Secuestraron a punta de pistola a un turista estadounidense en Tijuana: lo torturaron y mataron por una deuda de $2,000

Dos mexicanos que han sido acusados por este crimen enfrentan tres delitos que conllevan una condena de hasta cadena perpetua o pena de muerte. Uno de ellos se encuentra en una prisión de California.

Foto Isaias Alvarado
Por:
Isaías Alvarado.
La organización Pueblo Sin Fronteras divulgó algunos videos en los que salen varios migrantes suplicando por sus vidas mientras son apuntados y presionados por unos sujetos. Las investigaciones preliminares señalan que los delincuentes están operando, principalmente, en Tamaulipas, Veracruz y Chiapas, y a los familiares de las víctimas les exigen altas sumas de dinero a cambio de la libertad de sus seres queridos. Más información aquí.
Video "No es un juego": denuncian que migrantes en México están siendo secuestrados y torturados por grupos criminales

A punta de pistola, tres hombres secuestraron a un estadounidense de 19 años que se encontraba en un hotel de Tijuana, México. Ensangrentado, el joven fue mostrado a sus familiares en California en una videollamada en la red social Facebook. Les advirtieron que debían pagar un rescate lo antes posible. A pesar del avance de las negociaciones, los captores decidieron asesinarlo.

Este crimen que ocurrió en mayo de 2020 estaría vinculado a un robo de tres libras de metanfetamina, por las cuales le exigieron al muchacho y a sus familiares pagar entre 2,000 y 3,000 dólares, describen los fiscales federales basados en un reporte que elaboró el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

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Dos mexicanos han sido imputados por este asesinato y uno de ellos, Wyatt Valencia Pacheco, de 21 años y vecino de Tijuana, compareció la semana pasada en una corte federal de San Diego, California. Un juez le negó el derecho a salir libre bajo fianza por la naturaleza del delito y el posible castigo.

Su cómplice, Jonathan Emmanuel Montellano Mora, de 22 años, se encuentra prófugo.

Los acusan de asesinato intencional durante el tráfico de drogas, toma de rehenes con resultado de muerte y conspiración para tomar rehenes con resultado de muerte. Cada uno de esos cargos conllevan una sentencia de hasta cadena perpetua o pena de muerte.

Sobre la víctima, identificada con las iniciales M.A.R., se menciona que era un muchacho que había sido arrestado por tratar de cruzar una garita fronteriza con droga oculta en su cuerpo. Se preparaba para pasar nuevamente hacia EEUU el 28 de mayo de 2020, cuando se llevó tres libras de metanfetamina.

“Casi inmediatamente después del robo, Valencia comenzó a enviar amenazas a la víctima a través de Messenger, ordenando a la víctima que devolviera las drogas inmediatamente o les pagara 2,000 dólares”, describe un comunicado de la Fiscalía.

“En español, Valencia le dijo a la víctima que ‘la cagó’ y que ahora tenía que asumir la responsabilidad, porque ‘solo nos dieron dos horas para pagar esa mier…”, agrega.

El joven pidió que le cobraran menos y le dieran más tiempo para pagar, pero uno de los acusados le advirtió: "Me importa un carajo. Verás cómo te hago pagar hoy".

“Lo voy a matar”

El FBI obtuvo las conversaciones que Valencia sostuvo con el joven, sus cómplices y con un traficante no identificado, a quienes les dijo que planeaba secuestrar al muchacho.

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Valencia también le habría dicho a su novia que estaba buscando a su víctima “porque lo voy a matar”.

En una de las comunicaciones con M.A.R. le dijo tenía hasta las 5 pm de ese día para saldar su deuda y le advirtió que mandaría “gente a su casa” para “disparar”.

Cámaras de vigilancia de un hotel de Tijuana registraron el momento en que tres personas sacan a la fuerza al muchacho. “Uno de los secuestradores empuñaba una pistola, que utilizó para golpear a la víctima”, describe la Fiscalía federal.

La mañana del 30 de mayo de ese año, los criminales se comunicaron con la madre y el padrastro del joven para exigirles un rescate o droga. Unas veces les pidieron 2,000 dólares y otras $3,000.

“Los secuestradores permitieron que la familia de la víctima lo viese a través de FaceTime, como prueba de vida. La víctima apareció ensangrentada y golpeada”, detallan los fiscales.

Mientras sus familiares lo veían en esas condiciones, los secuestradores pedían con sarcasmo que les dieran “ideas” sobre “dónde podemos conseguir que lo fichen”, es decir, que lo mataran.

A las 12:30 pm del 30 de mayo de 2020, los familiares de M.A.R. tuvieron el último contacto con él. Nadie lo ha visto desde entonces. No han encontrado su cadáver, pero el FBI afirma que está muerto.

“La víctima fue asesinada por una deuda de drogas de 2,000 dólares”, dijo Suzanne Turner, agente especial a cargo del FBI en San Diego, en un comunicado.

Por su parte, el fiscal federa Randy Grossman expresó: “El inframundo del narcotráfico está lleno de peligros extremos y tragedias, y este caso no es una excepción… Un joven mal aconsejado se enredó con las personas equivocadas y pagó un precio terrible, y ahora su familia vive con el horror indescriptible de su pérdida”.

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En la comparecencia del viernes, un juez ordenó que Valencia espere su juicio bajo custodia señalando que podría fugarse por la naturaleza y circunstancias del crimen, el largo período de encarcelamiento que enfrenta, el “peso” de las pruebas en su contra y una posible deportación al cumplir la sentencia.

La próxima audiencia de este sospechoso se programó para el 16 de diciembre.

Cuando varios policías fuertemente armados ingresaron al inmueble este 21 de febrero encontraron droga y armas de grueso calibre. Por fuera parecía el hogar de una familia de clase media de Tijuana.
Pero se trataba de un escondite del 
<a href="https://www.univision.com/temas/cartel-de-sinaloa">Cártel de Sinaloa</a>, que controla algunos sectores de esa ciudad.
La Fiscalía de Baja California informó que la vivienda tenía una bodega secreta detrás de un clóset de madera, que se abría activando un botón oculto tras uno de los cajones.
Ahí guardaban 14 armas de fuego, incluyendo rifles de guerra, y cartuchos útiles.
“Invirtieron dinero, tiempo y esfuerzo”, señaló un policía al describir en un video difundido por la Fiscalía cómo funcionaba el moderno mecanismo. “No cualquiera lo podía abrir, hasta que apretaran el botón”, explicó.
Las autoridades también encontraron droga, un chaleco antibalas, tarjetas Sentri (que permiten ingresar fácilmente hacia Estados Unidos), licencias de conducir, celulares, documentos de distintos autos, así como equipo y material para elaborar documentos.
Además, decomisaron seis vehículos, cuya procedencia sigue bajo investigación.
Policías y elementos del Ejército mexicano se trasladaron a la vivienda ubicada en la calle Santa Teresa del fraccionamiento Cuesta Blanca, en respuesta a una denuncia de que allí “se realizaban actividades ilícitas”, informó la Fiscalía estatal.
Tres sujetos, uno de ellos de origen asiático, fueron detenidos durante un operativo de cateo realizado por la Guardia Estatal de Seguridad e Investigación. Los sospechosos han sido identificados como Andrés ‘N’, Fermín ‘N’, y Donald ‘N’, este último oriundo de Corea del Sur.
El operativo en la casa de seguridad del Cártel de Sinaloa ocurre el mismo día en que las autoridades arrestaron al narcotraficante Octavio Leal, alias ‘El Chapito Leal’, vinculado a esa organización criminal y al clan de los hermanos Arellano Félix.
Tijuana se encuentra en disputa por los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), que tratan de dominar una de las ciudades fronterizas por donde más droga se cruza hacia EEUU.
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Cuando varios policías fuertemente armados ingresaron al inmueble este 21 de febrero encontraron droga y armas de grueso calibre. Por fuera parecía el hogar de una familia de clase media de Tijuana.
Imagen Fiscalía de Baja California
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