Trump dice que recortará la ayuda a Centroamérica por la caravana de migrantes, pero ¿puede hacerlo?

El presidente Donald Trump dijo el lunes que "comenzará a cortar o a reducir sustancialmente" la ayuda externa a los países del Triángulo Norte por no impedir el avance de los migrantes que se dirigen a Estados Unidos.

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Por:
David C Adams.
"Son criminales peligrosos", dijo el presidente sobre los cientos de centroamericanos que intentan llegar a México y EEUU. También arremetió contra los demócratas, asegurando que respaldan la entrada de personas ilegalmente al país.
Video Trump ataca la caravana de migrantes y la utiliza para promover la campaña republicana

El presidente Donald Trump publicó un tuit este lunes diciendo que "comenzará a cortar" la ayuda externa a Guatemala, Honduras y El Salvador –los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica– luego de que los acusó de permitir que la gente salga de la región y venga "ilegalmente" a Estados Unidos en la caravana de migrantes.

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Sin embargo, recortar la ayuda de Estados Unidos puede no ser tan fácil como piensa Trump, según los expertos, ya que el Congreso controla el presupuesto de la nación, no la Casa Blanca.



Trump intentó reducir la ayuda de Estados Unidos a los países del Triángulo del Norte en un 30% en su solicitud de recursos de ayuda externa para 2017 y 2018, pero el Congreso restableció la mayor parte del dinero, dijo Adam Isacson, quien dirige un programa para monitorear la ayuda externa de Estados Unidos en la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), una organización que investiga y promueve los derechos humanos en la región.

En 2017, Guatemala recibió cerca de 177 millones de dólares en ayuda estadounidense. El mismo año, Honduras recibió 181 millones de dólares y El Salvador 149 millones, según las cifras de WOLA.


"Si el Congreso brinda ayuda, es porque piensa que está en el amplio interés nacional de Estados Unidos el hacerlo. Donald Trump puede pensar que esta ayuda es una maleta de dinero en efectivo que se envía a los líderes centroamericanos, pero en realidad es todo en especie, para capacitación, equipos y servicios", dijo Isacson.

Según WOLA, ”la Ley de Asistencia Extranjera le da al presidente muy poca autoridad para cancelar la ayuda. A lo sumo, el presidente puede transferir hasta un 10% entre cuentas. Una ley separada, la Ley de Control de Embargo, prohíbe al presidente retener el dinero que el Congreso ha asignado".

El presidente Trump ha hecho de la detención del flujo de inmigración ilegal a Estados Unidos una prioridad absoluta. Ha presionado por un nuevo muro fronterizo, ha agregado agentes de la Patrulla Fronteriza y ha intensificado la aplicación de las leyes de inmigración.

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La caravana de aproximadamente 5,000 personas se está abriendo camino a través de México hacia Estados Unidos después de cruzar la frontera entre Guatemala y México este fin de semana.

Un disparo en el pie

Si corta la ayuda a la región Trump se dispararía a sí mismo en el pie, ya que la mayor parte de la ayuda se destina a los programas que más le importan a su gobierno, como la seguridad fronteriza, la prohibición de drogas y el fortalecimiento de la policía y el ejército. "Se supone que la idea es proteger a las personas de parte de la violencia que está causando la migración", dijo Isacson.


Centroamérica ha sido durante mucho tiempo una fuente de migración debido a las guerras civiles –en los años 70 y 80–, así como a la corrupción política, la violencia de las pandillas, los desastres naturales –incluidos los huracanes y los terremotos–, y la pobreza endémica.

La actual caravana de migrantes es la segunda migración grupal en los últimos seis meses de centroamericanos que huyen de la violencia de las pandillas, el crimen, la corrupción gubernamental y la pobreza en sus países. En abril, alrededor de 1,000 migrantes llegaron a la frontera de Estados Unidos, aunque se cree que solo unos pocos pudieron presentar solicitudes de asilo luego de ser entrevistados por funcionarios de inmigración.


Los migrantes centroamericanos continúan en el estado sureño de Oaxaca. Luego que el presidente Donald Trump presionara al gobierno de México, muchos viajentes se comprometieron a continuar su viaje manteniendo la esperanza de llegar al norte.
Un grupo de los 1,100 inmigrantes, la mayoría hondureños, marchó por las calles de Matías Romero la noche del martes 3 de abril, cerca del lugar donde acampan desde el fin de semana.
Funcionarios mexicanos de migración han registrado nombres y emitido permisos a algunos migrantes que les dan 20 días para abandonar México. Este es un período mucho más corto que el que les tomó llegar a la frontera con Estados Unidos en años anteriores, según afirmaron los organizadores.
El grupo de viajantes se separará en algún punto del recorrido. Algunos intentan legalizar su situación migratoria para quedarse en México, otros aspiran llegar hasta la frontera norte para solicitar asilo en EEUU
El presidente Donald Trump ha criticado la caravana. Invocando razones de seguridad y mientras no exista un muro, el 4 de abril firmó un memo con el que ordena a los Departamentos de Defensa y Seguridad Nacional coordinar entre sí el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera sur con México.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Videgaray, se comunicó con la secretaría de Seguridad Interior de EEUU para pedir explicaciones del despliegue militar. El Senado mexicano exhortó al gobierno de Peña Nieto a suspender la cooperación bilateral en materia de migración y lucha contra la delincuencia organizada.
El presidente Donald Trump siguió por tercer día consecutivo lanzando mensajes contra la marcha de centroamericanos que recorre México y volvió a advertir que NAFTA "está en juego", a la vez que exigió al Congreso actuar para aprobar leyes migratorias más estrictas.
El hondureño Christian Rosale, de 22 años, había abandonado la caravana pero regresó a ella el lunes por la noche, temiendo su inminente arresto y deportación. Declaró a la agencia Reuters que el viaje le ha resultado "Demasiado gasto para venirme y (ahora es) dinero perdido".
"Sea como sea, voy a conseguir el dinero y me voy. Me voy a comprar un boleto de autobús a Tijuana y me voy yo solo. No quiero ser detenido. Ya no voy a seguir en la caravana", agregó el viajante hondureño Christian Rosale.
"Vamos a movernos para decirle a Trump que no le tenemos miedo y que estamos en nuestro derecho", dijo María Elena Colindres, una opositora hondureña que busca asilo luego de una serie de violentas protestas a fines del año pasado por los resultados de la elección presidencial.
Donald Trump exigió que la caravana "sea parada antes de que llegue aquí" a Estados Unidos. Como en otras ocasiones, puso sobre la mesa el tratado NAFTA con México, al afirmar que está en juego, pero también añadió a su amenaza la ayuda exterior que Washington otorga a "Honduras y a otros países que permiten que esto suceda". Sin embargo, no especificó a qué tipo de ayudas se refería.
Grupos mexicanos de apoyo a los inmigrantes se han organizado para inmigrantes proporcionar comida y agua a los viajantes en su recorrido.
Esta marcha, que se celebra anualmente, está organizada por la asociación Pueblo Sin Fronteras y, al contrario de lo que dice el presidente, no tiene intención de entrar de manera ilegal en territorio estadounidense.
Parte del grupo planea parar en la capital mexicana para ir al Senado, donde pedirán que se proporcione mayor presupuesto a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y se atiendan así los casos de los migrantes que puedan obtener asilo en el país.
La Secretaría de Gobernación y la de Relaciones Exteriores publicaron un comunicado en el que recuerda al presidente estadounidense que la marcha de migrantes se celebra desde 2010 y que solo busca "llamar la atención sobre el fenómeno migratorio y la importancia del respeto a los derechos de los migrantes centroamericanos".
Bajo el lema: "Todos somos americanos de nacimiento", la caravana pretende visibilizar el sufrimiento de los viajantes en su paso por México luego de huir de la de violencia y corrupción de sus países.
Bajo el lema: "Todos somos americanos de nacimiento", la caravana pretende visibilizar el sufrimiento de los viajantes en su paso por México luego de huir de la de violencia y corrupción de sus países.
Honduran migrants Christian Soriano and Rafael Hernandez are pictured during a break from traveling in the caravan, on the journey to the U.S., at a sports field in Matias Romero, Oaxaca, Mexico April 4, 2018. REUTERS/Henry Romero
Donald Trump comenzó a criticar la caravana vía Twitter una semana después que comenzó al sen Chiapas. Ha exigido a México que la pare y ha pedido al Congreso de Estados Unidos que 
<b>apruebe leyes más estrictas para</b>, según él, controlar el flujo de indocumentados.
"El número de mujeres y niños (en la caravana) ha subido. Es lógico, ya que es una caravana de refugio, pero también hay una gran cantidad de hondureños", aseguró a Reuters Irineo Mujica, activista y miembro del grupo Pueblo Sin Fronteras.
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Los migrantes centroamericanos continúan en el estado sureño de Oaxaca. Luego que el presidente Donald Trump presionara al gobierno de México, muchos viajentes se comprometieron a continuar su viaje manteniendo la esperanza de llegar al norte.
Imagen VICTORIA RAZO/Getty Images

Durante la última década, la política de Estados Unidos se ha centrado en reducir la violencia y aumentar la seguridad en el Triángulo del Norte debido al aumento de los niveles de migración. En 2008, el gobierno lanzo la llamada 'Iniciativa de Seguridad Regional Centroamericana' con 1,000 millones de dólares para la región con el objetivo declarado de promover "la vigilancia comunitaria, la prevención de pandillas y la programación económica y social para jóvenes en riesgo y comunidades desproporcionadamente afectadas por el crimen".

Alianza para la Prosperidad



En 2014, después de que una oleada de niños migrantes llegó a la frontera sur de Estados Unidos, la administracion del presidente Barack Obama aprobó 700 millones de dólares para la ’Alianza para la Prosperidad en el Triángulo del Norte', cuyo objetivo era "fortalecer la seguridad, la gobernanza en la región y la competitividad económica, al tiempo que abordaba los desafíos compartidos de la inmigración ilegal y el tráfico de personas".

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El plan fue aprobado por un Congreso controlado por los republicanos con apoyo bipartidista. Trump intentó recortar los fondos para el Plan para la Prosperidad de 600 millones de dólares a 400 millones de dólares en 2018 y 2019, pero el Congreso devolvió la mayor parte de los fondos.


Los críticos de la política de Estados Unidos han argumentado durante mucho tiempo que se debería gastar más dinero en programas sociales para reducir la pobreza, en lugar de reforzar a la policía y los militares, que son notoriamente corruptos. "Si Donald Trump quiere cortar la ayuda al ejército hondureño, allá él", dijo Isacson. "No creemos que ayudar a los militares le haya servido a Honduras".

Pero señaló que una gran parte de la ayuda no militar también está diseñada para evitar que las personas emigren, como la reducción de la violencia en los barrios, la reforma de la justicia y la capacitación policial. "La mayor parte de esto es lo que se considera como ayuda 'dura' a personas en uniforme u otros esfuerzos para combatir el crimen", agregó. "Sólo un poco va a cavar pozos para los campesinos".

El mayor financiamiento social se destina a un programa para alimentar a los niños de las tierras altas rurales más pobres de Guatemala, que producen los niveles más altos de migración. Este programa fue recortado de 30 milliones de dólares en 2017 a 21 millones de dólares en 2018.

Más de 1,000 hondureños salieron este sábado desde San Pedro Sula en una nueva caravana de migrantes que
<b> aseguran estar abandonando su país como consecuencia de la violencia y la pobreza que viven. </b>La caravana se mueve bajo el lema 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/inmigracion/parte-una-nueva-caravana-con-cientos-de-migrantes-hondurenos-hacia-mexico-y-eeuu">'no nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza'</a></b>.
En las imágenes, son muchos los niños que viajan con sus padres en un recorrido que pasará por Guatemala y México hasta llegar a Estados Unidos. Justo este sábado el presidente 
<b><a href="https://www.univision.com/noticias/inmigracion/el-gobierno-planea-volver-a-separar-familias-de-inmigrantes-en-la-frontera">Donald Trump confirmó que su gobierno evalúa nuevas políticas para separar a familias</a></b> de inmigrantes que lleguen a la frontera.
Bartolo Fuentes, uno de los organizadores de esta nueva caravana de migrantes, explicó a la agencia Reuters que 
<b>el plan es que algunos pidan refugio en México y otros una visa para poder entrar legalmente a Estados Unidos.</b>
En abril de este año, 
<b><a href="https://www.univision.com/los-angeles/kmex/noticias/indocumentados/el-ultimo-grupo-de-la-caravana-migrante-entra-a-eeuu">otra caravana de migrantes centroamericanos</a></b> llegó a Estados Unidos. El presidente Donald Trump criticó la iniciativa e insistió en el endurecimiento de las políticas migratorias y la seguridad en la frontera. Para entonces, muchos de los indocumentados aseguraban que huían de la violencia generada por las pandillas en sus países y que, en muchos casos, pesaban amenazas de muertes sobre ellos. Las razones por las que huyen quienes van en esta nueva caravana son similares.
<b>La convocatoria de esta movilización se hizo a través de las</b> 
<b><a href="https://www.facebook.com/bartolo.fuentes/posts/10156664589114941">redes sociales</a></b>. El punto de encuentro en Honduras fue la Gran Terminal de Buses de San Pedro Sula, en el norte del país, donde los migrantes comenzaron a llegar desde la mañana del viernes. Venían desde los departamentos de Colón, Atlántida, Francisco Morazán, Choluteca, Yoro, Cortés, Santa Bárbara y las Islas de la Bahía.
La noche del viernes, cientos durmieron fuera de la estación de autobuses desde donde saldrían el sábado por la mañana.
Entre ellos había decenas de familias que 
<b>durmieron acostadas o sentadas sobre cartones en las aceras y áreas verdes cercanas a la estación de buses que marcaron como punto de encuentro.</b> Según la agencia AFP, había grupos familiares hasta con cuatro niños arropados durmiendo en el piso.
Los organizadores calculan que son aproximadamente 1,300 personas las que partieron la madrugada de este sábado desde Honduras. 
<b>Van desde recién nacidos hasta adultos mayores.</b>
Los migrantes 
<b>aseguran que en su país no hay empleo y que conviven permanentemente con la inseguridad.</b> El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se reunió esta semana con los presidentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, y les aseguró que su país estaría dispuesto a ayudarles con el desarrollo económico e inversiones si ellos hacen más para frenar la migración de sus ciudadanos y la violencia de las pandillas.
Pence aseguró en ese encuentro que El Salvador ha reducido su migración ilegal a Estados Unidos, pero que 
<b>la de Guatemala subió 75% y la de Honduras 61%. </b>Dijo que en el último año, unas 225,000 personas de estos tres países entraron a Estados Unidos.
Los organizadores de esta nueva caravana de migrantes prevén que más personas se unan a la caravana en el trayecto de camino a México. La desesperación, aseguran, les ha hecho tomar la medida.
"Este movimiento solo busca salvar vidas, evitar que más hondureños mueran en la ruta migratoria en México, que sean menos los mutilados, secuestrados o los que los obligan a prostituirse. 
<b>Esta tragedia humana es de personas que sufren</b>", dijo a Univision Noticias Bartolo Fuentes, uno de los organizadores.
A las 5:00 de la mañana del sábado arrancó la caminata por la carretera hacia la frontera de Honduras con Guatemala (oeste). Se trata de 
<b>un recorrido de unos 2,000 kilómetros por una ruta llena de peligros</b> entre las bandas delictivas, los cruces de ríos y los desiertos habitados por serpientes.
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Más de 1,000 hondureños salieron este sábado desde San Pedro Sula en una nueva caravana de migrantes que aseguran estar abandonando su país como consecuencia de la violencia y la pobreza que viven. La caravana se mueve bajo el lema 'no nos vamos porque queremos, nos expulsa la violencia y la pobreza'.
Imagen Reuters
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