Cada vez consumimos menos leche de vaca entera. ¿Hacemos bien?

Una nueva investigación que recomienda el consumo de leche de vaca entera sale al rescate de un producto cuyo consumo ha caído en picado, amenazado por sus versiones desnatadas y, sobre todo, las alternativas vegetales.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
Las bebidas vegetales, elaboradas con frutos secos y agua, tienen menos calorías que la leche de vaca, incluso la desnatada.
Las bebidas vegetales, elaboradas con frutos secos y agua, tienen menos calorías que la leche de vaca, incluso la desnatada.
Imagen iStock

El estudio en cuestión, que toma en cuenta los datos de más de 130,000 personas en 21 países, relaciona el consumo de tres raciones al día de productos lácteos sin desnatar (como leche, queso o yogur) con índices más bajos de problemas cardiovasculares y mortalidad. Unos datos que pueden crear confusión, ya que las pautas dietéticas actuales más extendidas apuestan por el consumo de lácteos descremados o semidesnatados y minimizan el consumo de leche, quesos o yogures enteros.

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Sin embargo, como señalan los autores en su trabajo, en los últimos años se ha producido una cierta demonización de la leche, en especial la entera. A mediados del siglo pasado, los estadounidenses consumían tres vasos de leche de vaca al día. Hoy eso es historia.

Este descenso llegó de la mano de lo que se señaló durante mucho tiempo como enemigo público número uno: la grasa. "El acento en el desnatado se basa fundamentalmente en los supuestos efectos dañinos de una única categoría de macronutrientes (los ácidos grasos saturados) sobre un único marcador de riesgo cardiovascular (el colesterol LDL)", señalan los autores de la investigación, liderada por científicos de la Universidad McMaster, en Canadá, y publicado en la revista médica The Lancet. Pero esta simplificación, apuntan, deja fuera a otros muchos ingredientes presentes en la leche entera como aminoácidos, grasas saturadas de cadena media, vitaminas como la K1 y la K2 e incluso probióticos. "Por tanto, la consideración del efecto neto sobre la salud no debería basarse solamente en los efectos sobre un solo marcador", escriben.

El otro gran "enemigo" de la leche entera son las bebidas vegetales, La industria de los lácteos, que se apoya en millonarias subvenciones estatales, lidia con consumidores que, cada vez en mayor medida, optan por alternativas no animales. De acuerdo con la consultora especialista en tendencias de mercado Mintel, se espera que las ventas de leche en EEUU desciendan un 11% entre 2015 y 2020. Mientras tanto, las alternativas no lácteas, como la leche de soja y almendra, han crecido en popularidad, con ventas que se incrementaron en más del 61%.

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Como tantas veces ocurre cuando se trata de nutrición, las millonarias campañas publicitarias para potenciar un producto (como la exitosa campaña Got Milk?, que consiguió rodear al producto de un halo de salud que se mantuvo durante décadas) complican la vida del consumidor, que no sabe a qué atenerse. Trabajos como el estudio reciente podrían rescatar este halo saludable de la leche entera.

"Una almendra no puede lactar"

La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) arremetió recientemente contra las bebidas vegetales que se publicitan como leche y, según explicó su principal representante, Scott Gottlieb, prepara nuevas directrices sobre lo que debe ser descrito como leche. “Una almendra no puede lactar”, dijo Gottlieb en unas declaraciones que dieron lugar bromas de todo tipo, e incluso aparecieron en programas de entretenimiento nocturno como Late Show.


"La primera persona que incluya la frase 'una almendra no puede lactar' en su boda y me envíe un video se lleva esta camiseta".

Los comentarios de Gottlieb se refieren a las directrices de la FDA, que estipula que la leche es la secreción láctea obtenida de una o más vacas.


¿Realmente necesitamos la leche de vaca? La cuestión es que la mayoría de nosotros puede vivir muy feliz (nutricionalmente hablando) sin ella . La leche de vaca está diseñada para los terneros; la de oveja para las ovejas… y así. Un argumento que casi se ha convertido en un mantra defendido por expertos como Andy Yurechko, dietista del Augusta University Medical Center.

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Yurechko recuerda que el único momento en que los mamíferos (incluyendo las personas) necesitan leche es durante su infancia: “ la leche queda obsoleta cuando hacemos la transición a los sólidos. ¿Ves a otros animales adultos bebiendo la leche de su madre?”. Una dieta equilibrada, señala este experto a Univisión Noticias, provee de todos los nutrientes que necesitamos.

“Los nutrientes que se encuentran en los lácteos, incluidos la proteína y el calcio, pueden encontrarse en las bebidas vegetales”, dice a Univisión Noticias el dietista certificado Matthew Ruscigno. “Se los recomienda frecuentemente porque la industria de los lácteos ha estado influyendo en los profesionales de la nutrición. La leche es barata, está en todas partes y tiene nutrientes. Pero esto no quiere decir que sea la única alternativa”.

Las leches vegetales, elaboradas con frutos secos y agua, tienen menos calorías (por debajo incluso de la leche desnatada), un argumento poderoso dado los elevados índices de obesidad que padece este país. Por otro lado, millones de personas tienen intolerancia a la lactosa (entre las personas asiáticas este porcentaje es del 90%). La lactosa es el azúcar que contiene de forma natural la leche, y entre las personas con intolerancia (no hay que confundir con alergia, que reviste mucha mayor gravedad) se producen síntomas gastrointestinales molestos como hinchazón.

El de salud, no obstante, no es el único argumento que esgrimen los consumidores que prefieren las bebidas vegetales. Otros son el tremendo impacto medioambiental de la ganadería industrial, que representa el 14,5% de la producción de gases de efecto invernadero (más de lo que genera todo el transporte mundial junto). "La industria de los lácteos tiene un gran trabajo de relaciones públicas por delante para convencer al público de que está produciendo un producto bueno para los animales, bueno para las personas y para el planeta”, señala Marion Nestle en declaraciones a NPR. Nestle, profesora de nutrición y salud pública en la New York University y autora de Food Politics señala que “la leche es la comida perfecta… para los terneros, no para los humanos. Y hay muchas pruebas de que no es necesaria”.

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¿Qué necesitamos saber sobre las bebidas vegetales?

  • Lo más importante es leer bien las etiquetas ya que no todas tienen los mismos valores nutricionales, y muchas marcas incluyen una gran cantidad de azúcar añadido (¡huye de ellas!).
  • Las bebidas vegetales no contienen la alta cantidad de calcio que se encuentra en la leche de vaca. Si esto es importante para ti, busca marcas que fortifiquen el producto con calcio y con vitamina D, y sé consciente de que el calcio de las bebidas vegetales se absorbe peor.
  • De la misma manera, la leche de vaca tiene más valor proteico. La que más se aproxima a la animal es la leche de soja, quizá la mejor elección en caso de dudas (siempre que esté fortificada).
  • En cuanto al sabor, varían enormemente: cuestión de gustos. Se trata de ir probando y elegir la que más te agrade.
<b>¿Deben llamarse leche?</b> La industria de las bebidas vegetales ha crecido como la espuma en los últimos años. Pero una cuestión importante se mantiene en el aire: ¿Se les puede llamar leche? La FDA está considerando 
<a href="https://www.foodprocessing.com/industrynews/2018/fda-weighs-in-on-plant-based-milk-debate/">la prohibición de la palabra leche</a> para designar estas bebidas, tal y como ya ocurre en varios países europeos.
<b>Una alternativa saludable</b>. Al margen de la polémica del nombre, las bebidas vegetales pueden ser una alternativa saludable, en especial para las personas con intolerancias o alergias.
<b>Atención al azúcar añadido</b>. Hay grandes diferencias nutricionales entre unas marcas y otras, como 
<a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=singhal%2C+baker%2C+milk">señalan algunos estudios.</a> Es fundamental estar especialmente
<b> vigilante del <a href="https://www.univision.com/noticias/nutricion/obesidad-cancer-y-desnutricion-el-peligro-de-consumir-alimentos-ultraprocesados-fotos">azúcar añadido</a></b>. En algunos casos, y dependiendo de las marcas, estaremos bebiendo agua azucarada en lugar de algo saludable.
Como ocurre con tantos otros productos, es crucial leer con atención la lista de ingredientes. Recuerda que 
<b>el sirope de agave o la panela también son azúcares añadidos</b>.
<b>Menos proteínas</b>. Las bebidas vegetales tienen menos proteínas que la leche de vaca. Los frutos secos como las avellanas o las 
<a href="https://www.univision.com/noticias/salud/por-que-es-tan-buena-la-leche-de-almendras">almendras</a> están repletos de proteínas y las almendras son muy ricas en calcio, pero estos nutrientes se pierden durante el procesamiento de estas bebidas.
Algunos fabricantes 
<b>fortifican las <a href="https://www.univision.com/shows/primer-impacto/si-no-te-gusta-la-leche-tambien-puedes-obtener-el-calcio-que-necesitas-de-los-vegetales-video">leches vegetales</a></b>, pero no está claro que estos nutrientes añadidos, sobre todo calcio, se absorban y se usen de forma tan eficiente como los que están naturalmente presentes en los alimentos.
<b>Leche de soya.</b> Es ideal para personas alérgicas a la proteína de la leche, con intolerancia a alguno de sus componentes o para vegetarianos. De las bebidas alternativas a la leche de vaca, es la que presenta mayores ventajas y similitudes. Los nutricionistas recomiendan que esté enriquecida con calcio y, para los vegetarianos, con vitamina B12.
<b>Leche de avena, arroz o almendras</b>. Las proteínas de estas bebidas tienen menor valor que la de la soya. La leche de almendra, por otro lado, necesita 
<a href="https://www.theguardian.com/lifeandstyle/shortcuts/2015/oct/21/almond-milk-quite-good-for-you-very-bad-for-the-planet">una gran cantidad de agua para su fabricación</a>, por lo que no es un producto recomendable desde el punto de vista medioambiental.
La
<b> leche de arroz</b>, por otra parte, puede ser beneficiosa para las personas que padezcan problemas gastrointestinales, por su capacidad astringente.
<b>¿Es la leche de vaca tan buena como promete la industria? </b>Un creciente número de estudios 
<a href="https://www.bmj.com/content/349/bmj.g6015?etoc">lo ponen en duda </a>y en particular cuestionan lo que los fabricantes a menudo colocan como su principal valor: la elevada cantidad de calcio que contiene. No está clara, por ejemplo, la efectividad de la leche para 
<a href="https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20949604">proteger contra rupturas de caderas</a>.
Por otra parte, la leche tiene muchas calorías. Su contenido proteico es alto, pero la mayoría de los estadounidenses 
<a href=" https://www.nytimes.com/2014/11/18/upshot/got-milk-might-not-be-doing-you-much-good.html">no necesita más proteínas en su dieta</a>.
<a href="https://www.nytimes.com/2014/11/18/upshot/got-milk-might-not-be-doing-you-much-good.html"><u> </u></a>
<b>Leche cruda: rica, pero peligrosa. </b>Si bien es cierto que el sabor de la leche que sale directamente de la vaca –sin calentar ni pasteurizar– es mucho más intenso, la leche cruda, que se puso de moda en los últimos tiempos en EEUU, representa un problema de salud. La presencia de algunas bacterias puede causar diarreas, vómitos o náuseas.
<b>Leche de cabra: otra alternativa</b>. Las propiedades organolépticas (color, olor, sabor) de la leche de cabra son ligeramente diferentes de la de vaca: más blanca, más ácida y un poco más espesa. Contiene más grasa y proteína que la de vaca.
<a href="http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=Hypoallergenic+properties+goat%27s+milk%20" target="_blank">Algunos estudios</a> comparativos entre las proteínas de la leche de vaca y las de cabra concluyen que esta última podía ser buena una alternativa hipoalergénica a la leche de vaca en la dieta humana, en particular para los niños.
<b>Leche de coco</b>. Este sustituto de la leche de vaca se hace a partir de coco prensado y suele estar fortificado con calcio. Tiene un contenido bajo en proteínas y presenta un nivel de grasa saturada más alto que otras alternativas de origen vegetal, como la leche de arroz, avena o soya. Es, no obstante, una buena opción para la pastelería, por su ligero sabor a coco.
<b>Leche de guisante</b>. Se trata de la última en sumarse a la larga lista de leches vegetales. Es apta para los alérgicos a los frutos secos y a la lactosa, no tiene gluten y es mucho más amable para el medio ambiente que la leche de almendra. También 
<a href="https://www.washingtonpost.com/news/food/wp/2017/09/21/get-ready-for-pea-milk-it-doesnt-taste-like-peas-and-its-not-even-green/?noredirect=on&utm_term=.9ff3364ea368">tiene más proteina y calcio</a> que otras bebidas vegetales.
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¿Deben llamarse leche? La industria de las bebidas vegetales ha crecido como la espuma en los últimos años. Pero una cuestión importante se mantiene en el aire: ¿Se les puede llamar leche? La FDA está considerando la prohibición de la palabra leche para designar estas bebidas, tal y como ya ocurre en varios países europeos.
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