Las fuerzas de seguridad que custodian el edificio sede de la embajada de Estados Unidos en Bagdad emplearon este miércoles gases lacrimógenos para dispersar a milicianos respaldados por Irán y otros manifestantes que se congregaron frente al exterior del complejo por segundo día consecutivo para portestar por el bombardeo a bases de una milicia proiraní el pasado domingo.
Fuerzas de seguridad usan gases lacrimógenos para repeler nuevo asedio a la embajada en Bagdad
Por segundo día consecutivo la sede de la embajada estadounidense en la capital de Irak fue asediada por manifestantes proiraníes que hicieron una acampada frente al complejo y protestaron por el bombardeo del domingo contra bases de una milicia afín al régimen de Teherán.
Los manifestantes acamparon durante la noche a las puertas de la legación diplomática en la capital iraquí, un día después de entrar por la fuerza al complejo, destrozando una zona de recepción y vidrios antes de retirarse.
Los marines estadounidenses que custodiaban el recinto dispararon gases lacrimógenos cuando aumentó el número de manifestantes y luego de que encendieron un fuego en el tejado de la zona de recepción. Del edificio salía humo. No se reportaron heridos desde el inicio de las protestas.
Los milicianos protestan por los letales ataques aéreos de Washington contra una milicia respaldada por Irán, que mataron a 25 combatientes durante el fin de semana. Esa operación respondía a un ataque con cohetes contra una base militar iraquí en el que murió un contratista estadounidense.
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La violencia se produce en un momento en el que Irán y sus aliados enfrentan meses de multitudinarias protestas sin precedentes y luego de que las fuertes sanciones decretadas por Estados Unidos sacudieron su economía y elevaron las tensiones en toda la región. En Irak, los manifestantes están molestos por la corrupción y la mala gestión económica del gobierno de Bagdad, además de por su estrecha relación con Teherán.
El presidente Donald Trump culpó el martes a Irán del ataque a la embajada y el secretario de Defensa, Mark Esper, anunció el despliegue inmediato de un batallón de infantería con unos 750 soldados de la 82da División Aerotransportada de Fort Bragg, en Carolina del Norte, a Oriente Medio. No reveló el destino de los refuerzos, pero un funcionario estadounidense familiarizado con la decisión dijo que irán a Kuwait.
Entretanto, el Hashd al Shaabi, una coalición de grupos paramilitares proiraníes en Irak, ordenó el miércoles a sus partidarios retirarse de los alrededores de la embajada de Estados Unidos en Bagdad, pero una de sus facciones más radicales dijo que seguiría protestante ante la legación.
Sin embargo, al cabo de unas horas, los manifestantes se dirigieron hacia la salida de la altamente protegida Zona Verde, donde se encuentra la sede diplomática, y desfilaron al grito de "los hemos quemado", para retirarse del lugar, según constató la agencia AFP.
Los manifestantes transportaban las barras de hierro y las lonas de las tiendas que habían instalado el martes para la sentada, la cual dijeron en ese momento que sería ilimitada.
Irán niega participación en incidentes
Irán negó cualquier implicación con los incidentes en el complejo diplomático. El vocero del Ministerio de Exteriores, Abbas Mousavi, advirtió a Washington de que cualquier “error de cálculo” podría empeorar la situación, según fue citado por medios estatales.
Teherán convocó al encargado de negocios suizo para protestar contra el "belicismo" de Estados Unidos tras el bombardeo del pasado domingo, indicó el miércoles el ministerio de Relaciones Exteriores iraní.
Suiza representa los intereses de Estados Unidos en Irán, pues Teherán y Washington rompieron lazos diplomáticos.
En su comunicado, el ministerio de Relaciones Exteriores iraní afirma que le pidió al encargado de negocios suizo que informe a Estados Unidos de que "Irak es un país independiente".
El líder supremo iraní, Alí Jameneí, por su parte señaló a Wahington de vengarse de las milicias progubernamentales iraquíes Multitud Popular porque, según él, eliminaron al grupo terrorista Estado Islámico que, dijo, fue creado por los estadounidenses.
Jameneí pidió que se observara "lo que (los estadounidenses) están haciendo en Irak y Siria. Se están vengando de Al-Hashd Al-Sha'abi (Multitud Popular) por ISIS", informó su web oficial.
En una aparente referencia a las acusaciones de Trump sobre la presunta implicación iraní, Jamenei señaló que “si la República Islámica toma la decisión de confrontar a algún país, lo hará directamente”.
Washington y Teherán compiten por su influencia en Irak desde la invasión de 2003 liderada por Estados Unidos que derrocó a Saddam Hussein. Irán tiene una estrecha relación con la mayoría chií del país vecino y con muchas de sus principales facciones políticas, y su influencia ha crecido constantemente desde entonces.









