¿Alimentos fríos o calientes? Esta es la mejor dieta para sobrevivir a la ola de calor

Cuando aumentan las temperaturas, la principal amenaza para la salud es la deshidratación. Además del agua, algunos alimentos pueden ayudarnos a evitar sus consecuencias.

Por:
Ana Belén Ropero Lara y Marta Beltrá García-Calvo.
Autoridades en Texas están alertando sobre las consecuencias fatales de la ola de calor que vive gran parte de EEUU. Houston activó un plan de emergencia y abrió centros de enfriamiento para residentes sin aire acondicionado. Más noticias en Univision.
Video “Podrías morir”: funcionarios de salud de Texas advierten del peligro ante la ola de calor

El alimento milagro para el verano es… el agua. Podríamos acabar aquí y probablemente sería el artículo más corto publicado en The Conversation. Pero somos científicos y debemos justificar nuestras afirmaciones.

El aumento de la temperatura exterior que sucede en verano (y en primaveras tan calurosas como la de este 2022) provoca un aumento en la temperatura corporal. ¿Puede la alimentación ayudarnos a mitigar sus efectos?

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Así se regula la temperatura corporal

En términos generales, nuestra temperatura corporal se sitúa cerca de los 37 ℃ (98.6 Fahrenheit). En mujeres, esta varía ligeramente debido a cambios en los niveles de progesterona y estrógenos. Durante los días 18-23 del ciclo menstrual, es medio grado mayor que durante los primeros días.

Cuando hace calor, los receptores específicos localizados en la piel envían información al hipotálamo, pequeña región del cerebro que evalúa la temperatura. Si esta es más alta de lo normal, mandará señales nerviosas a las glándulas sudoríparas. El objetivo no es otro que mantener la temperatura corporal dentro del rango normal.

Las glándulas sudoríparas responden aumentando la excreción de sudor. Y como la evaporación del agua del sudor consume mucha energía de nuestro propio cuerpo, produce un efecto refrescante. Este proceso depende de la humedad del ambiente y del flujo de aire: cuando la primera es muy alta, la evaporación es escasa, de modo que su efecto refrescante es limitado.

Objetivo: evitar la deshidratación

La pérdida de agua para disminuir la temperatura corporal debe ser compensada aumentando la ingesta del líquido. De no ser así, caemos en la deshidratación, con importantes consecuencias negativas para nuestra salud, incluida la muerte.

Antes de llegar a esa situación, si la merma de líquido es elevada podemos sufrir un agotamiento por calor. Aunque la temperatura corporal sí se mantiene, la pérdida de agua y electrolitos puede provocar debilidad, mareo, náuseas y desmayos.

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El denominado golpe de calor o insolación es más grave y puede causar la muerte. En este caso, la temperatura corporal sí aumenta hasta 40 ℃ o más. Las consecuencias pueden ser taquicardia, cefaleas, piel caliente y seca o incluso confusión, convulsiones y pérdida de conciencia.

Eso significa que nuestro cuerpo tiene los mecanismos necesarios para protegernos del calor. Lo que nos corresponde a nosotros es ayudarle proporcionándole el agua que necesita para poder realizar esta función.

De dónde obtener el agua que perdemos

Además del agua, otros alimentos ricos en ella pueden contribuir de manera importante a la regulación de la temperatura corporal. Las bebidas (incluida la leche), las verduras, hortalizas y frutas son los alimentos que más hidratan.

Los beneficios para la salud de comer verduras, hortalizas y frutas son indudables y van más allá de su contenido de agua. Aumentar la ingesta de estos alimentos disminuye el riesgo de mortalidad y de padecer sobrepeso u obesidad o ganar peso.

En cuanto a las bebidas, no hay un criterio común. La leche y las infusiones son buenas opciones, siempre y cuando no sean dulces. El resto no son recomendables. Jugos, néctares, bebidas azucaradas o smoothies aportan azúcares libres, que están relacionados con mala calidad de la dieta, obesidad y riesgo de contraer enfermedades no transmisibles.

La sustitución de los azúcares añadidos por edulcorantes tampoco parece una buena idea. Numerosas publicaciones muestran efectos negativos sobre nuestra salud y, además, faltan estudios a largo plazo.

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¿Frío o caliente?

Nos queda por averiguar si es preferible tomar alimentos fríos o calientes. No hay duda de que ingerirlos a baja temperatura tiene un efecto refrescante que todos percibimos. Sin embargo, en los últimos años, nuevos estudios han sugerido que tal vez los alimentos calientes sean también una buena opción.

Antes de entrar en detalles, hay que decir que las investigaciones están centradas en deporte. Esto es así porque el calor afecta negativamente al rendimiento deportivo, especialmente en ejercicios aeróbicos como correr, nadar, caminar o montar en bicicleta.

Pues bien, parece claro que tomar alimentos fríos supone una pérdida de calor interno al tener que atemperarlos hasta alcanzar la temperatura corporal. En consecuencia, disminuye la sudoración porque ya no es necesario perder tanto calor.

Por el contrario, la ingesta de alimentos calientes aumenta la sudoración. Y, como hemos visto, la evaporación de este sudor es la que provoca la pérdida de calor corporal. Sin embargo, en condiciones en las que ese sudor no se puede evaporar (alta humedad y ausencia de aire), el mecanismo tiene una efectividad limitada.

Una vez dicho todo esto, la cuestión es llevar al día a día estos resultados. Si lo que buscamos es no sudar, la solución es tomar alimentos fríos para así perder calor de forma interna. Si no nos importa “sudar la gota gorda” y estamos en condiciones de que esa excreción se evapore, los alimentos calientes son una opción. Eso sí, entonces no vale limpiarse el sudor.

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Ana Belén Ropero Lara, Profesora Titular de Nutrición y Bromatología - Directora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández y Marta Beltrá García-Calvo, Profesora de Nutrición y Bromatología. Colaboradora del proyecto BADALI, web de Nutrición. Instituto de Bioingeniería, Universidad Miguel Hernández

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

<b>15. Houston, Texas. </b>Esta clasificación la elaboró la organización sin fines de lucro Climate Central. En 2021, también incluyó a Houston entre las peores "
<a href="https://www.univision.com/noticias/medio-ambiente/vivir-calor-temperatura-extrema-ciudades-pueblos-mas-calientes-tierra-fotos">islas de calor urbano</a>" del país, junto con Nueva York o Miami.
<b>14. Bryan, Texas.</b> En este estado se encuentran la mayoría de las ciudades más calurosas del país.
<b>13. Victoria, Texas</b>. La actual 
<a href="https://www.univision.com/noticias/edicion-digital/una-ola-de-calor-la-emergencia-climatica-mas-letal-en-estados-unidos-amenaza-a-millones-de-personas-en-el-pais-video">ola de calor</a> llega antes de lo esperable, cuando aún no ha comenzado el verano boreal. En todo el país se dan imágenes como esta, de personas intentando aliviar el rigor de las temperaturas.
<b>12. Corpus Christi, Texas. </b>El 99% de las 246 ciudades de EEUU que analiza Climate Central se han vuelto más calurosas desde 1970.
<b>11. San Antonio, Texas.</b> La media del verano en esta ciudad sureña supera los 84 grados Farenheit ( 28 Celsius).
<b>10. Dallas, Texas.</b> El cambio climático está haciendo más frecuentes e intensos los fenómenos meteorológicos y 
<b>el calor extremo es el que más mata en EEUU</b>: más de 600 vidas por año, de acuerdo con datos de la EPA, la agencia estadounidense de protección del medio ambiente.
<b>9. Austin, Texas. </b>El estado está batiendo récords de demanda energética esta semana para sobrellevar la ola de calor inusualmente temprana.
<b>8. Waco, Texas. </b>La ciudad alcanzó este pasado sábado los 104 grados (40 celsius). Nunca en la historia había llegado a esta temperatura tan temprano en el año.
<b>7. Tucson, Arizona</b>. La ciudad es una de las más afectadas por la actual ola de calor, un fenómeno que consiste en "una temperatura anormalmente alta que dura más de dos días" e impacta todos los ámbitos: desde el transporte hasta la agricultura.
<b>6. McAllen, Texas</b>. En la imagen se puede ver cómo un médico de la patrulla migratoria trata a una migrante exhausta por el calor.
<b>5. Laredo, Texas. </b>En esta ola de calor se emitieron alertas para 246 de los 254 condados del estado.
<b>4. Las Vegas, Nevada.</b> El pasaiso de los casinos es una de las ciudades donde más rápido están subiendo las temperaturas en los últimos años, junto con 
<b>Reno, El Paso, Erie, Tucson, Chattanooga, Burlington, Phoenix, McAllen y Helena.</b>
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<b>3. Palm Springs, California.</b> El pasado fin de semana hubo en esta ciudad "condiciones de calor peligrosas", según el National Weather Service.
<b>2. Yuma, Arizona</b>. Esta ciudad supera los 92 grados (33 celsius) de media en verano. Los modelos sobre el cambio climático anuncian que las 
<a href="https://www.univision.com/noticias/medio-ambiente/informe-onu-cambio-climatico">olas de calor comenzarán a ser más intensas y frecuentes</a> a medida que el planeta se sigue calentando.
<b>1. Phoenix, Arizona. </b>Mientras Texas es el estado que más ciudades tiene en esta clasificación, Arizona es el que tiene las ciudades más calurosas.
<b>En video:</b> La ola de calor continuará esta semana en estados centrales, el medio oeste y el sureste del país. Afectará a millones de estadounidenses.
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15. Houston, Texas. Esta clasificación la elaboró la organización sin fines de lucro Climate Central. En 2021, también incluyó a Houston entre las peores " islas de calor urbano" del país, junto con Nueva York o Miami.
Imagen Brandon Bell/Getty Images
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