Docenas de cereales para niños contienen trazas de pesticida cancerígeno

Productos de desayuno muy populares entre los niños como Nut Cheerios o Quaker Simply Granola Oats contienen restos de glifosato, un pesticida muy controvertido, según denunció el miércoles una organización de defensa del medio ambiente.

Por:
Univision
Un estudio del 'Grupo de Trabajo Ambiental' conocido por sus siglas, EGW, encontró restos de glifosato en 28 productos. Entre los alimentos que han dado positivo en este nuevo test se encuentran 10 tipos diferentes de cereales Cheerios, de General Mills, y 18 productos de la marca Quaker.
Video Detectan trazas de un pesticida cancerígeno en decenas de cereales

De los 28 productos a los que se les hizo pruebas de glifosato, el principal ingrediente del pesticida Roundup, 26 tenían niveles más altos que los considerados seguros para menores, de acuerdo con el estudio difundido por el Grupo de Trabajo Ambiental (EGW, por sus siglas en inglés) el miércoles. Un estudio anterior de esta organización, publicado en agosto, encontró resultados similares en más de 40 productos de desayuno hechos a partir de avena.

Entre los alimentos que han dado positivo en este nuevo test se encuentran 10 tipos diferentes de cereales Cheerios, de General Mills, y 18 productos de la marca Quaker (propiedad de PepsiCo) como barritas de cereales, barritas de snack o copos de avena. El nivel más alto de glifosato lo encontraron en el cereal de desayuno Quaker Oatmeal Squares.

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La Organización Mundial de la Salud ha determinado que el glifosato, el pesticida más utilizado en el mundo, que se comercializa desde hace 40 años, es "probablemente carcinógeno para los humanos". Monsanto, su fabricante, ha defendido el producto y ha afirmado que el glifosato "es seguro para el uso humano". El glifosato ha generado una gran controversia en todo el mundo por los presuntos efectos perjudiciales para la salud de las personas, las tierras rociadas con productos que lo contienen o para las abejas, a las que debilita.


"¿Cuántas tazas de cereales y avena que incluyen una dosis de pesticida se han comido los niños estadounidenses? Esa es una pregunta que solo General Mills o PepsiCo pueden responder. El glifosato y otros productos químicos cancerígenos no deberían estar en los alimentos para los niños y punto", dijo el presidente de EWG, Ken Cookn

El pasado 10 de agosto, un jurado de California condenó a la multinacional Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares a un jardinero que aseguraba que el cáncer terminal que padecía se debía a su exposición a un producto con glifosato. Una jueza de la Corte Superior de San Francisco reafirmó el lunes la decisión, pero redujo la multa de Monsanto a $78 millones. Bayer, la multinacional farmacéutica que adquirió Monsanto recientemente, señaló en un comunicado que planea apelar esta decisión.

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Ninguno de los alimentos fiscalizados sobrepasan los límites establecidos por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés), pero la EWG utiliza un margen mucho más conservador bajo el argumento de que el efecto es acumulativo y de que estos productos están dirigidos a niños, una publicación mucho más vulnerable.

Estos datos salen a la luz un día después de la publicación de un estudio que encontró que las personas que comen comida orgánica o ecológica (que, entre otras cosas, no contiene residuos de pesticidas) tienen menos riesgo de padecer cáncer. Los investigadores observaron una disminución del 25% en el riesgo de cáncer entre los consumidores regulares de alimentos orgánicos en comparación con los que los ingieren con menos frecuencia.

En 1996 el Gobierno argentino aprobó la comercialización de productos transgénicos y el uso del herbicida glifosato. 20 años después, aproximadamente el 60% del área cultivada del país fue fumigada con agrotóxicos, algunos prohibidos en la mayoría de los países del mundo. Esta fotografía de 2014 tomada en la provincia de Misiones, al noreste del país muestra al niño de 5 años Lucas Techeira quien padece Ichthyosis Lamellar, un extraño trastorno genético de la piel. La provincia de Misiones fue la puerta de entrada de los cultivos transgénicos en Argentina
El negocio de los agrotóxicos en Argentina está manejado por un grupo de 25 empresas nacionales e internacionales que ganan alrededor de 2550 millones de dólares al año con la comercialización de plaguicidas. Esta fotografía de 2014 tomada en Entre Rios, provincia del centro de Argentina muestra a Fabián Tomasi, quien Sufre de polineuropatía tóxica severa y atrofia muscular general. Trabajó durante años en en una compañía de fumigación aérea de cultivos y ahora se dedica a difundir el peligro de estas sustancias.
La mano con las uñas quemadas de Alfredo Cerán, quien trabajó durante nueve años aplicando agroquímicos en campos de soya. Los análisis de su sangre registraron residuos de glifosato y otros químicos tóxicos. Monte Maiz, provincia de Córdoba.
Talía Belén Soroco (14 años) tiene una malformación congénita. Se sometió a cirugía de corazón y sufre de problemas motores severos. Sus padres trabajaron en campos de tabaco desde que eran niños y manipulaban pesticidas prohibidos como Furadan y bromometano. Poco después del nacimiento de su hija decidieron abandonar los campos y emprender una horticultura sostenible. San Vicente, Misiones, 2014.
En la provincia de Misiones, cinco de cada mil niños nacen con mielomeningocele, una grave malformación del sistema nervioso central, donde los niños nacen con la médula espinal abierta.
Maribella Alexandra Duarte (10 años) sufre de una malformación congénita que no le permite moverse por sus propios medios. Ella y su familia viven a unos 30 metros de los campos de soya expuestos a la fumigación. En ese poblado se registraron 19 casos de cáncer terminal en el área que colinda con la granja de soya.
Mónica Gabriela Rais (21 años) sufre de paraplejía y trastorno de desarrollo intelectual. Nació cuando su madre tenía 15 años y trabajaba en granjas de tabaco.
Una niña juega en los campos de Alicia Alta, Provincia de Misiones.
Edgar Fontanellaz y su familia viven en Firmat, un pequeño pueblo de la provincia de Santa Fe donde los campos son cultivados con soja transgénica. Edgar denunció decenas de veces a las autoridades las múltiples fumigaciones a las que su familia estaba expuesta. Fue amenazado y le dispararon dos veces. Sus hijos sufren de pérdida auditiva y Edgar piensa que esto se debe a la exposición múltiple a los químicos.
Marcos Alejandro Kaddaztz sufrió de leucemia cuando tenía 10 años. Su padre ha estado trabajando como fumigador de fungicida en los campos de tabaco durante 32 años, su madre estaba en el hospital debido a una intoxicación antes de que Marcos naciera. Hoy tiene 20 años y su familia tuvo que mudarse de la granja donde viven y establecen en la ciudad. Marcos ha estado en la lista de espera por tres años esperando un trasplante de riñón en el hospital de Posadas. Colonia Aurora, provincia de Misiones
Los gemelos Aldo y Maximiliano Barrios padecen una grave microcefalia congénita, una de las enfermedades asociadas al uso de agroquímicos en la agricultura transgénica. Los gemelos Barrios asisten a una de las muchas instalaciones para minusválidos, que están creciendo en número considerablemente año tras año. Roque Sáenz Peña, Provincia del Chaco, 2014.
Anita Sosa (4 años) no puede caminar sola, pero juega soñando que es bailarina junto con su hermana mayor. Liliana Dworak, su madre, estuvo expuesta sustancias tóxicas que complicaron su último embarazo, cuando las autoridades fumigaron su casa para controlar el zancudo que propaga el dengue. Napenay, Provincia de Chaco, 2014.
Sandra Sosa es la madre de Leonardo Lorenzo, quien sufre de parálisis cerebral y epilepsia como resultado de las repetidas fumigaciones. Actualmente viven en el vecindario Progreso, donde el número de niños y adolescentes discapacitados crece exponencialmente. San Vicente, Provincia de Misiones.
Avia Terai es una ciudad de cinco mil habitantes en el centro geográfico del Chaco. La ciudad está literalmente rodeada cultivos que son fumigados diez a doce veces al año. Una investigación, auspiciada por el Ministerio de Salud argentino, reveló que las altas tasas de enfermedades como cáncer y otras discapacidades son consecuencia directa del modelo agrícola aplicado en esta y otras ciudades cercanas rodeadas de campos transgénicos. .
Andrea Gotin era una niña sana hasta los ocho años, cuando inhaló bromometano y permaneció nueve días en cuidados intensivos. La fiebre que padeció luego de inhalar la sustancia afectó la función motora de su cerebro. Ella necesita un trasplante de riñón y tiene que someterse a diálisis tres veces por semana. Su hermano Ademir (20 años) sufre de discapacidad mental grave. Su padre, Darío Gotin, falleció el día que supo que no podría le hacer el transplante de riñon a su hija, en 2010. Alicia Baja, Colonia Auror, Provincia de Misiones.
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En 1996 el Gobierno argentino aprobó la comercialización de productos transgénicos y el uso del herbicida glifosato. 20 años después, aproximadamente el 60% del área cultivada del país fue fumigada con agrotóxicos, algunos prohibidos en la mayoría de los países del mundo. Esta fotografía de 2014 tomada en la provincia de Misiones, al noreste del país muestra al niño de 5 años Lucas Techeira quien padece Ichthyosis Lamellar, un extraño trastorno genético de la piel. La provincia de Misiones fue la puerta de entrada de los cultivos transgénicos en Argentina
Imagen Pablo Piovano/Philip Jones Griffiths Photojournalism Award
Según los científicos del estudio, después de analizar diferentes productos, se dieron cuenta que la gran mayoría de ellos pueden estar infectados con glifosato, un pesticida altamente dañino.
Video Algunos de los cereales más populares pueden producir cáncer, según estudio
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