Los alimentos que no deberían estar en el menú escolar (además de la leche con chocolate)

Nueva York quiere retirar la leche con chocolate de las escuelas públicas para no añadir más azúcar a la dieta de los niños. ¿Cuáles son otros de los alimentos que deberían evitarse en la escuela (y en casa)? Aquí lo explicamos y ofrecemos consejos para prevenir la obesidad infantil.

Natalia Martín Cantero
Por:
Natalia Martín Cantero.
Ni las donas ni los jugos de fruta deberían formar parte del menú de los escolares (ni de sus padres).
Ni las donas ni los jugos de fruta deberían formar parte del menú de los escolares (ni de sus padres).
Imagen igorr1/Getty Images/iStockphoto

Puede que te sorprenda saber que la leche con chocolate no es una buena opción para tu pequeño, pero la propuesta no es nada descabellada y, de hecho, está en línea con las recomendaciones sobre las bebidas más apropiadas para los niños que emitió esta semana un panel de científicos avalado por instituciones como la Academia Americana de Pediatría o la Academia de Nutrición, entre otras.

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De acuerdo con este informe, titulado Bebidas Saludables, Niños Saludables, los pequeños de 5 años o menos no deben beber nada que contenga azúcar o edulcotrantes, y esto incluye la leche con chocolate (o la de otros sabores) y también los jugos de frutas, como explicamos más abajo.

Nueva York no es el primer lugar que tiene esta idea: antes lo hizo la ciudad de San Francisco. Las razones son de peso, y nunca mejor dicho: la obesidad infantil alcanza el 18.5% en todos los grupos de edades y empeora a medida que el niño alcanza la pubertad. El porcentaje es considerablemente más elevado en el caso de los latinos; en esta población alcanza el 25.8%.

Las previsiones no son halagüeñas, ya que se espera que la obesidad crezca todavía más en una legislatura que ha mostrado poco interés en remediarlo. Más bien al contrario: la iniciativa de Trump de levantar la mano a la hora de autorizar comida menos saludable en los comedores escolares, que tienen más libertad para servir harinas blancas refinadas, galletas, comida ultraprocesada o elevar los niveles de sodio (es decir, justo lo contrario de lo que deberían servir a los niños) supone un importante varapalo para la salud pública.

Algo tan sencillo como retirar la leche con chocolate del menú escolar supone, además de un gesto simbólico, un ahorro de unas 40 calorías y 10 gramos de azúcar de la dieta diaria de los niños, que es ya de por sí preocupantemente elevada (EEUU es el país del mundo que consume más azúcar). Con esta premisa presentamos otros alimentos que no deberían ocupar lugar en el menú escolar (ni en el hogar tampoco) y algunas sugerencias para mejorar la alimentación de los niños:

<b>Papas fritas</b>. Cualquier producto frito de comida rápida como las papas o los Nuggets de pollo probablemente han sido cocinados en aceites parcialmente hidrogenados (salvo que te digan lo contrario). De todos modos, aunque no sea el caso, los fritos no son la mejor opción para mantener la cintura.
Las grasas trans, que se obtienen a partir de la hidrogenación parcial de los aceites vegetales –un procedimiento para alargar la vida útil y dar más consistencia a las grasas de alimentos procesados– no sólo son nefastos para el corazón. También podrían serlo para el cerebro, según estudios que 
<b><a href="http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0032175">relacionan su consumo con mayores niveles de agresión</a></b>.
<b>Palomitas</b>. Las cotufas, crispetas o pipocas en sí mismas son un snack saludable. Pero cuando vas al cine y las consumes con un aderezo se convierten en una bomba de grasas trans. El olor característico de los centros comerciales puede servirte de advertencia.
<b>Margarina</b>. Cuanto más sólida es la margarina, más grasas trans contiene. Algunas marcas anuncian “0 gramos” de trans fat, pero si la etiqueta lista aceites parcialmente hidrogenados, esas pequeñas cantidades van sumando. Lo mejor: un chorrito de aceite de oliva en la tostada.
<b>Helado y tarta. </b>Esta combinación favorita de postre con frecuencia es una bomba y no solo calórica. Algunas marcas, como Häagen Dazs, aportan de 0.5 gramos a un gramo en cada porción de helado en determinados sabores. En cuanto a las tartas, los productos horneados de este tipo a menudo contienen grasas trans. Las principales cadenas de comida rápida han eliminado los aceites parialmente hidrogenados de sus tartas de manzana, pero muchas marcas del supermercado continúan incluyéndolos.
<b>Donas o donuts. </b>Sentimos comunicarlo pero las donas, y en especial las recubiertas como los de la fotografía, son otro de los alimentos a evitar. Las grasas trans se usan con frecuencia porque son baratas y aumentan la duración y la estabilidad del sabor de los alimentos que los contienen.
<b>Crema para el café. </b>El medio gramo de trans fat que contienen estas cremas puede multiplicarse peligrosamente, ya que muchos consumidores lo usan para los varios cafés que beben al día. He aquí grasas trans verdaderamente escondidas.
<b>Cenas para el microondas (frozen dinners).</b> Las 
<a href="https://www.univision.com/noticias/nutricion/alimentos-congelados-cuales-si-y-cuales-no">comidas procesadas congeladas</a> suelen contener grasas trans no solo para conseguir que los alimentos no pierdan su textura, sino también para darles un toque más jugoso.
<b>Pizzas congeladas</b>. Las grasas trans se esconden en la masa de muchas pizzas congeladas. Las grasas trans, que bajan el colesterol "bueno" y elevan el malo, permiten un periodo de conservación más largo.
<b>Galletas.</b> Un grupo sin ánimo de lucro de California demandó en 2003 al gigante alimentario Kraft Foods (fabricante de las galletas Oreo, por ejemplo) por su uso de grasas trans. Aunque la demanda fue desestimada, Kraft eliminóen 2006 las grasas trans de sus famosas galletas Oreo. Muchas otras marcas, no obstante, incluyen este ingrediente en sus productos. Por eso es fundamental leer bien etiquetado.
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Papas fritas. Cualquier producto frito de comida rápida como las papas o los Nuggets de pollo probablemente han sido cocinados en aceites parcialmente hidrogenados (salvo que te digan lo contrario). De todos modos, aunque no sea el caso, los fritos no son la mejor opción para mantener la cintura.
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A sus 17 años, un británico habría perdido la vista y el oído tras llevar por años una dieta basada solo en papas fritas, carne procesada y pan blanco, debido a un trastorno que le hace rechazar ciertos sabores y texturas, y que no fue diagnosticado antes. Ahora padece lo que se conoce como neuropatía óptica nutricional.
Video Joven que quedó ciego por comer solo papas fritas y pan evidencia el riesgo de las dietas altamente restrictivas
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