Gobernadora de Puerto Rico cambia de parecer y anuncia su aspiración a ser electa para el cargo en 2020

Wanda Vázquez, la abogada que asumió la gobernación de Puerto Rico tras la renuncia de Ricardo Rosselló en agosto pasado, anunció este lunes que buscará permanecer en el cargo en las elecciones del 2020 a pesar de que cuando juramentó había asegurado que ello no le interesaba.

La exsecretaria de Justicia se enfrentaría ahora en una primaria del partido oficialista –el Partido Nuevo Progresista– a Pedro Pierluisi, el exrepresentante de la isla en Washington que inicialmente había asumido el cargo pero fue obligado a dejarlo días después por el Tribunal Supremo de Puerto Rico.

"Durante estos cuatro meses que he estado dirigiendo nuestros destinos he vivido muchas experiencias que me han llevado a reflexionar desde una nueva perspectiva lo que quiere y necesita de nuestros líderes cada residente de la isla. El pueblo está cansado de los políticos tradicionales que no escuchan a la gente", dijo Vázquez en un mensaje grabado.

"He decidido seguir trabajando por y para ti, por lo que anuncio mi candidatura a la gobernación en los comicios electorales del 2020 bajo la insignia de mi Partido Nuevo Progresista", agregó la abogada que llegó al poder tras semanas de intensas protestas que llevaron a la renuncia de Rosselló, en un hecho inédito para la isla territorio estadounidense.

Rosselló dejó el cargo acorralado, en parte, por denuncias de corrupción de exfuncionarios de peso en su gobierno y la revelación de un chat de Telegram que sirvió como una válvula de escape del hartazgo de los puertorriqueños tras años de malos manejos económicos, corrupción al más alto nivel entre los dos partidos que históricamente se han alternado el poder y la respuesta del gobierno de Rosselló a las miles de muertes ocasionadas por el devastador huracán María en 2017.

En las casi 900 páginas del chat, Rosselló y su equipo cercano, incluyendo un exfuncionario cercano que había pasado a hacer lobby a favor de empresas privadas, se mofaron e insultaron a opositores, mujeres e incluso personas de su propio partido.

La crisis política en la que Puerto Rico quedó sumido fue tan profunda que, horas antes de que se cumpliera la fecha límite anunciada por Rosselló para dejar el cargo, era incierto quién le sucedería.

A las 5:00 de la tarde del 2 de agosto, un comunicado informó que Pierluisi tomaría las riendas de la isla, pues según él una interpretación de la ley le permitía hacerlo debido a que era el secretario de Estado y primero en la línea de sucesión de acuerdo con la Constitución local.

Sin embargo, días después, el Tribunal Supremo local falló que su asunción fue inconstitucional y que en cuestión de horas debía dejar el cargo en manos de Vázquez, quien era la secretaria de Justicia y segunda en la línea sucesoral.

Vázquez era una figura que, si bien no era política, generaba escozor entre algunos puertorriqueños y políticos de peso del partido de gobierno, debido a que era vista como una funcionaria demasiado cercana a la administración caída en desgracia y porque afrontaba una investigación en la oficina de ética gubernamental por su desempeño como cabeza del Departamento de Justicia en torno a si fue negligente al no investigar el hallazgo de vagones repletos de suministros que jamás llegaron a los damnificados del huracán.

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