombre de origen iraní vivía en Estados Unidos como residente legal permanente.
La primera parada fue un edificio de apartamentos no muy lejos de la cafetería donde se reunieron los agentes a primera hora. Allí detuvieron a un inmigrante iraní de 35 años que había cumplido un año de cárcel por sentencia de intento de asesinato.
La Green Card o tarjeta verde lo acredita legalmente como residente de EEUU, pero la condena previa por el delito de intento de asesinato lo cionvierte en inadmisible y deportable, y lo coloca como prioridad de deportación para ICE.
Alrededor del 90 por ciento de los inmigrantes aprehendidos por ICE en el operativo captado por el lente de Nicholson, en el área de Los Ángeles, han cometido crímenes, según datos de la agencia publicados el 29 de abril.
Todavía era de madrugada cuando los agentes de ICE llegaron a una casa frente al mar, a unas 18 millas de la ciudad. Allí arrestaron a Adalberto Magana-González, quien había sido contratado para trabajar en un bote atracado en ese lugar.
De origen mexicano, Magana-González esperaba que ICE lo arrestara en cualquier momento. Había cruzado la frontera ilegalmente siete veces, y tenía una deportación previa. 
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El inmigrante indocumentado había cumplido tiempo en una cárcel por robo y violencia doméstica. Estaba consciente de que su deportación anterior, y su condena criminal lo convirtieron en un blanco de ICE.
A pesar del futuro inciertto en EEUU, esperaba quedarse "hasta el cumpleaños de 18 años de mi hija", según declaró. Ofreció pocos detalles sobre su familia.
Al final de la mañana, los agentes federales de ICE habían detenido a tres de los hombres que estaban buscando. Los otros dos no pudieron ser encontrados.
"Sacarlos de las calles es proteger a todo el mundo", dijo a Reuters David Marin, director de operaciones de ejecución y remoción de la oficina de ICE de Los Ángeles.
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El agente aseguró que desde que el presidente Donald Trump asumió el poder, algunas políticas han cambiado. "En la administración anterior había algunos tipos de extranjeros que estaban exentos de ser arrestados". Existía mayor discrecionalidad por parte de las autoridades.
Operativamente nada ha cambiado con el nuevo gobierno en al sur de California, donde el foco sigue siendo deportar a los criminales. El cambio de política ha dado a los agentes "más orgullo en su trabajo", aseguró Martin.
Los inmigrantes con antecedentes penales detenidos por ICE generalmente "entienden que lo que estamos haciendo es sólo una consecuencia de los actos que cometieron", dijo Jorge Field, subdirector interino de operaciones de ejecución y remoción de ICE en Los Ángeles”.
Adalberto Magana-González aseguró que no culpa los agentes por hacer su trabajo, aunque si tiene remordimientos. Para otros inmigrantes en su situación, soló un pequeño consejo: "No te metas en problemas".
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Aunque no era un ciudadano, el hombre de origen iraní vivía en Estados Unidos como residente legal permanente.
Imagen Lucy Nicholson/Reuters
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