En 2017, el mismo año en que Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue extraditado a Estados Unidos, su antiguo jefe y en ese tiempo prófugo de la justicia, Rafael Caro Quintero, se volvía a coronar en el crimen organizado. En un hotel de Bacurato, Sinaloa, él “asumió el control de la organización Beltrán Leyva”, de acuerdo con un documento filtrado del Ejército mexicano que publicó el periódico El País.
Rafael Caro Quintero fue líder del Cartel de los Beltrán Leyva, según archivo del Ejército mexicano
Una alianza con un capo enemigo del Cartel de Sinaloa regresó a ‘El Narco de Narcos’ al mundo criminal, afirma un archivo de la Secretaría de la Defensa Nacional que fue obtenido por piratas cibernéticos.

Caro Quintero retomaba su carrera criminal estableciendo una alianza con Fausto Isidro Meza Flores, alias ‘El Chapo Isidro’ y uno de los acérrimos rivales del Cartel de Sinaloa. El llamado ‘Narco de Narcos’ mantenía una relación con el cartel desde su salida en 2013 de una prisión por un fallo procesal.
Así traicionó a su viejo amigo Ismael ‘El Mayo’ Zambada y a los hijos de ‘El Chapo’, de acuerdo con un archivo titulado ‘Reunión de Caro Quintero en Sinaloa de Leyva y Guasave’, el cual ha salido a la luz por un jaqueo masivo de documentos del Ejército azteca que ahora tienen medios de comunicación.
Según El País, en el organigrama que elaboró la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) aparece Caro Quintero en medio de ambos grupos. Por un lado, están ‘El Mayo’; Iván Archivaldo Salazar, hijo mayor de ‘El Chapo’ y su tío Aureliano Guzmán Loera, apodado ‘El Guano’. En el otro, colocaron a ‘El Chapo Isidro’; Álvaro Guadalupe Carrillo Fuentes, apodado ‘El Lapa’; los hermanos Jesús e Ignacio González Peñuelas; y Mario Alberto Lugo Lara, alias ‘El Calabaceño’.
Es la primera vez que se revela esta información y, hasta ahora, no ha sido confirmada por autoridades de México ni de Estados Unidos.
Caro Quintero fue recapturado en julio pasado en la sierra de Sinaloa. No fueron efectivos del Ejército, sino de la Marina, quienes participaron en ese operativo, en coordinación con la Administración para el Control de Drogas (DEA). Esta agencia ha dicho que solo confía en la Marina.
En 2018, un año después de que habría llegado a la cúpula del Cartel de los Beltrán Leyva, Caro Quintero le dio una entrevista a la periodista Anabel Hernández, en la que aseguró su única ocupación era esconderse en la sierra para que no lo atraparan las autoridades.
“Lo único que busco es paz y le pido perdón a la sociedad de México por los errores que cometí", afirmó el capo.
- ¿Cuáles son sus actividades ahorita?, le preguntó la reportera.
- Ninguna, a puro andar huyendo, respondió él.
Notas Relacionadas
“Cada vez tiene más poder”, advertía la DEA
Caro Quintero ahora está preso en el penal de máxima seguridad El Altiplano, en el Estado de México, y sus abogados han hecho lo posible para que no lo extraditen a California, donde lo solicitan para responder por el secuestro, tortura y asesinato del agente antinarcóticos Enrique ‘Kiki’ Camarena en 1985. El crimen se perpetró como una venganza, porque Camarena se infiltró en el Cartel de Guadalajara, lo que llevó a un histórico decomiso de marihuana en un rancho El Búfalo.
Para la DEA, Caro Quintero era uno de los tres líderes del Cartel de Sinaloa, a la par de ‘El Chapo’ y ‘El Mayo’, y en algún momento fundó su propia organización de tráfico de drogas, el Cartel de Caborca.
“Rafael Caro Quintero no es el más poderoso (en la cúpula del Cartel de Sinaloa), pero él es respetado y ciertamente cada vez tiene más poder a medida que su organización crece”, aseguró Ray Donovan, director de la oficina de la DEA en Nueva York, en una entrevista con Univision a finales de 2020.
El cartel de Caborca
El Cartel de Caborca se conformó, según la DEA, como una facción del Cartel de Sinaloa que desde su sede en el estado fronterizo de Sonora envía múltiples cargamentos de droga hacia Los Ángeles, San Diego, Nueva York, Phoenix y otras ciudades de EEUU.
Hace 40 años, Caro Quintero se especializaba en el trasiego de marihuana, pero en los últimos años movió además cargamentos de cocaína, metanfetamina y fentanilo, afirma el gobierno de EEUU.
El resurgimiento del llamado ‘Narco de Narcos’ parece estar ligado a la escalada de violencia que se ha registrado en Sonora en los últimos años.
Las autoridades estadounidenses sospechaban que se había escondido en algún lugar de su natal Sinaloa y desde allí controlaba a su cartel en Sonora.
Fueron algunos familiares del capo y miembros de su grupo criminal quienes se volvieron informantes de la DEA, que en 2015 formó una unidad cuya única misión era capturarlo.
Sabían qué caminos de la sierra recorría para visitar a sus novias, que se transportaba en motos, que lo cuidaban pistoleros que rotaban cada semana y que su vía favorita de escape era correr a cerros donde no pudieran descender helicópteros militares.
Hubo 12 intentos para ponerlo bajo custodia desde 2013 y en todos participaron efectivos de la Marina. Funcionarios estadounidenses dijeron al diario Washington Post que filtraciones de oficiales de alto nivel en el gobierno de México habrían ayudado a que Caro Quintero escapara una y otra vez.