La abogada que trata de evitar la deportación de este mexicano con 18 años en EEUU también es indocumentada

A Lizbeth Mateo le negaron la protección de DACA dos días antes de la toma de posesión de Donald Trump por haber salido sin permiso de Estados Unidos. Pero ello no impide que ayude a otros indocumentados a permanecer en EEUU.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Lizbeth Mateo. (Fotografía tomada de su cuenta de Fabebook
Lizbeth Mateo. (Fotografía tomada de su cuenta de Fabebook
Imagen Univision

La inmigrante mexicana Lizbeth Mateo libra simultáneamente dos batallas relacionadas con inmigración. La primera, intentar detener la deportación de un compatriota mexicano que lleva 18 años en Estados Unidos, la segunda que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) curse una solicitud de Acción Diferida y no la expulse de Estados Unidos.

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“No me da miedo”, dice al otro lado del teléfono. “Soy abogada, tengo licencia para ejercer en el Estado de California. Lo que no puedo hacer es trabajar como empleada porque soy indocumentada, no tengo estatus legal y tampoco tengo DACA” (Acción Diferida de 2012 para jóvenes indocumentados que llegaron siendo niños al país).

La joven de Oaxaca formó parte del primer grupo de dreamers que salió al país centroamericano y regresó a Estados Unidos para pedir asilo. Esta acción habría sido la causa de que le negaran el amparo bajo DACA.
Video De indocumentada a abogada: Lizbeth Mateo cumple su sueño de graduarse en EEUU

La historia de Mateo se convirtió en noticia nacional a finales de junio del año pasado, cuando la Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS) le rechazó una solicitud de DACA bajo el argumento que había roto el requisito de presencia ininterrumpida.

La joven, que llegó en 1997 a Estados Unidos cuando tenía 14 años de edad, viajó a México en el 2013 por una emergencia familiar. La salida, no autorizada por las autoridades de inmigración, interrumpió su permanencia continua, como estipula el reglamento de DACA.

Los abogados de Mateo argumentaron que las reglas del programa federal “tienen una excepción cuando se trata de una ausencia breve, casual e inocente”.

Mateo viajó a México durante un plazo de 13 días para visitar a familiares enfermos. Luego se unió a un grupo de otros ocho dreamers y se presentaron en la frontera entre Nogales y Estados Unidos, donde reclamaron el ingreso al país por razones humanitarias.

El grupo, tras casi tres semanas detenidos, fue liberado mientras las cortes de inmigración resuelven sus peticiones de asilo.

El caso Ortiz Becerra

Mateo se graduó, obtuvo su licencia para ejercer como abogada, pero no tiene estatus de permanencia legal en Estados Unidos. “Soy una indocumentada que sigue luchando para conseguir la protección de DACA”, señala. “El próximo mes volveré a aplicar, y espero que, esta vez, me aprueben la solicitud y me concedan el amparo de mi deportación”.

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“Ya he estado dos veces en proceso de deportación”, cuenta y confía en que, esta vez, la USCIS no le rechace la solicitud. “La últi8ma negación fue el 18 de enero, dos días antes de la toma de posesión del presidente Donald Trump”.

Mientras aguarda por una respuesta favorable, Mateo asiste a Carlos Ortiz Becerra, un mexicano con más de 18 años en Estados Unidos y que fue arrestado en marzo por agentes de la Oficina de Inmigración Aduanas (ICE).

“Tiene audiencia de fianza en agosto”, dice Mateo. “Pediremos al juez que lo libere para seguir peleando su deportación. Nuestra meta es reabrir su caso”.

Ortiz fue arrestado en Pasadena, California, el 9 de febrero durante un operativo que tenía como objetivo otro sujeto que estuvo preso y había sido declarado una amenaza a la seguridad pública y nacional de Estados Unidos.

“Los agentes tocaron la puerta como a eso de las 5:30 AM”, contó a Univision Noticias Stephanie Ortiz, uno de los hijos de Carlos. “Dijeron que eran policías y que andaban buscando a un tal Rodrigo, y les abrí la puerta”.

En ese momento comenzó el calvario de Ortiz Becerra.

Recurso legal

Una ventana dentro del debido proceso inmigratorio le permitirá al mexicano ver a un juez a pesar de tener una orden de deportación. “Lleva más de seis meses detenido y su caso no ha sido resuelto”, explica Mateo.

“El gobierno alega que mi cliente tenía una deportación previa. Estamos trabajando sobre este punto”, agrega.

En marzo ICE dijo que Ortiz había sido deportado en 1999 y regreso ilegalmente al país. La agencia no detalló otro tipo de antecedentes criminales.

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“Confío en que ganaremos ambos casos”, dice Mateo.

Aunque no era un ciudadano, el hombre de origen iraní vivía en Estados Unidos como residente legal permanente.
La primera parada fue un edificio de apartamentos no muy lejos de la cafetería donde se reunieron los agentes a primera hora. Allí detuvieron a un inmigrante iraní de 35 años que había cumplido un año de cárcel por sentencia de intento de asesinato.
La Green Card o tarjeta verde lo acredita legalmente como residente de EEUU, pero la condena previa por el delito de intento de asesinato lo cionvierte en inadmisible y deportable, y lo coloca como prioridad de deportación para ICE.
Alrededor del 90 por ciento de los inmigrantes aprehendidos por ICE en el operativo captado por el lente de Nicholson, en el área de Los Ángeles, han cometido crímenes, según datos de la agencia publicados el 29 de abril.
Todavía era de madrugada cuando los agentes de ICE llegaron a una casa frente al mar, a unas 18 millas de la ciudad. Allí arrestaron a Adalberto Magana-González, quien había sido contratado para trabajar en un bote atracado en ese lugar.
De origen mexicano, Magana-González esperaba que ICE lo arrestara en cualquier momento. Había cruzado la frontera ilegalmente siete veces, y tenía una deportación previa. 
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El inmigrante indocumentado había cumplido tiempo en una cárcel por robo y violencia doméstica. Estaba consciente de que su deportación anterior, y su condena criminal lo convirtieron en un blanco de ICE.
A pesar del futuro inciertto en EEUU, esperaba quedarse "hasta el cumpleaños de 18 años de mi hija", según declaró. Ofreció pocos detalles sobre su familia.
Al final de la mañana, los agentes federales de ICE habían detenido a tres de los hombres que estaban buscando. Los otros dos no pudieron ser encontrados.
"Sacarlos de las calles es proteger a todo el mundo", dijo a Reuters David Marin, director de operaciones de ejecución y remoción de la oficina de ICE de Los Ángeles.
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El agente aseguró que desde que el presidente Donald Trump asumió el poder, algunas políticas han cambiado. "En la administración anterior había algunos tipos de extranjeros que estaban exentos de ser arrestados". Existía mayor discrecionalidad por parte de las autoridades.
Operativamente nada ha cambiado con el nuevo gobierno en al sur de California, donde el foco sigue siendo deportar a los criminales. El cambio de política ha dado a los agentes "más orgullo en su trabajo", aseguró Martin.
Los inmigrantes con antecedentes penales detenidos por ICE generalmente "entienden que lo que estamos haciendo es sólo una consecuencia de los actos que cometieron", dijo Jorge Field, subdirector interino de operaciones de ejecución y remoción de ICE en Los Ángeles”.
Adalberto Magana-González aseguró que no culpa los agentes por hacer su trabajo, aunque si tiene remordimientos. Para otros inmigrantes en su situación, soló un pequeño consejo: "No te metas en problemas".
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Aunque no era un ciudadano, el hombre de origen iraní vivía en Estados Unidos como residente legal permanente.
Imagen Lucy Nicholson/Reuters
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