Este mexicano fue deportado por ICE aunque un juez ordenó que no lo hiciera: ahora temen que lo hayan secuestrado

Los abogados de Héctor García Mendoza temen que lo hayan secuestrado en Nuevo Laredo, la ciudad fronteriza en México a la cual lo deportaron hace dos semanas. Este caso causó indignación porque lo expulsaron una hora después de que un magistrado ordenó que lo dejaran temporalmente en EEUU.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
Héctor García Mendoza fue deportado a Nuevo Laredo (México) el 19 de mayo de 2020 y desde entonces sus familiares no han tenido comunicación con él.
Héctor García Mendoza fue deportado a Nuevo Laredo (México) el 19 de mayo de 2020 y desde entonces sus familiares no han tenido comunicación con él.
Imagen Cortesía Comité de Servicio de Amigos Estadounidenses (AFSC) en Nueva Jersey

Desde el 19 de mayo, fecha en que el mexicano Héctor García Mendoza fue deportado a Nuevo Laredo, sus familiares y abogados le perdieron la pista. Han llamado a los albergues, la Policía, la Cruz Roja y a los hospitales de la ciudad fronteriza. Todos responden lo mismo: que no está.

PUBLICIDAD

El caso de este inmigrante acaparó la atención nacional porque su expulsión se realizó una hora después de que un juez federal ordenó cancelarla por una demanda colectiva que él y otros inmigrantes sometieron pidiendo ser liberados de una cárcel de ICE en Nueva Jersey por el coronavirus. La querella se sometió cuatro días antes del traslado del mexicano a Nuevo Laredo.

En la audiencia la tarde del 19 de mayo, el juez federal Brian R. Martinotti ordenó verbalmente que se cancelara la deportación de García Mendoza para dar paso a la querella. La vista concluyó a las 5:50 pm.

Sin embargo, fue expulsado a Nuevo Laredo alrededor de las 6:42 pm, es decir, menos de una hora después del pedido del magistrado, de acuerdo con sus abogados. Esa misma mañana, García Mendoza fue trasladado en avión desde Nueva Jersey y hasta Laredo, Texas.

Supieron que ya estaba en México cuando la oficina del congresista Joaquín Castro pidió información sobre el caso. Los esfuerzos para traerlo de vuelta a Estados Unidos fracasaron: un juez rechazó la semana pasada una moción que pedía regresarlo de inmediato. Ahora consideran apelar ese fallo.

Sus familiares y abogados temen que García Mendoza haya sido secuestrado en Nuevo Laredo que constantemente es parte de las noticias regionales por denuncias de robos, extorsiones y raptos de migrantes.

“Desde que el cruzó a México no hemos oído nada de él. No me ha llamado y sus familiares dicen que tampoco han hablado con él”, dijo Ilana Herr, abogada del Comité de Servicio de Amigos Estadounidenses (AFSC) en Nueva Jersey, en una entrevista con Univision Noticias.

Héctor García Mendoza emigró a EEUU en 2010.
Héctor García Mendoza emigró a EEUU en 2010.
Imagen Cortesía Comité de Servicio de Amigos Estadounidenses (AFSC) en Nueva Jersey


“Esa área (Nuevo Laredo) es muy peligrosa. No sabemos cien por ciento si ha sido secuestrado, pero si nadie ha sabido de él tengo miedo que un grupo lo haya secuestrado pensando que tiene dinero porque estuvo 10 años en Estados Unidos o que su familia puede pagar su rescate”, agregó Herr.

PUBLICIDAD

Antes de que se reportara su desaparición, un grupo de 18 congresistas envió una carta al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a ICE en la cual expresa su preocupación de que esta deportación “cuestionable” sea en represalia por la demanda que él introdujo.

“Estamos alarmados por las acciones aparentemente deliberadas de ICE para acelerar la deportación del señor García Mendoza a pesar de los procedimientos legales en curso y la aparente violación al debido proceso del señor García Mendoza”, dice la misiva.

ICE niega irregularidades en la expulsión

En un comunicado enviado a Univision Noticias, ICE negó que se hayan cometido irregularidades. “Un juez de inmigración ordenó su expulsión de Estados Unidos el 4 de mayo y ICE lo trasladó a México el 19 de mayo. García Mendoza renunció a su derecho de apelar la decisión del juez. No hubo impedimento judicial en vigor cuando García Mendoza fue removido”, indicó la agencia.

Pero los defensores legales del inmigrante aseguran que en la audiencia del 4 de mayo su cliente no tenía abogado, no se dio cuenta de lo que estaba aceptando y además tuvo problemas para escuchar a la persona que le traducía por teléfono. Afirman que él perdió la audición en un oído a causa de un golpe en la cabeza que sufrió durante un asalto hace varios años.

El arresto de este mexicano por parte de oficiales migratorios también ha generado críticas. Fue detenido en marzo acusado de robar un tubo de metal y por mentir sobre su identidad. No fue llevado a la cárcel, pero cuando lo dejaron libre el 13 de mayo, lo estaban esperando oficiales de ICE en el estacionamiento de una estación de la Policía de Freehold Borough, en Nueva Jersey.

PUBLICIDAD

Una norma santuario de ese estado prohíbe la cooperación entre policías municipales y las autoridades migratorias. En el caso de García Mendoza, el delito por el cual no acusan no fue lo suficientemente grave como para ponerlo en manos de ICE, según lo establecido en dicha ordenanza.

La Policía de Freehold Borough negó que estén involucrados en esa deportación. “No llamamos a ICE por este hombre”, dijo el capitán Ronnie Steppat al medio Gothamist. “Si fue detenido en nuestro estacionamiento, no tengo idea de cómo llegaron allí", agregó.

ICE, por su parte, aclaró que García Mendoza fue arrestado por “violaciones de inmigración” y enviado al centro de detención Elizabeth. No dio más detalles al respecto sobre la detención.

Carlos Ernesto Escobar, un salvadoreño de 57 años de edad, murió por coronavirus en un centro de detención de Otay Mesa, California.
Video Un salvadoreño, el primer inmigrante muerto por covid-19 en un centro de detención de ICE

“Tenía miedo de regresar a México”

La demanda colectiva que pedía la liberación de este y otros 113 inmigrantes en la cárcel Elizabeth señala que la salud de todos ellos estaba comprometida por el brote de covid-19. Advertía que estaban hacinados, en instalaciones insalubres y que ni siquiera tenían jabón para lavarse las manos.

A la fecha, en dicho centro se han registrado al menos 18 contagios. CoreCivic, la empresa que administra ese penal, no ha comentado sobre dichas quejas, citando que se trata de una demanda pendiente.

García Mendoza tiene asma desde la infancia y por ello fue hospitalizado varias veces en México. En la cárcel Elizabeth se le negó tratamiento médico adecuado cuando él advirtió que sentía dolor en el pecho y tenía dificultades para respirar, reclama la demanda.

PUBLICIDAD

Este inmigrante nació en el estado de Oaxaca hace 30 años. Fue abandonado por su madre cuando era un bebé y su padre no se hizo cargo de él, por lo que fue criado por varios familiares. Emigró a EEUU con una visa de turista en 2010 y se volvió indocumentado cuando ésta expiró. Entonces huyó de las condiciones “violentas e inestables” en su comunidad natal, según documentos judiciales.

Vivía en Freehold, Nueva Jersey, una comunidad a la cual han llegado varios paisanos suyos. Trabajaba en la construcción y como jardinero. Desde que lo dejaron en Nuevo Laredo el 19 de mayo, sus abogados y familiares perdieron comunicación con él.

A sus representantes legales les había dicho que tenía miedo de “ser perseguido y torturado si lo deportaban a México”. Por ahora se desconoce si sus temores se volvieron realidad. “Tenía mucho miedo de regresar a México, de que algo le pudiera pasar”, contó Herr.

La demanda colectiva que menciona a este inmigrante mexicano sigue en curso, buscando liberar a otros detenidos en el penal Elizabeth. Sus abogados están esperando saber qué ha pasado con García Mendoza antes de tomar una decisión sobre su proceso legal.

“Lo primero es encontrarlo. Espero que esté bien y que no lo hayan secuestrado o le haya pasado algo malo”, dijo la abogada Herr.

Un detenido descansa sus manos en la ventana de su celda, ubicada en el 'área de segregación' del centro de detención de ICE en Adelanto, a unas 80 al noroeste de Los Ángeles en California.
Roberto Galán, un inmigrante salvadoreño de 33 años, detenido en Adelanto, posa para una fotografía.
Los internos llevan diferentes colores en sus trajes según sus características. Si viste de rojo significa que es un detenido de ‘alto riesgo’, que ha cometido un delito grave y pasó tiempo en una prisión estatal o federal. Si viste de naranja, indica que cometió un delito menor. Un traje azul muestra que el interno no tiene condenas penales o delitos menores en su registro.
Una mujer descansa en su celda. El centro de detención para inmigrantes es administrado por Geo Group Inc, una empresa privada multinacional, la segunda compañía de prisiones más grande del país.
Los detenidos pueden ejercitarse en el área de recreación del centro de detención, en dónde más de 1,800 inmigrantes esperan audiencias o deportación después de ser arrestados por agentes de ICE.
Un detenido lee acostado en la cama de su celda y junto a él hay una silla de ruedas. El centro de detención cumple con las regulaciones de ley para estadounidenses con discapacidades.
David Marin, un oficial senior de ICE basado en los Ángeles, fotografiado en la entrada del centro de detención de inmigrantes de Adelanto. Explicó a Reuters que poco había cambiado en las operaciones diarias de este centro de detención desde que Trump asumió el cargo. "No ha habido cambios importantes desde el cambio en la administración", agregó. "Todavía nos estamos enfocando en detener a extranjeros criminales, ese es nuestro compromiso con la seguridad pública".
Una mujer descansa en la cama de su celda. Alrededor de 240 de los detenidos en Adelanto son mujeres.
Los internos tiene derecho a hacer llamadas telefónicas desde el centro de detención, pero no pueden recibirlas. La página informativa sobre este centro de detención, en el sitio oficial de ICE, explica los pasos a seguir para que un detenido reciba un mensaje y regrese la llamada.
Varios internos juegan dominó. Los detenidos en Adelanto tienen acceso a una biblioteca de derecho, una clínica médica, servicios religiosos y una zona de recreación donde se puede jugar al fútbol y al baloncesto.
Un detenido de traje azul lleva los alimentos que le corresponden.
Dos inmigrantes detenidos en Adelanto comparten los audífonos para escuchar la televisión. El centro de detención tiene seis salas de juicio donde los jueces federales de inmigración llevan a cabo audiencias de remoción en persona o por video conferencia.
Inmigrantes detenidos de ICE hacen fila en el área de comidas, para obtener sus alimentos.
La comida consta básicamente de arroz, frijoles refritos y vegetales.
Los objetos personales de los detenidos son identificados, protegidos en bolsas de plástico y se guardan en el área de admisión del centro de detención.
Un grupo de mujeres comparte en un dormitorio compartido del centro de detención
Esposas y otros implementos de los custodios cuelgan de la pared en la entrada del centro de detención de Adelanto.
La puerta de entrada al cuarto médico para mujeres en Adelanto.
Una de las áreas comunes donde los detenidos pueden estar fuera de las celdas.
Un detenido dibuja flores con un marcador en una tarjeta de cumpleaños.
1 / 20
Un detenido descansa sus manos en la ventana de su celda, ubicada en el 'área de segregación' del centro de detención de ICE en Adelanto, a unas 80 al noroeste de Los Ángeles en California.
Imagen LUCY NICHOLSON/Reuters
En alianza con
civicScienceLogo