Las bases militares de Estados Unidos que honran a los líderes confederados de la Guerra Civil no serán renombradas, aseveró este miércoles el presidente Donald Trump, al rechazar pedidos por eliminar de los lugares públicos los monumentos y referencias que glorifican el pasado de esclavitud en el Sur del país.
Trump rechaza cambiar los nombres de las bases militares que honran a generales confederados
En una serie de tuits, el presidente descartó la posibilidad de renombrar las instalaciones militares identificadas con los nombres de líderes confederados proesclavistas que perdieron la Guerra Civil. "Nuestra historia no será alterada", dijo.

"Estas monumentales y muy poderosas bases se han convertido en parte de una gran herencia estadounidense, y una historia de victoria y libertad", dijo Trump en un tuit.
"Mi administración ni siquiera considerará renombrar estas magníficas y legendarias instalaciones militares. Nuestra historia como la nación más grande del mundo no será alterada", recalcó Trump.
It has been suggested that we should rename as many as 10 of our Legendary Military Bases, such as Fort Bragg in North Carolina, Fort Hood in Texas, Fort Benning in Georgia, etc. These Monumental and very Powerful Bases have become part of a Great American Heritage, and a...
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 10, 2020
Con la rotunda negativa, el presidente se posicionó más firmemente contra el creciente movimiento surgido a raíz de la muerte del afroestadounidense George Floyd, bajo la custodia de un policía blanco de Minneapolis, que exige reformas legales e institucionales contra el racismo, la discriminación y el abuso policiaco.
Trump ha descartado el pedido de retirar nombres de oficiales confederados de bases militares el mismo día en que el hermano Floyd, Philonise Floyd suplicó al Congreso que abordara el problema del racismo en Estados Unidos. El mismo día en que una estatua del presidente de los Estados Unidos confederados Jefferson Davis fuera derribada por manifestantes en Richmond, Virginia; una más entre otros tantos monumentos de confederados, racistas y esclavistas que han terminado tendidos en el suelo durante las protestas.
También ayer el circuito de carrera de automóviles NASCAR, donde se dan cita muchos votantes de Trump, anunció que prohibía la exhibición de la bandera de batalla confederada en "todos los eventos y propiedades".
La Liga Nacional de Fútbol (NFL), además, revirtió una directiva que prohibía a los jugadores arrodillarse en el momento que suena el himno nacional en señal de protesta contra el racismo.
Este miércoles, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que 11 estatuas de soldados u oficiales confederados deberían ser retiradas del Capitolio de Estados Unidos.
"Los monumentos a hombres que abogaron por la crueldad y la barbarie para lograr un fin tan claramente racista son una grotesca afrenta a estos ideales" de la democracia y la libertad estadounidenses, dijo Pelosi en un escrito dirigido a un comité bipartidista.
Poco después de que Trump lanzó sus tuits, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, entregó a los periodistas copias impresas de los mensajes del presidente y dijo que cambiar el nombre de las bases sería "un insulto" para las tropas que servían allí y que luego fueron enviadas a zonas de combate en el extranjero.
"Decirles que lo que dejaron fue una institución racista debido a un nombre, eso es inaceptable para el presidente, y con razón", expresó McEnanny.
"El presidente no firmará una legislación que cambie el nombre de los fuertes de Estados Unidos", añadó.
A principios de esta semana el secretario de Defensa Mark Esper había indicado que estaría al menos abierto a una "discusión bipartidista" sobre el cambio de nombre de la base.
La Marina, mientras tanto, anunció que estaba proscribiendo las banderas confederadas a bordo de todos sus barcos y otras instalaciones.
"La orden tiene como objetivo asegurar la cohesión de la unidad, preservar el buen orden y la disciplina, y mantener los valores fundamentales de la Marina: honor, coraje y compromiso", dijo el almirante Michael Gilday.
El nuevo comandante de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, el general Charles Brown, primer afroestadounidense en comandar esa fuerza que fue confirmado a principios de esta semana por unanimidad en el Senado, dio un discurso emotivo sobre la muerte de George Floyd y contra el racismo, del que él mismo ha sido víctima.
"Pienso en lo lleno de emoción que estoy, no solo por George Floyd, sino por los muchos afroestadounidenses que han ufrido el mismo destino que George Floyd", dijo.
"Estoy pensando en una historia de cuestiones raciales y en mis propias experiencias que no siempre cantaron a la libertad y la igualdad", reveló Brown, piloto de caza graduado en 1984.
Por su parte, el general retirado del ejército y ex director de la CIA David Petraeus, quien se entrenó varias veces en Fort Bragg, en un artículo publicado el martes en la revista The Atlantic, llamó a los generales confederados "traidores".
"La ironía de entrenar en bases con nombre de aquellos que tomaron las armas contra Estados Unidos, y por el derecho a esclavizar a otros, es ineludible", Remarcó Petraeus en el artículo que tituló: "Retiren los nombres confederados de nuestras bases militares".












