Trump culpa ahora también a la izquierda radical de la violencia en Charlottesville y provoca un aluvión de críticas

En un encendido intercambio con periodistas en la Torre Trump de Nueva York, el presidente regresó a su argumento de que la violencia en las protestas del fin de semana en esa localidad de Virginia vino de ambas partes, con lo que deja a un lado su rectificación del lunes donde culpó a neonazis y supremacistas blancos.

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Por:
Alfredo Ochoa.
En un encendido intercambio con periodistas en la Torre Trump de Nueva York el presidente insistió en que la violencia en las protestas del fin de semana en esa localidad de Virginia vino de ambas partes.
Video Trump arremete contra la 'izquierda alternativa' por la violencia en Charlottesville

El presidente Donald Trump regresó este martes a su argumento de que la violencia en las manifestaciones del pasado fin de semana en Charlottesville, Virginia, que dejaron tres muertos y decenas de heridos, provino tanto de supremacistas blancos y neonazis como de la contraprotesta que se organizó para denunciar su discurso de odio y racista.

En una rueda de prensa combativa y a veces con tono retador, Trump igualó a neonazis y supremacistas con sus detractores, lo que generó una lluvia de críticas no solo de sus opositores políticos sino de destacadas figuras del Partido Republicano.

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Sus comentarios también siguieron provocando renuncias de sus asesores y consejeros empresariales que señalaron que no puede haber espacio en EEUU para justificar el odio y el fanatismo.

Pero quizás uno de los momentos más controvertidos de su intervención fue cuando igualó al general confederado Robert E. Lee –centro de las protestas en Charlottesville por el futuro desmontaje de su estatua– con el padre de la patria George Washington y el principal redactor de la Constitución, Thomas Jefferson.

Trump aseguró que como Lee, tanto Washington y Jefferson eran dueños de esclavos y que no sería extraño que en un futuro también quisieran eliminar sus monumentos.

En el intercambio encendido con la prensa desde el vestíbulo de la Torre Trump en Nueva York, el presidente calificó los eventos del sábado como "algo horrible de ver", pero enfatizó que los enfrentamientos a ambos lados de la protesta contribuyeron a la violencia.

Trump afirmó que no ve nada malo en no condenar el pasado sábado de manera específica a los grupos neonazis y de supremacistas blancos que provocaron la muerte de la mujer arrollada por un auto conducido por un supremacista, James Fields Jr., hecho al parecer premeditado que también dejó 19 heridos. Su justificación fue que "antes de hacer una declaración, me gusta conocer todos los hechos".

Haciendo un paralelismo con la llamada derecha alternativa que agrupa al extremismo nacionalista blanco, Trump acusó a la "izquierda alternativa" de haber sido también "muy, muy violenta" en las protestas.

"Un gran día" para los racistas

Como respuesta al nuevo viraje de postura del presidente, el diario The Washington Post publicó un editorial en el que plantea que este martes solo pudo ser "un gran día" para los racistas estadounidenses.

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Criticó que el mandatario culpara a ambos lados de la violencia aun cuando unos llevaban armas y mostraban saludos como los de la Alemania de Hitler mientras otros solo protestaban contra las posturas radicales. "El martes eliminó cualquier duda: su reacción inicial de poner a los nazis y a aquellos que protestaron en el mismo piso moral es lo que él realmente siente".

El Post concluye su nota asegurando que el sábado James Fields Jr. no solo mató a una joven en Charlottesville e hirió a otros 20 al atropellarlos, sino que "dañó a una nación".

Y como vaticinó el diario, este martes por la tarde los supremacistas celebraron la respuesta del mandatario. David Duke, un exlíder del KKK, agradeció a Trump por su "honestidad y coraje al decir la verdad sobre Charlottesville y condenar a los terroristas de izquierda de BLM (Black Lives Matter)/Antifa".

Richard Spencer, un destacado supremacista blanco, dijo estar "orgulloso" del presidente "por decir la verdad".

"No todos eran neonazis"

El presidente dijo que la protesta de nacionalistas blancos tenía permiso y que la contraprotesta no. También afirmó que, en un principio, la manifestación era para protestar pacíficamente por la retirada del monumento del general Lee.

"Muchas de esas personas estaban allí para protestar por la retirada de la estatua de Robert E. Lee", indicó Trump. La semana pasada fue "Robert E. Lee y esta semana Stonewall Jackson. ¿Será George Washington el próximo?", agregó al indicar que el primer presidente del país también fue dueño de esclavos como los generales confederados que defendieron la esclavitud y por la cual le declararon la guerra al norte.

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"Yo he condenado a los neonazis y a muchos grupos. No todas esas personas eran neonazis, créanme. No todas esas personas eran blancos supremacistas". Aunque acusó de "asesino" a James Alex Fields Jr., el sujeto que arrolló a varias personas, siguió señalando a ambos lados por las protestas del pasado fin de semana.

"Puedes llamarlo terrorismo, puedes llamarlo asesinato. Puedes calificarlo como quieras", dijo. "El conductor del auto es un asesino y lo que hizo es horrible, horrible, algo inexcusable", dijo Trump al referirse al joven de 20 años, quien puede enfrentar acusaciones por asesinato en segundo grado al provocar heridas mortales a Heather Heyer, de 32 años de edad.

"No tardé mucho, no tardé mucho", se excusó el presidente. "Quería estar seguro, como pocos políticos, que lo que decía era correcto, no hacer declaraciones rápidas", dijo Trump para justificarse sobre su ambigüedad del sábado pasado y lo tardía de su reacción, algo poco común en su comunicación vía Twitter.

"La declaración que hice el sábado, la primera, estuvo bien, pero no haces esos comentarios directos hasta que no conoces los hechos. Toma un poco de tiempo saber lo que pasó. Todavía no conoces los hechos y es un proceso muy, muy importante para mí".

"No es mi presidente"


Tal como ocurrió el fin de semana, las críticas de demócratas y republicanos volvieron a escucharse por la ambigüedad en el discurso del presidente para condenar la violencia supremacista.

La congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen criticó la reversa que tomó el discurso del presidente al plantarse con las mismas ideas del sábado: "¡¿Culpar a 'ambos lados' por #Charlottesville?! No. ¿De vuelta al relativismo al tratar del KKK, los simpatizantes nazis, los supremacistas blancos? Simplemente no".

Otro republicano, el congresista por Texas Will Hud, condenó en CNN la "ambigüedad del líder del mundo libre contra el racismo, la intolerancia y los neonazis". Para el gobernador republicano de Ohio, John Kasich, "no hay equivalencia moral con los simpatizantes nazis".

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Y el gobernador de Virginia, el demócrata Terry McAuliffe, que ya había condenado el mismo sábado la violencia y cerrado las puertas de su estado a las posturas radicales, también descargó contra Trump en un comunicado:

"Necesitamos un verdadero liderazgo, empezando por el propio presidente. Los líderes de cada esquina de este país y desde cualquier partido han denunciado a esas personas y sus actos en términos duros sin dudar (...) Los estadounidenses necesitan lo mismo de su presidente y lo necesitamos ya".

El vehículo embistió contra la multitud -intencionalmente, según los testigos- que se oponían a una marcha de la derecha radical estadounidense, integrada por supremacistas blancos, y varios viandantes salieron despedidos, con un balance de una mujer muerta y una veintena de heridos.
Algunos sectores del Ku Klux Klan (KKK) y la derecha alternativa o Alt Right, expresaron su apoyo al presidente Trump durante la campaña electoral. El mandatario fue criticado por su respuesta, considerada tibia por algunos legisladores.
El Fiscal general Jeff Sessions rechazó estos "hechos de intolerancia racial y odio", que consideró traicionan valores fundamentales de Estados Unidos y aseguró que el peso de la justicia caerá contra los responsables de la violencia.
Trum fue criticado por condenar 
<b><a href="http://www.univision.com/noticias/incidentes-de-odio/donald-trump-condena-la-violencia-de-todos-los-lados-y-evita-senalar-directamente-a-los-grupos-supremacistas"> la "violencia de todos los lados"</a></b> y evitar rechazar directamente a los grupos de la ultra-derecha. Incluso miembros de su Partido republicano consideraron que su respuesta fue insuficiente y debería condenar a los supremacistas.
El veterano senador Orrin Hatch de Utah, twiteó "Debemos llamar al diablo por su nombre. Mi hermano no dio su vida luchando contra Hitler por sus ideas nazis para que sean aceptadas aquí en casa".
A última hora de la noche del sábado las autoridades estadounidenses acusaron formalmente de asesinato en segundo grado a James Alex Fields Jr., de 20 años y natural de Ohio, como presunto autor del atropello.
El senador republicano Ted Cruz, que fue rival de Donald Trump en las primarias del partido las pasadas elecciones, llamó a investigar el hecho como un "acto de terrorismo doméstico".
Las autoridades habían preparado un dispositivo de seguridad ante la posible llegada de entre 2,000 y 6,000 personas para participar en las protestas.
Centenares de personas llegaron a Charlottesville para participar o protestar contra la marcha "Unir a la derecha", ya un día antes estallando los primeros enfrenamientos cuando un grupo de supremacistas atravesó el campus de la universidad de Virginia portando antorchas.
Los manifestantes anti-racistas llevaban banderas del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) y cantabn consignas contra el racismo :"No Nazis, no KKK, no fascist USA", según recoge AFP.
Entre los supremacistas se veían banderas Confederadas, consideradas símbolo de racismo por muchos estadounidenses, mientras que otros levantaban sus brazos haciendo el saludo nazi.
"Marchábamos por la calle cuando un automóvil, una berlina negra o gris, se nos lanzó encima, golpeó a todo el mundo. Luego retrocedió y nos volvió a embestir", relató a AFP un testigo.
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El vehículo embistió contra la multitud -intencionalmente, según los testigos- que se oponían a una marcha de la derecha radical estadounidense, integrada por supremacistas blancos, y varios viandantes salieron despedidos, con un balance de una mujer muerta y una veintena de heridos.
Imagen AP Photo
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