Trump usa la separación de niños indocumentados de sus familias para presionar por su agenda migratoria

Este sábado, el presidente culpó a los demócratas por esta práctica que ha intensificado su propio gobierno, a la que califica como "horrible". También asegura, incorrectamente, que es obligatoria por ley.

Por:
Univision
El fiscal general viajó a la frontera para lanzar un discurso duro en inmigración justo días después de la llegada de la caravana de inmigrantes.
Video Sessions confirma que separarán a padres de sus hijos si cruzan la frontera ilegalmente

El presidente Donald Trump culpó a los demócratas este sábado por la cuestionada práctica que llevan los servicios de inmigración estadounidenses de separar a los niños de sus padres una vez que cruzan la frontera hacia EEUU.

"Presionen a los Demócratas para que pongan fin a la horrible ley que separa a los niños de sus padres una vez que cruzan la frontera hacia Estados Unidos. Captura y liberación, la lotería y la (inmigración en) cadena también deben terminar y ¡DEBEMOS continuar construyendo el MURO! LOS DEMÓCRATAS ESTÁN PROTEGIENDO A LOS MATONES DE LA MS-13", ordenó en un tuit el mandatario.


Pero esa "horrible" política de separación de familias, tal como la describió el mandatario, es la que su propia administración busca intensificar, según confirmó días atrás el fiscal general Jeff Sessions cuando señaló que se tendrá "tolerancia cero" con quienes crucen las frontera de manera irregular y que quien lo haga con un menor será procesado y el "niño será separado de la familia, como exige la ley".

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Además, separar a las familias es precisamente una política y no una "ley" como la aseguran el mandatario y su fiscal general.

“Si no quiere ser separado de su hijo, no los haga cruzar la frontera ilegalmente”, dijo en un discurso Sessions este mes.


La administración Trump podría estar utilizando como excusa para separar a las familias una resolución legal de 1997 ( Acuerdo Flores), derivada de una demanda contra el gobierno federal que estableció que los niños inmigrantes no pueden ser detenidos en una prisión.

El mensaje del presidente, que culpa a los demócratas de una política que su propio gobierno busca intensificar, desató numerosas críticas de inmediato.

Ya en febrero pasado, 75 miembros demócratas del Congreso enviaron una carta a la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, calificando la separación familiar como incorrecta y en franca contradicción con los "valores de la familia estadounidense".

Hay quienes señalan que esta acusación de Trump a los demócratas no es más que una nueva maniobra de presión para poder avanzar con su dura agenda antiinmigrante y la construcción del muro fronterizo que fue el pilar de su campaña electoral.


Trump ha presionado para que el Congreso acuerde en sus propuestas sobre inmigración antes de las elecciones de medio término en noviembre de este año, incluidas medidas sobre DACA, reunificación familiar (que el presidente llama peyorativamente 'migración de cadena') y fondos para el muro en la frontera con México.

Por eso, las reacciones de quienes abogan por derechos de los inmigrantes y de algunos demócratas no se hicieron esperar.

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Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) le dio una respuesta categórica al presidente en la red social: " Ninguna ley exige esto: la separación entre padres e hijos es una elección de su administración. Cientos de niños de hasta 18 meses están en peligro de sufrir un trauma de por vida. No permitiremos que eches la culpa ni uses a las familias como moneda de cambio para tu muro".


La senadora demócrata por California, Kamala Harris, calificó como "indignantes" las políticas migratorias de la administración Trump.

"Las políticas de inmigración de esta Administración son indignantes, crueles e inhumanas. Trabajar proactivamente para separar a las familias inmigrantes está poniendo en peligro la vida de estos niños. Tenemos que detener esto. Los miembros de la Administración deberían testificar sobre esta política inhumana", tuiteó.


Harris también citó un informe del gobierno federal en el que las autoridades admiten que han perdido el rastro en 2017 de casi 1,500 niños inmigrantes, luego de que Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) los reubicara.

"Por esto la separación de familias inmigrantes es tan irresponsable. Estos niños desaparecidos podrían terminar en manos de traficantes de personas o algo peor. Esto no es lo que somos. Deberíamos ser mejores que esto", sentenció en un tuit la senadora por California.

Bajo la política de ‘tolerancia cero’, Sessions insta a los servicios de inmigración a que los adultos sean enviados a las cortes de justicia y los niños, transferidos a albergues del HHS para iniciar los procesos de deportación.

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El gobierno asegura no tener contabilizadas cuántas separaciones ha habido, pero sí da una pista. Desde octubre de 2017, el HHS ha tratado unos 700 casos de niños cuyos padres estaban en custodia de las autoridades migratorias.

Esa voluntad de "tolerancia cero" del gobierno de Trump se tradujo en órdenes internas, indicó días atrás a Univision Noticias una portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). La posibilidad de esta separación tiene como objetivo disuadir a los inmigrantes que cruzan por el río o el desierto de manera clandestina.

"¿Por qué llora?". La agente Marlene Castro pregunta a una mujer salvadoreña al ser encontrada por la Patrulla cerca de McAllen, Texas. Dice que llevaba con su hija una hora al sol, perdida y con un ataque nervioso. Tras unos minutos, explica que en México la agredieron físicamente e intentaron violarla.
Esta madre salvadoreña y su hijo cruzaron por balsa el Río Grande hace tan solo diez minutos, presumiblemente ayudados por coyotes. Muchas familias se entregan voluntariamente a los agentes cuando ven a la Patrulla Fronteriza: esperan, tras una detención de unos días, reunirse con familiares en otros puntos de Estados Unidos mientras esperan ir a corte.
Tres migrantes venidos de El Salvador caminan mientras se le acerca una furgoneta de la Patrulla Fronteriza. Son una madre y su hijo por un lado, y menor no acompañado por otro. Dicen que acaban de conocerse tras cruzar uno de los sitios más habituales para el cruce: delante de Reynosa, México, y a unas millas de McAllen, Estados Unidos.
Nelson, de 9 años, con su madre. Por este sector fronterizo, el Valle del Río Grande, pasaron casi 7 de cada 10 inmigrantes que fueron detenidos en octubre en la frontera sur por cruzar ilegalmente. Es este perfil, el de una madre o padre con algún hijo, es el que más crece: un 118% más de detenidos que un año atrás, según datos gubernamentales.
Este grupo de migrantes suma 7 personas. Al cabo de unos 15 minutos, llega una furgoneta para llevárselos a un centro de detención temporal. Los vehículos suelen esperar en fila cerca del río a que los agentes les avisen si encuentran más inmigrantes. A veces incluso mandan autobuses debido al alto número de migrantes centroamericanos.
La agente Marlene Castro encuentra a otro grupo, esta vez son 15. Por el radiotransmisor informan de 21 migrantes más encontrados en la misma zona al cabo de unos minutos. A los padres y madres, la agente de la Patrulla Fronteriza les pide los documentos que demuestran que son los progenitores.
La mayoría cita la multiplicidad de crisis en sus países para justificar su partida hacia Estados Unidos. Vienen principalmente de El Salvador, Guatemala y Honduras. Algunos dicen que buscarán asilo, aunque muchos otros muestran mucha confusión sobre los procesos migratorios y sus próximos pasos en Estados Unidos.
Arantza acaba de llegar a Texas con su madre y su hermana mayor desde El Salvador. Lleva en la mano una Blackberry destartalada que encontró en el camino y que no funciona. Mañana cumple años. Con los dedos de la mano indicado cuántos: 4.
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"¿Por qué llora?". La agente Marlene Castro pregunta a una mujer salvadoreña al ser encontrada por la Patrulla cerca de McAllen, Texas. Dice que llevaba con su hija una hora al sol, perdida y con un ataque nervioso. Tras unos minutos, explica que en México la agredieron físicamente e intentaron violarla.
Imagen Damià S. Bonmatí
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