Lamborghini, plata y viajes: la buena vida que no logró justificar la hija de un funcionario aduanero

Un juez envío este domingo a prisión preventiva a Jenny Ambuila, una joven colombiana que se hizo famosa por postear fotos de sus carros lujosos y sus viajes por el mundo con la plata que su padre cobraba por dejar pasar mercancía de contrabando en la Dian de Buenaventura.

Por:
Revista Semana.

El nombre de Omar Ambuila no es familiar para los colombianos, sin embargo, desde el viernes el jefe del Grupo de Control de Carga de la Dian (la aduana colombiana) ha empezado a ser reconocido en la opinión pública por un caso de corrupción adentro de la institución donde ejercía como funcionario.

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Lo curioso del caso es que su hija, Jenny Ambuila Chará, fue la sospechosa de que detrás de los lujos de los cuales se jactaba había algo que no cuadraba en las cuentas de la familia.


Ambuila Chará posteaba en sus redes sociales la excéntrica vida que se daba con la plata ilegal que, según la Fiscalía, obtenía su padre dejando pasar containers de contrabando en Buenaventura, en la costa oeste del país. Ella cargaba bolsas de Louis Vuitton, Channel, Givenchy y estudiaba en la Universidad de Harvard.

Padre e hija fueron detenidos en las últimas horas gracias a un operativo que realizó la Fiscalía General. También cayeron Elba Chará Gómez, esposa de Omar Ambuila; Emilson Moreno Granja, funcionario del Grupo de Control de Carga de la Dian en Buenaventura y Gustavo Adolfo Rivas Arboleda.

El domingo, un juez de control de garantías envió a prisión a Omar y Jenny Lizeth Ambuila, Chará, Moreno y Rivas como medida de aseguramiento mientras transcurre el proceso judicial.

Ambuila dejaba pasar millonarias cargas de contrabando a cambio de dinero, según el ente acusador. Su hija se daba la gran vida con la plata que recogía su padre: iba a festivales de música electrónica, tenía viajes por todo el mundo, ropa de alta costura, tenía un celular en oro exclusivo de edición limitada,el Lamborghini de 1,000 millones de pesos colombianos (333,000 dólares) y un Porsche de color blanco que se desconoce su valor, pero que Ambuila usaba para ir a la universidad.

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El carro de marca italiana, color rojo cereza, fue adquirido en el año 2006, según la Fiscalìa y trataron de justificarlo con la venta de una casa en el norte de Cali.

En el comunicado que emitió la Fiscalía se explica que le siguieron la pista a estas personas durante más de un año con apoyo de la Dian y agencias estadounidenses, además se lee que “habrían recibido millonarios dividendos que se ocultaron a través de la constitución de empresas fachada o fueron girados a sus familiares para que adquirieran bienes y servicios que superarían su capacidad económica. Por ejemplo, estaría demostrado que los dos funcionarios no tenían salarios superiores a los 2,000 dólares (6 millones de pesos colombianos); sin embargo, registraron ingresos y compras por montos muy superiores de los que nunca ha existido claridad sobre su origen".

Un juez de control de garantías en Cali les imputará cargos por lavado de activos, favorecimiento al contrabando, enriquecimiento ilícito y concierto para delinquir.

Este artículo se publicó inicialmente en Semana.

Mira también:

Esta mansión es conocida con el sobrenombre de Castillo Diter, propiedad de Patrick Diter, un empresario millonario francés.
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El fastuoso castillo está construido siguiendo el estilo renacentista en una de las zonas más deseadas de Francia: la Costa Azul, al sur del país.
Sin embargo, es muy probable que estas imágenes sean pronto parte del pasado. Un juez ha ordenado su demolición. En la imagen, el dueño en el castillo en uno de los patios que rodean la mansión.
La justicia francesa confirmó una orden para demolerlo en un plazo de 18 meses. ¿El motivo? Diter ha ido ampliando la construcción de manera ilegal, hasta construir esta fastuosa mansión. La imagen muestra el dormitorio del empresario.
El edificio ocupaba originalmente unos 2,150 pies cuadrados (200 m2), pero su dueño fue transformándolo poco a poco hasta lo que es hoy: una inmensa propiedad de más de 32,000 pies cuadrados (3,000 m2), multiplicando así su tamaño por más de 10.
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El lugar ha sido valorado por los fiscales del caso en 57 millones de euros: unos 63 millones de dólares.
Sus jardines, patios, torres, salones, fuentes... han hecho de este espacio un lugar donde se han grabado series y películas. Además, el castillo se podía rentar para celebraciones, como matrimonios.
Su popularidad hizo que saliera en numerosas publicaciones, como la revista 
<i>Paris Match</i>, una publicación de celebridades.
Si el empresario rechaza la orden judicial, se enfrentará a una multa diaria de 550 dólares (500 euros), además del medio millón de dólares (450,000 euros) que debe pagar por la construcción ilegal, según indicó la 
<a href="https://www.lematin.ch/monde/somptueux-chteau-diter-doit-detruit/story/28048269" target="_blank">prensa francesa</a>. En todo caso, Diter se ha librado de ir a la cárcel.
"Un proyecto faraónico, delirante, totalmente ilícito y construido de manera ilegal" realizado "con el desprecio hacia las reglas de seguridad y medioambientales". Así de duro fue el fiscal en enero durante el juicio.
Ditier parece decidido a cumplir con la orden judicial y destruir todo aquello que levantó sin el preciso permiso de construcción.
El caso comenzó tras las denuncias de los vecinos de Didier, quienes se quejaron de que el empresario seguía ampliando su propiedad y la alquilaba para diferentes eventos.
El propio empresario lo reconoció durante una audiencia en enero: "Al principio era la casa de mi familia (...) fui demasiado lejos".
Entre las construcciones ilegales hay una piscina, un helipuerto y hasta una carretera dentro del recinto.
En una sentencia en junio de 2016, también fue condenada una de las hijas de Diter, Joy, ya que aparecía al frente de una de las sociedades que gestionaba la mansión: la multa fue de 10,000 dólares.
El arquitecto de este castillo también recibió una multa similar.
La abogada Valérie Serra, que defendía a los vecinos, indicó entonces que "la cuestión no se trataba de saber si el palacio era bonito o no, como lo sostuvo Patrick Diter durante la audiencia (de junio) sino simplemente de saber si era legal o no".
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Esta mansión es conocida con el sobrenombre de Castillo Diter, propiedad de Patrick Diter, un empresario millonario francés.
Imagen PETIT Philippe/Paris Match via Getty Images
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