Mi green card se vence en cuatro meses: ¿perderé mi residencia? Respondemos tus preguntas de inmigración

Ni los residentes legales se escapan de la ola de rumores desatada durante la campaña presidencial y también le temen a las amenazas de deportaciones masivas de Donald Trump.

Jorge Cancino
Por:
Jorge Cancino.
Alrededor de 112 mil venezolanos están registrados en el Estatus de Protección Temporal.
Alrededor de 112 mil venezolanos están registrados en el Estatus de Protección Temporal.
Imagen Getty Images

Los inmigrantes con documentos tampoco tienen claro su futuro inmediato en Estados Unidos con el nuevo gobierno de Donald Trump, que asumirá el próximo 20 de enero. La amenaza de deportaciones masivas también les quita el sueño. Mientras se van conociendo más detalles, seguimos respondiendo las preguntas que nos envían a la redacción de Univision Noticias. Puedes mandarnos la tuya a: jcancino@univision.net.

El abogado de inmigración Ezequiel Hernández habló sobre los cambios que puede tener el mandato de Donald Trump en el tema migratorio: DACA, DAPA, y las deportaciones.
Video Cómo la elección de Trump como presidente afecta al tema migratorio

Las residencias son permanentes

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El usuario identificado como José quiere saber qué pasará con las tarjetas de residencia que duran 10 años. “Perderé mi estatus en Estados Unidos en marzo cuando expire el documento?”, pregunta.

El abogado Ezequiel Hernández, un colaborador permanente del Noticiero Univision y Univision Noticias, explica que “la green card o tarjeta verde no caduca, es el documento que prueba que el portador es un residente legal permanente. Es decir, es para siempre a menos que se la quiten por fraude, por abandono o que renuncie a ella”.

En cuanto a la fecha de expiración, Hernández dijo que “la green card se renueva cada 10 años por razones de seguridad. Ese es el motivo por el cual los residentes deben pedir una tarjeta nueva”.

Miles de inmigrantes indocumentados, entre ellos dreamers y algunos familiares inmediatos de ciudadanos y residentes, no saben qué sucederá con ellos después del 20 de enero, cuando Donald Trump asuma la presidencia de EEUU. Los temores se deben a que en su campaña el empresario prometió que cancelará las órdenes ejecutivas migratorias de Barack Obama. Aquí encontrarás algunas respuestas.
Video ¿Qué pasará con DACA y el perdón I-601A si Trump cumple sus promesas electorales?

“A mis clientes les explico que es como tener dinero en el banco y lo maneja con una ATM. Cuando la tarjeta caduca, el banco le manda una nueva pero usted no pierde su dinero. Así funciona la residencia. Usted la administra pero la credencial la tiene que cambiar cada 10 años”, agrega.

Hernández dice que el miedo de los residentes “se quita cuando piden la ciudadanía y se convierten en estadounidenses”.

La Oficina de Ciudadanía y Servicios de Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés) explica en su página web que si la tarjeta de residencia ha expirado, “en los siguientes seis meses usted puede comenzar su proceso de renovación”. Puede hacerlo por internet llenando el Formulario I-90 (reemplazo de la green card) o por correo.

Si perdió la tarjeta verde estando en el exterior, desde el pasado 30 de septiembre puede pedir una reposición del documento en el consulado estadounidense y recibirá una copia en un plazo de dos semanas.

Los indocumentados sí pueden tener empresas

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Alberto, un indocumentado que lleva tiempo en Estados Unidos y paga impuestos, pregunta “¿qué pasará con mis empresas durante el gobierno de Trump?".

Hernández responde que “no pasará nada porque las propiedades siguen siendo suyas”. Explica que los bienes que adquieren los extranjeros “son de su propiedad”, y que en caso de una deportación “el gobierno no puede quitárselos”.

Trump advirtió durante su campaña que deportará a indocumentados con antecedentes criminales y no ha entregado detalles de qué tipo de crímenes harán deportable a un extranjero. Tampoco ha mencionado que le quitará las propiedades o los bienes a los extranjeros sin autorización para permanecer en Estados Unidos, que sean deportados.

La política de asilo la decide el Congreso
El usuario identificado por medio de un correo electrónico como Enrique, pregunta qué pasará con su caso de asilo que pidió en la frontera hace unos meses. “¿Me lo van a negar? ¿Me van a deportar?".

El abogado de inmigración Jaime Barron, quien ejerce en Dallas, Texas, explica que “las personas que han solicitado asilo y sus casos se resuelvan después del 20 de enero del 2017, quedarán sujetos a las recomendaciones de interpretación del nuevo gobierno”.

“Cada administración decide cómo interpreta la ley de asilo, si lo hace más agresivo o menos que el gobierno anterior. El jefe (presidente) puede pedirle a sus empleados que sean más duros, que peleen cada caso hasta el fondo con la intención de negarlos, pero no creo que cambie mucho respecto a lo que hemos visto hasta ahora”.

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“Quizás las cosas se pongan un poco más difíciles pero hay que esperar a ver qué pasa. No hay que angustiarse, hay que tener paciencia”, agregó.

A mediados de septiembre, Univision Noticias reportó que las cortes de inmigración tenían acumulados en julio 502,794 casos de asilo, y que en muchos casos las primeras audiencias las estaban programando para abril del 2020.

Hernández explicó además que Trump no ha mencionado cambios en la política de asilo y que en caso de modificaciones será el Congreso quien decida al respecto.

Notas Relacionadas

Cuidado si usa papeles falsos
Alicia dice que lleva 15 años viviendo en Estados Unidos con papeles falsos. “¿Me pueden deportar?”, pregunta.

Barron advierte que “tarde o temprano muchos inmigrantes que viven como Alicia se meten en problemas”. Y que “mientras más utilicen una identidad falsa, las autoridades tienen más argumentos para detectarlos, ubicarlos y arrestarlos”.

Otros abogados consultados por Univision Noticias advierten que el uso de documentos falsos figura en la lista de prioridades de deportación incluida en la Acción Ejecutiva migratoria que el presidente Barack Obama anunció el 20 de noviembre del 2014.

“Si los pescan por ese delito, pierden su derecho de permanencia en el país”, dice Barron. “Lo aconsejable es no volver a utilizarlos, sobre todo sabiendo que las leyes de inmigración serán aplicadas con mayor severidad a partir del 20 de enero”.

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La ruta incierta: el viaje de centroamericanos a EEUU

Más de tres millones de centroamericanos viven en EEUU. Y cada año, miles más atraviesan México para intentar alcanzar ese destino. El fotógrafo John Moore retrató ese arriesgado trayecto. La travesía generalmente empieza en el río Suchiate, frontera entre Guatemala y México, donde decenas de personas cruzan cada día en improvisadas embarcaciones.
Además de personas, mucha mercancía es llevada de contrabando a través de este río.
Un refugio, llamado "La 72", es dirigido por hermanos franciscanos y es la primera parada para miles de inmigrantes. Aquí espera la hondureña Blanca Lidia Valenzuela, de 61 años, quien viaja a México dos veces al año para buscar a su hijo Manuel Hernández Valenzuela, desaparecido en 2003 durante la travesía a Estados Unidos.
EL refugio localizado en Tenosique, recibe a familias enteras que desde Centroamérica intentan llegar a EEUU. "El tiempo, las personas migrantes, la delincuencia común y organizada, las atrocidades que cometen las autoridades migratorias, nos han indicado el camino para ya no sólo brindar ayuda humanitaria", dice en su sitio web el refugio "La 72".
Formado por sacerdotes franciscanos y por un cuerpo de voluntarios, el sitio de internet del refugio “La 72” explica que buscan restituir los bienes "a los pobres y excluidos, que son nuestros maestros y señores”, parafraseando a San Francisco de Asís.
“No será la nuestra solo una casa, un albergue, queremos que sea un verdadero hogar donde las y los migrantes encuentren no solo el lugar para descansar, curar sus heridas, comer, dormir, sino también puedan ser escuchados, consolados, atendidos espiritualmente, donde puedan ser orientados y asesorados jurídicamente. Un refugio, un espacio para protegerlos de los victimarios sean delincuentes, criminales o autoridades civiles”.
En medio de una pausa en la travesía, un migrante hondureño entretiene al hijo de un compañero delante de un mapa de México que muestra las rutas de tren que conducen al norte.
Del refugio los migrantes van a la estación de Tenosique a tomar el tren al norte. “La Bestia”, como son conocidos estos ferrocarriles, hacen un largo y peligroso viaje a través del país hasta la frontera con EE.UU, pasando obligatoriamente por la Ciudad de México.
Otro punto para tomar el tren es Arriaga, donde aborda este grupo de centroamericanos en agosto de 2013. El trayecto continúa generalmente hacia Estación Lechería, en Ciudad de México. De ahí, los migrantes toman cualquiera de los trenes hacia distintos puntos en la frontera norte de México: Tijuana, Ciudad Juárez o Matamoros, con la esperanza de poder desde esos lugares cruzar a Estados Unidos.
La parte superior del tren es controlada por bandas que extorsionan a los viajantes, en su mayoría de origen centroamericano. Menores sin sus padres y familias enteras hacen esta travesía que puede terminar en una caída, la pérdida de extremidades o la muerte.
Un grupo de familias centroamericanas logra cruzar la frontera el 14 de abril de 2016, en Roma, Texas. La travesía podría terminar en una petición de asilo si son sorprendidos por las autoridades estadounidenses.
Luego de cruzar el Río Grande, entre México y Estados Unidos, y al ser sorprendidos por las autoridades fronterizas, los migrantes centroamericanos deben quitarse los cordones de los zapatos antes de su traslado a centros de detención para evitar que los usen como arma de estrangulamiento.
Los niños son un denominador común entre los migrantes. En este caso varios menores salvadoreños son entrevistados por un agente de la patrulla fronteriza, luego de cruzar el Río Grande desde México hacia Roma, Texas.
El grupo de niños centroamericanos sorprendidos por las autoridades estadounidenses finalmente son trasladados en una camioneta de la patrulla fronteriza para ser procesados en Roma, Texas.
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Imagen John Moore/Getty Images
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