Humillan a los niños que tienen deudas en la cafetería escolar: qué es el 'lunch shaming' y qué iniciativas hay para combatirlo

En las últimas semanas el esfuerzo de un distrito escolar por restringir el menú de los alumnos con deudas en las cafeterías avivó el debate sobre un problema de vieja data que no termina de resolverse y que tiene un impacto no sólo nutricional, sino también psicológico en los menores de edad. A algunos los ponen a realizar trabajos adicionales; a otros les colocan sellos en la mano que los identifican como deudores.

Por:
Univision
Algunos distritos escolares se niegan a servirle comida caliente a los niños con deudas pendientes en su cuenta de cafetería: todas son acciones discriminatorias.
Algunos distritos escolares se niegan a servirle comida caliente a los niños con deudas pendientes en su cuenta de cafetería: todas son acciones discriminatorias.
Imagen Morgan Lee/AP

A principios de mayo, las escuelas públicas de Warwick, un distrito de Rhode Island, estuvieron envueltas en una controversia al anunciar su plan de prohibirle ordenar comida caliente a los estudiantes con saldos pendientes en la cafetería escolar y limitarlos a una única opción de pan con mantequilla de maní.

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De haberse materializado la decisión, que fue revocada a último minuto luego de ser objeto de indignación nacional, ese bocadillo de pan se habría convertido otro símbolo del estigma y humillación a la que son sometidos estudiantes de bajos ingresos con saldos pendientes en las cafeterías de las escuelas públicas, una práctica conocida como lunch shaming, que deja en ellos secuelas no sólo nutricionales, sino también psicológicas.

“Me sentí tan avergonzada. Es realmente extraño que te nieguen comida frente a todos los demás”, contó al New York Times, Caitlin Dolan, quien vivió una situación de este tipo cuando le retiraron la bandeja de comida al ver que tenía un saldo pendiente en la cafetería de su escuela, debido a una confusión burocrática ya que en realidad calificaba para el programa de almuerzos gratuitos.

Está lejos de ser un incidente aislado. Un reporte elaborado en 2014 por el Departamento de Agricultura determinó que casi la mitad de los distritos escolares nacionales usaron alguna forma de humillación para convencer a los padres de pagar los saldos pendientes.


Algunos ponen sellos en la mano del alumno recordándole a los padres que paguen la deuda; otros niegan al niño ciertos platillos y hasta se han visto lugares donde obligan al estudiante a limpiar la cafetería o hacer otros trabajos adicionales frente a sus compañeros.

Ayuda que no llega


A través del Programa de Almuerzos Escolares, el Departamento de Agricultura, provee comida gratuita o a precio reducido a aproximadamente 30.4 millones de niños. Según un reporte del National Council de la Raza, 1 de 4 alumnos que participan en el programa son hispanos.

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Las familias que ganan menos del 130% del nivel de pobreza son elegibles para comidas gratuitas, y aquellas que reciben entre 130% y 185% pueden optar por precios reducidos (no más de 40 céntimos por comida).

Pero no todas las familias que viven al día cumplen con los requerimientos de ingresos, mientras que otras no entienden el proceso de aplicación o temen recibir beneficios debido a su situación migratoria.

Además, los distritos no están autorizados para usar los fondos de ese programa para pagar las deudas de cafetería que, según la Asociación de Nutrición Escolar, constituyen un problema para tres cuartos de los distritos escolares a nivel nacional.

En Warwick la deuda de este año ascendía a 77,000 dólares, según reportan algunos medios.

Desde el año escolar 2017-2018, las autoridades federales exigen a los colegios que participan en el Programa Nacional de Almuerzos o Desayunos que establezcan políticas y procedimientos para lidiar con las deudas pendientes en la cafetería, y que las comuniquen al principio de cada año académico a la comunidad (padres, maestros y personal).

No se prohíben explícitamente las prácticas más vergonzosas de lunch shaming, algo que dejan a discreción de cada localidad, a las que motivan a buscar soluciones que no afecten al estudiantado. En su página web ofrecen recursos y recomendaciones como usar pagos en línea, contactar a los padres o buscar donaciones.

Cinco iniciativas para eliminar el estigma


A falta de una respuesta uniforme y contundente de las autoridades federales, hay quienes han decidido dar un paso adelante para evitar que los niños sean discriminados como medida de presión para que los padres paguen. Te contamos algunas de estas iniciativas.

<b>Lea con sus hijos libros, revistas, comics, novelas, o novelas gráficas interesantes</b> que le emocionen a ella o él, según aconseja la Asociación Nacional del Aprendizaje en el Verano, o 
<a href="https://www.summerlearning.org/wp-content/uploads/2016/05/Tip-Sheet-for-Parents-1.pdf">National Summer Learning Association</a>.
Cree un espacio en la casa que sea cómodo y que esté bien iluminado para 
<b>hacer la lectura lo más agradable posible, </b>así ellos la asociarán con algo placentero y positivo toda la vida.
Pueden programar un paseo a la 
<b>biblioteca pública</b> y hacerlo un evento especial y emocionante. Ponga atención ya en la biblioteca a qué libros o materiales le interesan al niño y apoye y aliente esas decisiones.
<b>Lea</b>. Y, sobre todo, asegúrese de que su hijo lo vea leyendo. Converse con ellos sobre los libros o artículos que usted haya leído y comparta su entusiasmo con ellos. Los niños aprenden mejor con el ejemplo.
Para incorporar las matemáticas, encuentren 
<b>formas creativas de usar los números en la vida diaria.</b> Deje que su hijo lo ayude con la cuenta del mercado, calculando el tiempo, o midiendo ingredientes al cocinar con una receta.
<b>Apaguen los televisores y pantallas</b> lo más que pueda. Si debe usarlas, hágalo en momentos específicos necesarios y limítelas a un total de dos horas al día. Nunca las use a menos de dos horas antes de dormir, ya que la luz azúl de las pantallas perturba el sueño (y eso de por sí tiene varios perjuicios para la salud física y mental.
Creen arte juntos, de cualquier tipo. Pinten, recorten, usen crayolas, lápices de colores, pasteles, pedazos de papel, madera, o lo que tenga a su alcance para que 
<b>el niño pueda crear con espacio y libertad</b> sin ser juzgado, fuera del espacio escolar y por puro gozo.
<b>Hagan experimentos de ciencias.</b> Pueden hacerlos tan elaborados como usted y su hijo quieran. Planten pasto o una hierba u hortaliza como frijol, apio o albahaca, y observen y tomen fotos o notas de cómo va creciendo con los días. Jueguen con imanes, coleccionen rocas u hojas de diferentes formas, texturas y tamaños y clasifíquenlas. Aquí tiene 
<a href="https://www.guiainfantil.com/articulos/educacion/aprendizaje/experimentos-de-ciencia-divertida-para-ninos/">12 ideas de experimentos para hacer con niños. </a>El mundo a su alrededor es como un gran laboratorio donde las posibilidades de explorarlo y estudiarlo son infinitas.
<b>Jueguen afuera.</b> Monten bicicleta, patines o patineta. Den un paseo en el parque, el bosque, la playa o una montaña cerca. Muchos niños suben de peso durante el verano porque sin la estructura de la escuela no tienen suficiente actividad física. La clave para una mente sana es un cuerpo sano.
<b>Visiten museos.</b> Siempre hay uno para los intereses de cada niño, ya sea del espacio, del océano, de arte, de insectos, de historia, etc. Los museos además suelen tener 
<b>actividades interactivas</b> especiales para niños donde pueden experimentar, 
<b>aprender de primera mano</b>, jugar y conocer a otros niños y divertirse.
Mantenga un horario de sueño regular. Está bien dormirse y levantarse un poco más tarde que durante la escuela, pero 
<b>un buen dormir es vital para la salud física y mental</b>. Además, es clave para retener memorias nuevas y lo que se ha aprendido durante el día, dentro y fuera de la escuela.
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Lea con sus hijos libros, revistas, comics, novelas, o novelas gráficas interesantes que le emocionen a ella o él, según aconseja la Asociación Nacional del Aprendizaje en el Verano, o National Summer Learning Association.
Imagen Matt O’Brien/AP
Casi la mitad de los distritos escolares del país castigan a los niños de familias que no pueden pagar su almuerzo, ya sea botando a la basura su comida, o marcándolos con un sello, entre otras tácticas humillantes. Nuevo México y California han aprobado leyes para acabar con la práctica, pero la controversia al respecto continúa.
Video Muchas escuelas humillan a los estudiantes que no pueden pagar su almuerzo, pero algunos estados están cambiando esto
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