El gobierno contempla eliminar la violencia doméstica contra las mujeres como causa de asilo

La noticia se conoce en momentos que aumenta el flujo de inmigrantes indocumentados en la frontera sur, el gobierno despliega la Guardia Nacional en esa zona y a pocos días de la cancelación de la política de 'catch and release'.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
La abogada de inmigración Rebeca Sánchez-Roig habla sobre la política de la administración Trump para procesar algunos beneficios como nuevas solicitudes de visados y residencias permanentes.
Video ¿Hay nuevas políticas del presidente Trump para negar beneficios migratorios?

El presidente Donald Trump está contemplando ejercer su poder ejecutivo para eliminar otro beneficio migratorio concedido por el gobierno de Barack Obama en 2009: la violencia doméstica contra las mujeres como causa de asilo en Estados Unidos.

De hacerlo, se sumaría a una lista de programas que incluye, entre otros, la eliminación de la Acción de la Acción Diferida de 20912 (DACA), la reapertura de miles de casos cerrados de deportación cerrados por jueces, aceleración de casos de deportación en los tribunales migratorios, mayor autoridad a los agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para negar peticiones de asilo y poner fin a la política del ‘catch and release’ (capturar y liberar).

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El programa, que permite obtener asilo basado en un hecho de violencia doméstica, está siendo revisado por el fiscal general Jeff Sessions, según reporta este martes el sitio Politico.

“El gobierno ha elegido este camino para cambiar la ley de inmigración con el apoyo del Congreso”, confirmó a Univision Noticias una fuente conocedora del tema que pidió el anonimato.

El primer aviso

Los temores sobre la cancelación del programa comenzaron a circular a finales de marzo, cuando se conoció que el fiscal general Sessions utilizó su poder para revertir fallos de jueces de inmigración que han frenado unos 200,000 casos de deportación en los últimos cinco años.

“Hemos escuchado que el Departamento de Justicia está trabajando en la eliminación del programa que otorga asilo a mujeres víctimas de violencia doméstica”, dijo a Univision Noticias Bárbara Hines, exprofesora del programa de leyes de la Universidad de Texas en Austin.

“El fiscal general Sessions ha tomado varios casos para emitir una decisión contraria a la decisión de la Corte de Inmigración (BIA). Eso podría tener mucho impacto, considerando que por muchos años la violencia doméstica ha sido reconocida como motivo (de asilo) no solo en la jurisprudencia de Estados Unidos, sino en muchas partes del mundo”, agregó.

Hines también dijo que “para mí es otra manera de actuar del gobierno de Trump para eliminar la inmigración legal legitima a Estados Unidos”.

El paso de Obama

En marzo de 2009, dos meses después de llegar a la Casa Blanca, Obama autorizó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) que abriera sus puertas a la posibilidad de que inmigrantes que hayan sido víctimas de violencia doméstica sean aptos para pedir asilo.

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La apertura se dio luego de que una mujer de origen mexicano, María Teresa Macías, pidió asilo argumentando que su pareja la golpeó innumerables veces hasta que se vio obligada a escapar para proteger su vida.

En diciembre de 2000 el Departamento de Justicia incluyó los principios para la determinación de los casos sobre asilo basados en violencia doméstica y aclaró que el género puede conformar la base de un "determinado grupo social", una de las cinco razones de persecución que las autoridades toman en cuenta al determinar si concede o rechaza un pedido de asilo.

Las otras causas son raza, religión, nacionalidad y opinión política.

El ataque de Trump

La posible cancelación del programa se da poco después de los duros ataques de Trump a una Caravana de Inmigrantes que recorrió parte de México y que la integraban cientos de centroamericanos, la mayoría de ellos niños y mujeres, que escaparon de sus países a causa de la violencia y la pobreza.

La caravana finalizó en el Distrito Federal, pero decenas de inmigrantes dijeron que continuarían el viaje al norte al tiempo que Trump movilizó tropas de la Guardia Nacional a la frontera.

Muchas de las mujeres y niños que integraron la caravana denunciaron haber sido víctimas de violencia doméstica y violaciones.

“La violación sexual es un grave problema en los países de origen de los inmigrantes que huyen en el tránsito hacia el norte “ y también en Estados Unidos”, dice Clara Long, investigadora principal para Estados Unidos de Human Right Watch (HRW).

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“Dicho esto, la idea de la Caravana de Inmigrantes (que cruza la mitad de México hasta la capital) es de salvaguardar la integridad física de todos los participantes. Y el comentario del presidente sobre las violaciones más bien parece dirigido a pintar una imagen de miedo y caos”.

Bárbara Hines dijo que si el gobierno de Trump cancela el programa, “será una manera ilegal de frenar la inmigración, porque este motivo de asilo ha sido reconocido por el derecho internacional.
Tendrá un impacto serio, de eso no cabe duda”.

“Ahora, esperamos que los tribunales superiores no acepten la decisión del gobierno, pero mientras tanto, puede resultar en la deportación de muchos casos, sobre todo centroamericanos que huyen de la violencia de sus países”.

Eduardo Olmos, agente fronterizo, camina en la franja que separa a Tijuana de San Diego a la que nadie sin autorización puede entrar.
Unos 2,400 agentes de la Patrulla Fronteriza vigilan en el sector de San Diego, California.
Acceso a la franja entre los dos cercos en la zona de Otay Mesa. Al fondo se observa la valla antigua.
Eduardo Olmos, agente de la Patrulla Fronteriza, recorre el tramo entre dos bardas metálicas en San Diego, un modelo que el gobierno Trump pretende ampliar.
A lo largo de esa franja hay vehículos de la Patrulla Fronteriza estacionados.
El agente fronterizo Eduardo Olmos conduce junto a la colonia Libertad de Tijuana, México.
Según las autoridades, en la colonia Libertad, que se observa al fondo de esta foto, viven traficantes de personas.
La colonia Libertad es considerada como una zona conflictiva, por eso la Patrulla Fronteriza no deja de vigilarla desde su jurisdicción.
En el lado de Tijuana, los asentamientos poblacionales llegan hasta la vieja barda fronteriza.
El agente fronterizo Saúl Rocha habla sobre las medidas de seguridad implementadas en el sector San Diego.
Un vehículo de la Patrulla Fronteriza apostado cerca de la garita de San Ysidro, el cruce fronterizo más activo del mundo.
El agente Eduardo Olmos de cara a Playas de Tijuana.
Una bota vieja cerca de la valla fronteriza que concluye en el Océano Pacífico.
A la izquierda, Playas de Tijuana; a la derecha, un sector de San Diego por donde circula una camioneta de la Patrulla Fronteriza.
El agente Saúl Rocha observa dos países separados por dos cercos fronterizos.
Un cartel publicitario en Tijuana se observa a través del viejo cerco fronterizo de Estados Unidos.
A la estación en San Diego de la Patrulla Fronteriza le toca vigilar 60 millas.
En 2016, la Patrulla Fronteriza arrestó a 31,000 personas en San Diego, esto es 100% menos que hace 30 años.
El descenso de detenciones en ese sector se atribuye al doble cerco, la tecnología y la gran cantidad de agentes.
A medida que han bajado los arrestos en San Diego, estos han subido en Arizona y Texas.
El agente Eduardo Olmos señala la zona cerca del Océano Pacífico donde cada fin de semana se reúnen decenas de familias de inmigrantes.
Un agente fronterizo en cuatrimoto patrulla cerca de la playa de San Diego.
El agente fronterizo Saúl Rocha (derecha) conversa con uno de sus colegas en una zona restringida al público, cerca del mar de California.
Detrás de la valla fronteriza, sobre la cual le escribieron la frase “Dios ama a Estados Unidos”, una familia mexicana posa sonriente.
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Eduardo Olmos, agente fronterizo, camina en la franja que separa a Tijuana de San Diego a la que nadie sin autorización puede entrar.
Imagen Isaias Alvarado
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