El próximo mes Roscosmos, la agencia espacial rusa, enviará una nueva cápsula Soyus MS-23 para traer de regreso a tres miembros de la tripulación de la Estación Espacial Internacional, después de que el vehículo que originalmente los traería de vuelta a casa sufriera daños, informaron funcionarios rusos y estadounidenses el miércoles.
Por qué Rusia tendrá que lanzar una cápsula de rescate para traer a la Tierra a un estadounidense y otros dos cosmonautas de la Estación Espacial Internacional
Se suponía que tres tripulantes de la Estación Espacial Internacional, incluyendo el astronauta de origen salvadoreños Frank Rubio, regresarían en marzo próximo en la misma cápsula Soyuz MS-22 en la que llegaron, pero un análisis determinó que la misma fue golpeada por un meteoroide.
Dos rusos y un estadounidense que debían regresar en la cápsula espacial Soyuz MS-22 dañada, permanecerán varios meses más de lo previsto en la Estación Espacial Internacional como resultado del cambio de cápsula, lo que posiblemente prolongue su misión a cerca de un año, dijeron la NASA y funcionarios espaciales rusos a los medios.
Cápsula dañada por un meteoroide
La nave espacial Soyuz MS-22 en la que los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin, y el astronauta de origen salvadoreño Frank Rubio, llegaron a la estación espacial internacional, experimentó una fuga externa de refrigerante el 14 de diciembre, mientras estaba acoplada fuera de la estación.
Se suponía que los tres tripulantes regresarían en marzo en la misma cápsula MS-22, pero según un análisis de Roscosmos determinó que la misma fue golpeada por un meteoroide, creando un pequeño agujero de aproximadamente 1 milímetro en el radiador exterior enviando líquido refrigerante al espacio.
En análisis de Roscosmos descarta las teorías iniciales de que el agujero podía haber sido causado por un desecho de la nave espacial o un defecto de fabricación.
Sergei Krikalev, director ejecutivo de programas de vuelos espaciales tripulados de Roscosmos, dijo que salvo una emergencia en la estación espacial, sería demasiado peligroso para la tripulación usar esa cápsula para regresar a la Tierra.
Aunque los ingenieros rusos creen que la cápsula podría sobrevivir al reingreso y aterrizar de manera segura, la temperatura de la cabina podría alcanzar los 40 grados centígrados (más de 100 grados Fahrenheit) con mucha humedad, ya que no podría disipar el calor generado por la computadora y otros dispositivos electrónicos, señaló Krikalev, quien es un ex cosmonauta.
Misión de rescate
La nueva cápsula Soyuz MS-23 se lanzará desde Kazajstán el 20 de febrero, un mes antes de lo previsto. Nadie estará a bordo; la cápsula volará en modo automático, anunció el jefe de la Agencia Espacial Rusa, Yuri Borisov, más temprano ese día.
Algunos equipos, herramientas de supervivencia y pertenencias personales serán trasladados de la cápsula MS-22 a la MS-23 mientras ambas naves estén en la estación espacial, dijo Sergei Krikalev.
El plan original era lanzar la nueva Soyuz MS-23 en marzo con dos rusos y un estadounidense, como reemplazo de los tres tripulantes que ya están en la estación. Esta nueva tripulación ahora tendrá que esperar hasta finales del verano o el otoño para volar cuando haya otra cápsula lista para ellos.
Rusia eventualmente traerá de vuelta la cápsula dañada con solo muestras científicas a bordo. La NASA participó en todas las discusiones y estuvo de acuerdo con el plan.
“En este momento, la tripulación está a salvo a bordo de la estación espacial”, dijo el gerente del programa de la estación espacial por la NASA, Joel Montalbano. “No hay necesidad inmediata de que la tripulación regrese a casa hoy”.
Se están preparando planes de respaldo, según Montalbano y Krikalev, en caso de que una emergencia obligue a los siete residentes de la estación espacial a huir antes de que se pueda lanzar la nueva Soyuz, como un incendio o una descompresión. La NASA está analizando la posibilidad de agregar tripulación adicional a la cápsula SpaceX actualmente atracada en la estación.
Ni Krikalev ni Montalbano pudieron recordar ningún caso similar en el que fuera necesario lanzar rápidamente una nave espacial sustituta.
Montalbano dijo que los tres miembros de la tripulación tomaron la noticia con calma. "Puede que tenga que encontrar más helado para recompensarlos" en futuros envíos de carga, dijo a los periodistas.
Además de Prokopyev, Petelin y Rubio, la estación espacial alberga a los astronautas de la NASA Nicole Mann y Josh Cassada, la rusa Anna Kikina y el japonés Koichi Wakata. Los cuatro viajaron a la estación en una cápsula de SpaceX en octubre pasado.








