La Casa Blanca redacta un plan migratorio “más reducido” que el presentado durante el debate de DACA

Trump volverá a presionar al Congreso para que apruebe una reforma que le permita sacar adelante su dura política migratoria y con ello cumplir las promesas que le hizo a sus electores durante la campaña: construir el muro, aumentar los arrestos y acelerar las deportaciones de indocumentados.

Jorge Cancino
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Jorge Cancino.
La propuesta que el mandatario enviará al Congreso será "más reducida". Jorge Cancino, editor de Inmigración de Univision, pudo confirmar que el plan no contempla a los dreamers, pero sí se enfoca en seguridad fronteriza y la construcción del muro.
Video La Casa Blanca confirma que Trump presentará un nuevo plan migratorio que no incluye DACA

La Casa Blanca confirmó este viernes que elabora un plan migratorio “más reducido” que el presentado a finales de enero, cuando el Congreso se disponía a debatir sobre el futuro de la Acción Diferida de 2012 (DACA). También confirmó a la corresponsal de Univision en Washington DC que el documento "está siendo elaborado" por asesores del presidente.

El proyecto de enero incluía un camino a la ciudadanía para 1.8 millones de dreamers a cambio de $25,000 millones para seguridad fronteriza, entre los cuales se contemplaba la construcción del muro en la frontera con México.

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A la pregunta si el gobierno entregará la próxima semana al Congreso un plan migratorio y si éste incluirá los mismos planteamientos enviados durante el debate de DACA en el Congreso, Helen Aguirre Ferré, directora de comunicaciones de medios hispanos de la Casa Blanca, respondió a Univision Noticias que se tratará de “un plan más reducido” que el “generoso plan del presidente (que) fue rechazado” por el Congreso.

El plan mencionado por Aguirr fue desestimado por ambas cámaras del Congreso con amplio respaldo bipartidista.

Demócratas y republicanos se pusieron de acuerdo para rechazar las presiones de la Casa Blanca y aprobar el resto del presupuesto para el año fiscal 2018, pero sin incluir los $25,000 millones que exigía Trump para consolidar su dura política migratoria.

Poco antes de la medianoche del 23 de marzo, Trump promulgó la ley que le dio fondos para el funcionamiento del gobierno que ascienden a 1.3 billones de dólares, de los cuales sólo podrá emplear $1,600 millones para reparar las vallas existentes.

El plan de enero

El plan que en enero envió la Casa Blanca al Congreso, y que incluía una solución para los dreamers, se basó en el proyecto de ley S.354 de los senadores republicanos Tom Cotton (Arkansas) y David Perdue (Georgia) presentado por primera vez en marzo del año pasado y respaldado por Trump a partir de agosto.

La iniciativa contempla una serie de medidas de seguridad dirigidas a reducir la inmigración indocumentada. Entre ellas:


  • Construcción del muro a lo largo de la frontera con México.
  • Instalación de radares y sistemas de alta tecnología en la frontera oara detener la inmigración ilegal.
  • Contratación de nuevos agentes para la Patrulla Fronteriza.
  • Contratación de nuevos agentes para la Oficina de Inmigración y Aduanas.
  • Restricción de lo que ellos denominan inmigración en cadena (reunificación familiar). Limitándola solo a cónyuges e hijos menores de edad solteros de residentes y ciudadanos.
  • Eliminación de la Lotería de Visas y reasignación de las 50,000 residencias legales permanentes para acabar con la espera de familiares que ya tienen aprobado el trámite.
  • Descongestión de las cortes de inmigración.
  • Limitación de la política de asilo.
  • Aceleración de las deportaciones.
  • Fortalecimiento de los sistemas de control en los puertos fronterizos.
  • Aumento de los operativos del DHS para arrestar a indocumentados y controlar el tráfico de personas.
  • Uso de la Guardia Nacional para la custodia de la frontera.
  • Aumento de la dotación de agentes especiales del DHS.
  • Fin de la política denominada “catch and reléase” (capturar y liberar).
  • Aumento de los castigos a los indocumentados deportados que regresan sin permiso a Estados Unidos.
  • Aceleración de las audiencias de los niños de la frontera que llegaron al país en busca de asilo.
  • Actualización de la lista de motivos de inadmisibilidad.
  • Deportación acelerada de los extranjeros que violan los términos de sus visas.
  • Extensión a nivel nacional el programa E-Verify.
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La opción nuclear

El 2 de abril Trump utilizó su cuenta de Twitter para decir que DACA se encontraba muerto por culpa de los demócratas y sugirió que el Congreso utilizara la llamada “opción nuclear” para aprobar su reforma migratoria y con ella detener la entrada de drogas y personas al país.

Pero Trump no explicó que la culpa por el fracaso de su plan migratorio no fue solo por el rechazo de los demócratas, sino también por los republicanos, quienes favorecieron una propuesta bipartidista menos severa que la planteada por el mandatario.

Si el liderazgo republicano opta por la opción nuclear, permitiría que el Senado aprobara leyes con una minoría simple de 51 votos y no los 60 requeridos en tiempos normales.

Los republicanos controlan la Cámara Alta con 51 votos. Los demócratas ocupan 47 asientos y los independientes 2.

No es la primera vez que Trump sugiere la “Opción nuclear” para aprobar sus propuestas sin negociar con los demócratas. El año pasado la utilizó para aprobar al nominado a la Corte Suprema, el juez Neil Gorsuch.

Niños de la frontera

El nuevo plan migratorio de la Casa Blanca también incluiría la eliminación del acuerdo Flores vs Meese, de 1997, que no permite enviar a centros de detención a niños en cualquier parte del país.

El gobierno de Trump señala que esta medida jurídica tiene “atascado” al sistema generando “lagunas jurídicas y atrasos judiciales” y entorpece la ejecución de la orden de eliminar el procedimniento llamado 'catch and release', decretaro el 25 de enero del 2017.

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Además de pedir la eliminación del Acuerdo Flores vs Meese, Trump quiere que el Congreso cancele la Ley de Reautorización de Protección de Víctimas de Tráfico de William Wilberforce de 2008 (TVPRA, por sus siglas en inglés), que prohíbe al gobierno deportar a menores de edad que no sean de países fronterizos (México o Canadá) detenidos en la frontera, y exige que sea un juez de inmigración quien resuelta sus futuros en Estados Unidos.

Según la Casa Blanca, esta ley “limita la capacidad de DHS para devolver inmediatamente los niños no acompañados que han sido detenidos en la frontera y crea lagunas (jurídicas) adicionales”.

La TVPRA fue aprobada por el Congreso para prevenir el tráfico humano, pero ahora el gobierno de Trump asegura que su vigencia permite que los niños “sean víctimas de trata de personas, independientemente de donde provengan, al no poder ser devueltos a sus países de origen de manera segura y pronta”.

Fuentes demócratas dijeron a Univision Noticias que, si la Casa Blanca presenta un plan “menos generoso” que el enviado al Congreso en enero, no sería la primera vez.

“Ya en marzo lo hicieron los senadores Cotton y Perdue”, agregaron. “Ese plan ha sido defendido desde entonces por el presidente”.

Hasta el cierre de esta nota la bancada demócrata no había recibido ninguna comunicación oficial por parte de la Casa Blanca respecto al nuevo plan.

Eduardo Olmos, agente fronterizo, camina en la franja que separa a Tijuana de San Diego a la que nadie sin autorización puede entrar.
Unos 2,400 agentes de la Patrulla Fronteriza vigilan en el sector de San Diego, California.
Acceso a la franja entre los dos cercos en la zona de Otay Mesa. Al fondo se observa la valla antigua.
Eduardo Olmos, agente de la Patrulla Fronteriza, recorre el tramo entre dos bardas metálicas en San Diego, un modelo que el gobierno Trump pretende ampliar.
A lo largo de esa franja hay vehículos de la Patrulla Fronteriza estacionados.
El agente fronterizo Eduardo Olmos conduce junto a la colonia Libertad de Tijuana, México.
Según las autoridades, en la colonia Libertad, que se observa al fondo de esta foto, viven traficantes de personas.
La colonia Libertad es considerada como una zona conflictiva, por eso la Patrulla Fronteriza no deja de vigilarla desde su jurisdicción.
En el lado de Tijuana, los asentamientos poblacionales llegan hasta la vieja barda fronteriza.
El agente fronterizo Saúl Rocha habla sobre las medidas de seguridad implementadas en el sector San Diego.
Un vehículo de la Patrulla Fronteriza apostado cerca de la garita de San Ysidro, el cruce fronterizo más activo del mundo.
El agente Eduardo Olmos de cara a Playas de Tijuana.
Una bota vieja cerca de la valla fronteriza que concluye en el Océano Pacífico.
A la izquierda, Playas de Tijuana; a la derecha, un sector de San Diego por donde circula una camioneta de la Patrulla Fronteriza.
El agente Saúl Rocha observa dos países separados por dos cercos fronterizos.
Un cartel publicitario en Tijuana se observa a través del viejo cerco fronterizo de Estados Unidos.
A la estación en San Diego de la Patrulla Fronteriza le toca vigilar 60 millas.
En 2016, la Patrulla Fronteriza arrestó a 31,000 personas en San Diego, esto es 100% menos que hace 30 años.
El descenso de detenciones en ese sector se atribuye al doble cerco, la tecnología y la gran cantidad de agentes.
A medida que han bajado los arrestos en San Diego, estos han subido en Arizona y Texas.
El agente Eduardo Olmos señala la zona cerca del Océano Pacífico donde cada fin de semana se reúnen decenas de familias de inmigrantes.
Un agente fronterizo en cuatrimoto patrulla cerca de la playa de San Diego.
El agente fronterizo Saúl Rocha (derecha) conversa con uno de sus colegas en una zona restringida al público, cerca del mar de California.
Detrás de la valla fronteriza, sobre la cual le escribieron la frase “Dios ama a Estados Unidos”, una familia mexicana posa sonriente.
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Eduardo Olmos, agente fronterizo, camina en la franja que separa a Tijuana de San Diego a la que nadie sin autorización puede entrar.
Imagen Isaias Alvarado
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