Qué busca Kim Jong Un en China tras la invitación de Xi Jinping

Es la cuarta visita a Pekín que realiza el gobernante norcoreano durante su mandato. Observadores políticos señalan que aparte de preparar el terreno para una reunión con Donald Trump, estaría buscando el auxilio de un aliado político para un eventual alivio de las sanciones internacionales.

Por:
Univision y Agencias
Kim Jong Un y su esposa Ri Sol Ju en una inspección de una parada militar antes de salir a una gira de cuatro días por China.
Kim Jong Un y su esposa Ri Sol Ju en una inspección de una parada militar antes de salir a una gira de cuatro días por China.
Imagen KCNA via REUTERS

El gobernante de Corea del Norte, Kim Jong Un, inició este martes una gira de cuatro días por China, informaron agencias estatales de ambos países, en lo que posiblemente sea un esfuerzo por coordinarse con su único aliado de gran peso antes de un posible encuentro este año con el mandatario estadounidense Donald Trump.

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Kim partió el lunes rumbo a China en compañía de su esposa Ri Sol Ju y de otros altos funcionarios, destacó la Agencia Noticiosa Central Coreana, a invitación del presidente Xi Jinping. Llegó el martes hacia el mediodía a la estación de Pekín, indicó por su parte la agencia surcoreana Yonhap.

La visita de Kim a China se hace una semana después de que advirtiera a Estados Unidos, en su discurso de Año Nuevo, que podría cambiar de actitud si Washington mantenía, pese al acercamiento diplomático que se comenzó el año pasado, sus sanciones económicas contra Pyongyang.

En un discurso televisado de Año Nuevo, el líder norcoreano aseguró que está listo para reunirse con el presidente y lograr un resultado que sea bien recibido por la comunidad internacional, pero también amenazó con cambiar de posición si EEUU sigue adelante con sanciones y la presión contra su país.
Video Kim Jong Un asegura que espera sostener en 2019 otra reunión con Trump para hablar del tema nuclear


Se trata de la cuarta gira a China, un país aliado, después de que, según reportes, funcionarios de Washington y Pyongyang se reunieron en Vietnam para evaluar la posible ubicación de una segunda reunión entre Kim y Trump, mientras ambos países intentan llegar a un acuerdo sobre los planes de la nación asiática de desarrollar un arsenal nuclear.

El propio Trump ha mencionado que la localización de una segunda cumbre con Kim se anunciaría pronto y un diario surcoreano apuntó el lunes a que Hanoi, la capital de Vietnam, sería el lugar inicialmente elegido.

China es un importante actor diplomático en el tablero sensible de los programas nuclear y balístico de Corea del Norte, pues el gigante asiático es su principal aliado político y comercial.

La primera reunión que Kim celebró en Pekín con Xi Jinping el año pasado se produjo exactamente en estas mismas fechas y precedió a la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur, una actividad que abrió las puertas al acercamiento entre Pyonyang y la comunidad internacional.

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Las otras dos citas con Xi en mayo y junio llegaron justo después de las cumbres que Kim celebró con el presidente sureño, Moon Jae-in, y con el propio Trump en Singapur.

Desde esa reunión de Singapur, en la que EEUU y Corea del Norte acordaron trabajar para la desnuclearización del régimen norcoreano a cambio de que Washington garantice la supervivencia del mismo, el diálogo apenas ha mostrado avances debido a la falta de una hoja de ruta para el proceso de desarme.


Bonnie Glaser, del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales, un centro de reflexión estadounidense, considera que "Kim también busca la ayuda de Pekín para obtener un alivio de las sanciones internacionales".

China y Rusia han planteado ante la ONU levantar esas sanciones, mientras Trump se inscribe en el propósito de mantenerlas hasta no obtener resultados concretas sobre la desnuclearización.

Además, la visita del líder norcoreano coincide con el segundo día de conversaciones en Pekín entre negociadores chinos y estadounidenses, que buscan resolver la guerra comercial abierta entre ambas potencias.

"El 'timing' no podía ser mejor", señaló Harry Kazianis, del gabinete conservador estadounidense Center for the National Interest, citado por la agencia AFP.

Washington y Pyongyang parecieron estar cerca de librar una guerra durante ciertos momentos de 2017, cuando Corea del Norte realizó una serie de pruebas, cada vez más potentes, de misiles de largo alcance que estuvieron sumamente cerca de conseguir su objetivo de algún día alcanzar con armas atómicas cualquier punto de Estados Unidos continental.

Aunque Corea del Norte realiza desfiles militares casi todos los años, y justo realizó uno antes de que comenzaran las Olimpiadas en Corea del Sur en febrero pasado, el desfile de este domingo ocurrió en un momento particularmente delicado.
Los esfuerzos de Kim para aliviar la tensión con el presidente Donald Trump han llegado a un punto muerto, luego que ambos tuvieran una cumbre en junio en Singapur. Ambos lados ahora insisten en comenzar las negociaciones de otra manera. Washington quiere que Kim se comprometa a la desnuclearización primero, pero Pyongyang quiere que se garantice su seguridad y un acuerdo de paz poniendo fin de manera formal a la Guerra de Corea.
Kim asistió al desfile pero no habló ante la gente ni los invitados, entre los cuales estaban el jefe del parlamento chino y altos delegados de países que tienen lazos estrechos con Corea del Norte. En la imagen, el líder norcoreano Kim Jong Un, derecha, levanta la mano junto con el más alto funcionario chino, Li Zhanshu, durante el desfile.
El estadista sénior Kim Yong Nam, jefe del parlamento norcoreano, estableció el tono relativamente amable para el evento con un discurso de apertura en el que enfatizó las metas económicas del régimen, no su poderío económico.
El fuerte énfasis en la economía demuestra la nueva estrategia del líder Kim Jong Un de situar el desarrollo en primer plano.
En la parada militar resaltaron los tanques y hubo menos misiles de lo usual: los más avanzado y letales no fueron mostrados esta vez.
Corea del Norte exhibió sus últimos misiles en su desfile de febrero, sin embargo, y Washington apenas se inmutó.
En la primera parte del evento, desfilaron muchas unidades de todas las ramas de las fuerzas armadas, junto con algunos estudiantes.
Luego el enfoque cambió a organizaciones civiles, desde enfermeras hasta trabajadores de construcción, muchos acompañados de flotas coloridas.
En la fotografía, los soldados marchan frente a una imagen del antiguo líder norcoreano Kim Il Sung.
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Aunque Corea del Norte realiza desfiles militares casi todos los años, y justo realizó uno antes de que comenzaran las Olimpiadas en Corea del Sur en febrero pasado, el desfile de este domingo ocurrió en un momento particularmente delicado.
Imagen Kin Cheung / AP
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